El FOMENTO DE CULTURA DE LA TAUROMAQUIA HISPANOAMERICANA se presentó de vestido largo en Bogotá en un acto espléndido donde tres periodistas, el colombiano Víctor Diusabá, el ecuatoriano Santiago Aguilar , los mexicanos Juan Antonio de Labra y Oskar Ruiz Esparza, el arquitecto de este gigantesco esfuerzo por divulgar los valores de la fiesta.
Desplegaron su mejor saber y nos situaron en la realidad del toro en nuestras naciones acosadas por un feroz antitaurinismo al que será necesario oponerle. no sólo la tradición y las raíces sino la fuerza económica que comporta con miles de familias que se nutren honradamente en su que hacer cotidiano de vida con lo que reporta el mundo del toro en sus más variadas facetas en las que es preciso no desdeñar el aporte ecológico.
El respeto al toro y el cuidado del medio ambiente en dehesas donde conviven animales y plantas armónicamente.
Los tres contaron lo que ha sido la relación de la fiesta con la sociedad de los tiempos de Hernán Cortés (Estamos a 6 de los 500 años de la llegada de los toros a México, a pocos mas del centenario de La Santamaría de Bogotá y otros 500 años de las primeras marcas de ganado en lo que hoy es el territorio ecuatoriano).
FOMENTO CULTURA TAUROMAQUIA HISPANOAMERICANA
Nos ilustraron sobre las primeras plazas ( lo que debieron ser ) en cercados, en construcciones de madera, luego más formales en concreto, la presencia de figuras emblemáticas como Gaviño y «Ojitos» en México quien tiene mucho que ver con ese monstruo que fue Rodolfo Gaona, de Ponciano Díaz que reúne lo mexicano y español en su incipiente tauromaquia.
El desafortunado incidente de los años 30’s del siglo pasado por la voracidad de Marcial Lalanda que literalmente echó a los mexicanos de España generado, por contra, esa luminosa tauromaquia azteca con nombres como Garza, Armillita, claro, , Silverio , Briones, Manuel Capetillo y Jesús Córdoba ( los últimos de esas de de oro).
El FOMENTO DE CULTURA DE LA TAUROMAQUIA HISPANOAMERICANA se presentó de vestido largo en Bogotá
Los tres ilustrados colegas coincidieron desde sus atalayas nacionales en que es preciso defender con el alma a la tauromaquia, no escondernos, entender que plazas como La Santamaría ha sido escenario de concordia ( Laureano Gómez, conservador y dos filas atrás Jorge Eliécer Gaitán en el tendido de sombra ), para no halar de Alberto Lleras Camargo, Luis Carlos Galán que pisaron ese escenario.
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Y que parte de nuestra historia política y cultural está unida a la plaza que construyera otro genio, don Ignacio Sanz de Santamaría y que se inauguró en 1931 cuando nace en 1930, justo, la llamada república liberal.
El desafortunado incidente de los años 30’s del siglo pasado por la voracidad de Marcial Lalanda que literalmente echó a los mexicanos de España generado, por contra, esa luminosa tauromaquia azteca
Quito tiene un nombre propio pues el maestro Pepe Cáceres en marzo de 1960 hace parte del cartel inaugural con Luis Miguel Dominguín y Manolo Segura y toros mexicanos de La Punta y ecuatorianos de Santa Mónica.
El FOMENTO DE CULTURA DE LA TAUROMAQUIA HISPANOAMERICANA
El maestro de Honda corta la primera oreja de ese año mágico.
Tenemos grandes desafíos y sin falsas utopías debemos enfrentar unidos e imaginativos estos tiempos aciagos en que los valores que dimanan de la fiesta son vapuleados con consejas , medias verdades ( que terminan siendo mentiras elocuentes ).
La Santamaría ha sido escenario de concordia ( Laureano Gómez, conservador y dos filas atrás Jorge Eliécer Gaitán en el tendido de sombra )
A eso es preciso oponer juventud en los tendidos, agotar localidades, cuidar al toro , divulgar sus valores pues como bien dijo Pablo Moreno, el creador de este grupo empresarial taurino es preciso» salir del armario» para defender la tauromaquia con el alma y el corazón.