Casa Toreros ha salido al paso de la decisión del Concejo de Bogotá de amordazar el toreo, y argumenta :
“Desconoce el ordenamiento constitucional colombiano”, desacatando “flagrantemente los diferentes pronunciamientos de la Corte Constitucional mediante diferentes sentencias promulgadas sobre este asunto”. Sobre la cuestión legal, la empresa señala que “una norma inferior -en este caso un Acuerdo Distrital- no puede modificar y/o derogar una Ley de la República. Esta competencia es exclusiva del Congreso Nacional”.
Casa Toreros apunta: “No se entiende cómo los concejales de la capital colombiana se reúnen para materializar la persecución a un sector minoritario de la sociedad, violando la Ley y desconociendo cuáles son las facultades que las normas les otorgan. No debemos olvidar que la ignorancia de la ley no sirve de excusa”.
Es bueno hacer énfasis en que la Corte Constitucional ha sido contundente al precisar que ni Asambleas Departamentales, ni los Concejos Municipales, ni Gobernadores y Alcaldes, pueden apropiarse de una facultad exclusiva del poder legislativo.
La empresa envía un mensaje de serenidad y tranquilidad a la afición de la capital colombiana. “El sector taurino acudirá a las herramientas jurídicas establecidas en la Constitución para defender la cultura, las tradiciones y la libertad de todos los ciudadanos”.
Las tensiones entre el sector cultural del gobierno español y el toreo se ha ido rebajando tras las declaraciones conciliadoras del ministro de cultura,
Rodríguez Uribes que ha citado en una comparecencia en el Congreso un párrafo de la emblemática obra de Chaves Nogales sobre Juan Belmonte : “En la biografía de Belmonte que escribió Chaves Nogales, el torero, pasando el miedo lógico y normal de un día de corrida, dice en un momento determinado: ‘ojalá los socialistas hubieran prohibido los toros’. Bueno, pues eso no va a suceder. Lo que vamos a hacer es tratar de entendernos con todo el mundo, escuchar a todos y cumplir la ley, que es lo que debe hacer un gobernante en un Estado de Derecho”.
Sin duda la decisión del Concejo de Bogotá de ponerle mordaza al toreo mediante una serie de medidas prohibicionistas que hace nula la posibilidad de realizar las corridas en la plaza De Santa María nos tiene que llamar a la movilización respetuosa, y siguiendo los dictados de la ley (lo que no hacen los concejales que pisotean leyes y sentencias de la Corte Constitucional), es hora de despertar.
Pues los taurinos hacemos parte de una sociedad democrática, libre y desde el triunfo de las luchas por la independencia hace 200 años tenemos la hermosa condición de CIUDADANOS.
NO OLVIDARLO.
«Suenan Timbres » , del maestro Luis Vidales, quidiano, que nació al filo del siglo XX y murió en 1990, dejó ese poemario y lo refiero porque están sonando los timbres del despertar de los taurinos.
Y no resisto a replicar un verso :
«Dijo mi verso lógico y sencillo. Derribaron los árboles. Es decir desyerbaron el cielo. Qué contentas estarán las estrellas».
El Concejo de Bogotá con sus siete negativas propuestas nos agrede y tenemos que responder civilizadamente pero hacerlo antes y después de la firma de la alcaldesa al Acuerdo que votaron 32 concejales en Bogotá.
No podemos ver pasar las normas y nosotros en la siesta.
Aficionados, toreros, empresarios, ganaderos y gentes libres tenemos que demostrar que merecemos respeto y que no nos pueden ningunear, menospreciar y vulnerar de esa manera.
Para fortuna de nuestra convivencia existe en Colombia una activa presencia de diversas expresiones culturales que han enriquecido nuestro ser nacional desde Castilletes en la península de la Guajira al amazónico Leticia y desde el Pacífico del Chocó, de tradiciones negras, hasta ese oriente llanero colindante con Venezuela y las hermosas islas de San Andrés y Providencia.
Por eso conviven Arhuacos, Quimbayas, Chibchas (Chía es Luna, por ejemplo, y Paba es padre en lengua muisca ) ; Nasa – Paéz, Guambiano Yanaconas, Coconucos, Epiraras – siapiraras ( Emberas), Totoroes, Inganos y Guanaco.
Es hora de despertar
No voy a explicar aquí las hondas raíces culturales del toreo como los orígenes negros del bambuco, o la influencia de los valsecitos europeos en el pasillo colombiano.
El toreo también tiene raíces y e ha ido acoplando a los sentimientos de las zonas andinas , llaneras o de la costa norte con el coleo, los manteros de Córdoba o las corridas de toros a la manera mediterránea.
Un día un grupo de jóvenes aspirantes a toreros hicieron un largo plantón cuando un alcalde ( y para mas inri , de una izquierda, hoy difusa en sus planteamientos ideológicos, cerró La Santamaría ).
Hoy estamos convocados espiritualmente a no permitir que nos arrinconen y que por decisiones tomadas al amparo de asambleas de concejales virtuales nos lleven a un gueto de tan ingrata recordación en la historia.
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