Día: 12 de agosto de 2020

Comenzó recuperación de la plaza de toros de Palmira

Comenzó recuperación de la plaza de toros de Palmira

La plaza de toros de Palmira que registra un sensible deterioro está en proceso de recuperación.

Las conversaciones entre la secretaría de gobierno local y la plaza de Cali para impedir que el estado ruinoso de algunos sectores del coso palmirano terminen por destruirlo, llegaron a buen puerto y se iniciaron las obras.

La «Agustín Barona» tuvo un gran predicamento antes que se levantara «Cañaveralejo» en Cali.

Por allí pasaron figuras del toreo nacional e internacional de tronío y muchos banderilleros y toreros surgieron a la vera de este coso enclavado en un sector popular de la bella Palmira.

Según «Aquí» la pesadilla acabó para los vecinos de la Plaza de Toros Agustín Barona Pinillos de Palmira.

Luego de conocerse en redes sociales y en medios de comunicación el estado de abandono y acumulación de aguas residuales en el ruedo.

La Sociedad Plaza de Toros de Cali tomó cartas en el asunto e intervino el establecimiento.

En las imágenes entregadas por los afectados, ya se ve el ruedo sin agua estancada.

Se le está agregando una nueva capa de arena para reemplazar la afectada.

Esto le devuelve la confianza y la tranquilidad a los vecinos del barrio Uribe Uribe, porque su situación en temas de salud no son alentadores.

Hablar de La Plaza de Toros de Palmira en su época dorada era ver los tendidos llenos por los taurinos.

La historia cuenta que esta edificación tiene 71 años y fue primera que su similar de Cali.

Su primer espectáculo fue el 27 de marzo de 1949, donde Jaime Marco “El Choni”, Luis Mata y Paco Lara, lidiaron toros de don Pepe Estela.

En peligro las corridas en España por medidas sanitarias. Se cayó Ronda

En peligro las corridas en España en «la nueva normalidad». Todo indica que no se tomaron todas las medidas sanitarias en El Puerto de Santamaría y ahí fue troya.

Ahora se impondrá el metro y medio de distancia entre espectadores en las plazas de Andalucía; por lo que está en riesgo la corrida Goyesca de Ronda porque «las cuentas no dan»… ¿Y Sevilla?, menos.

Así que la situación es delicada al día de hoy para la tauromaquia.

RONDA, LA PRIMERA EN CAER

El empresario Francisco Rivera, dijo :

«Las nuevas medidas Covid-19, de distanciamiento social de 1,5 metros en espectáculos taurinos, aprobadas por la Junta de Andalucía, conllevan a una reducción del aforo de nuestra plaza que hace inviable la celebración de los espectáculos taurinos programados para el día 29 de agosto. Por ello, y a pesar del esfuerzo realizado meses atrás para que tuviéramos un año más toros en Ronda, las nuevas circunstancias nos llevan a tomar la decisión de suspender dichos espectáculos que consistían en una novillada sin picadores y la tradicional corrida Goyesca».

El comunicado remitido a tendido7 concluye con un deseo por parte de la empresa: el de «volver a tener nuestra tradicional cita taurina el próximo año»; y con un gesto de gratitud al público por «la fidelidad mostrada en un año difícil para todos».

El empresario Carmelo García no puede ser mas contundente: ‘Si esas medidas se llevan a efecto acaban con la temporada en Andalucía’.

Son palabras de Carmelo García, empresario de la plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda, en relación a las declaraciones del consejero de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Elias Bendodo de exigir un metro y medio de distancia entre los espectadores en los festejos taurinos que se celebren en esta Comunidad, en lugar de permitir un aforo del 50% que era la norma que se exigía hasta este momento.  

Observen lo que dice el toreo-empresario Salvador Cortés sobre la eventual corrida en Andujar:

‘Con 600 localidades a la venta es imposible defender económicamente el espectáculo’. 

Así de rotundo se expresa Salvador Cortés, organizador de la corrida de toros anunciada el próximo 6 de septiembre en Andújar, ante la amenaza de las nuevas medidas sanitarias para asistir a espectáculos taurinos que anunció este martes la Junta de Andalucía por boca de su consejero de Presidencia y portavoz Elias Bendodo.

Cantinflas en el recuerdo

Cantinflas en el recuerdo. Nació en México, Distrito Federal, el 12 de agosto de 1911. El 30 de agosto de 1936 actuó en la Plaza de toros «Vista Alegre» junto a otros extraordinarios cómicos, Armando Soto La Marina «Chicote» y Jesús Martínez «Palillo».

Debutó en la Plaza de toros «El Toreo de la Condesa» el 16 de septiembre de 1937, al lado de Manuel Medel y «Don Catarino», lidiando reses de Dos Peñas.

El 26 de noviembre de 1958 adquirió la ganadería «La Purísima»  y debutó como ganadero con el nombre de «Moreno Reyes Hermanos» en Jiquilpan, Michoacán, el 20 de noviembre de 1963.

Despacharon el encierro los diestros Juan Silveti (hijo), Joaquín Bernadó y Rafael Rodríguez. Lidió su primera novillada en la Plaza de toros México el 11 de octubre de 1970, con un mano a mano de Adrián Romero y Richard Corey. Falleció en México.

Muchos creen que Cantinflas fue el mejor actor de comedia de la historia de México. Pero Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, su nombre verdadero, era una persona radicalmente distinta.

Su personaje, un simpático joven con un trozo de tela al hombro a la que llamaba gabardina, con el pantalón ceñido por un cordón diez centímetros debajo de la cintura, sombrero gastado y con una forma peculiar de hablar sin decir nada, hacía reír a todos quienes lo veían en la pantalla.

Pero en la calle, con sus compañeros artistas o los sitios que frecuentaba el actor era otro, según han contado quienes le conocieron.

Contraste

Era un hombre que mundanamente no era simpático, era desagradable», le dice a BBC Mundo una de sus tantas biografas. «Mario Moreno era un personaje muy siniestro, con una ambigüedad muy evidente. Sus colegas no lo querían».

fotograma de la película Cantinflas
En la película de Sebastián del Amo, el papel de Cantinflas lo interpreta Öscar Jaenada.

Sin embargo otros tienen una visión muy distinta del personaje. Quienes trabajaron con él en el inicio de su carrera dicen, por ejemplo, que repartió entre lustrabotas y vendedores de periódicos su primer sueldo ganado en un teatro formal, el Garibaldi.

Y algunos más recuerdan que durante décadas, en las elecciones presidenciales, miles de personas votaron por Cantinflas como su candidato, aunque el actor nunca participó abiertamente en política.

Sus simpatizantes escribían su nombre en la papeleta electoral. Esos votos fueron anulados pero son una muestra de la confianza y simpatía popular que existe en México por el artista.

El detalle

Mario Moreno fue boxeador, bailarín, mesero y hasta se enroló en el Ejército durante un tiempo, hasta que descubrieron que había mentido sobre su edad para enlistarse.

Entonces nació el personaje. Cantinflas inició su carrera en la década de los años 30 como actor cómico en teatros ambulantes conocidos como carpas, en Ciudad de México.

Escena de la película Ahí está el Detalle de Cantinflas
Ahí está el Detalle es una de las mejores películas de Cantinflas (foto AFP)

Fue un éxito casi desde el principio, y en 1936 filmó su primer película, No te Engañes Corazón que pasó casi desapercibida por el público.

Pero la historia cambió cuatro años después. Su tercer filme, Ahí está el Detalle, se convirtió en un éxito de taquilla y al mismo tiempo marcó la carrera de Cantinflas.

La frase que dio nombre a la película le acompañó en el resto de su filmografía, e incluso en 1956 ganó el premio Globo de Oro con la cinta La Vuelta al Mundo en 80 Días.

En su carrera grabó unas 50 piezas en México y Estados Unidos, la mayoría de ellas, 39, fueron realizadas por su empresa productora Posa Films.

Desde 1993, cuando murió el actor, su hijo adoptivo Mario Moreno Ivanova y su primo, Eduardo Moreno Laparade, sostienen un juicio por los derechos y regalías de estos 39 filmes.

Poder y fortuna

En algunas de sus conversaciones con periodistas Mario Moreno se refería a Cantinflas como otra persona. Y así fue en la vida real, coinciden sus críticos.

En la revista Eme Equis el periodista Luis Guillermo Hernández recordó, por ejemplo, que el actor fue consejero del presidente Gustavo Díaz Ordaz, uno de los mandatarios más polémicos del país pues en su gobierno ocurrió la matanza de estudiantes del 2 de octubre de 1968.

También fue promotor del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), según documentos desclasificados de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), que durante décadas fue la policía política del país.

«Su fama pública, su prestigio, pero sobre todo el amor que le tiene la mayoría de la población a su personaje, le permiten tener derecho de picaporte con presidentes, diplomáticos, funcionarios, dignatarios de otros países», escribe Hernández.

«Esa influencia, ese poder político y social, entonces, ha de ser usado por Mario Moreno para su beneficio particular, como han de documentar los espías del propio gobierno», subraya el periodista.

Algo que se tradujo en grandes fortunas, añade la escritora Loaeza, y que agudizó la contradicción de su vida:

Por un lado, en el cine representaba a una persona pobre con poca educación y dinero, pero fuera de las filmaciones vivía con gran lujo.

«Su Cantinflas»

En el cine también hubo dos Cantinflas, asegura Guadalupe Loaeza:

Una mujer llora junto al féretro de Cantinflas en 1993. Foto: AFP/Getty
Tras su muerte en 1993 miles despidieron a Cantinflas

Las películas que filmó en blanco y negro mostraron a un personaje de barrio pícaro y simpático, que con la llegada de los filmes en color se transformó en otro que solía dar lecciones de moral.

A veces sus diálogos coincidían con las políticas del gobierno en turno. «Se volvió muy institucional, en sus películas mandaba mensajes políticos. Ya no era el cómico del pueblo», insiste la escritora.

Pero esto no se notó el 20 de abril de 1993 cuando se rindió un homenaje al actor en el Palacio de Bellas Artes, el principal recinto cultural del país.

Durante 14 horas continuas más de 250.000 personas desfilaron ante su ataúd para despedirlo. Y cuando se recordó el centenario de su nacimiento, en 2011, miles acudieron a los homenajes.

¿Realmente importa la parte desagradable del personaje? «Los mexicanos no la quieren conocer, hay una cierta negación», responde Guadalupe Loaeza.

«Quieren conservar a su Cantinflas, parecía muy cercano al pueblo y no se quieren desilusionar».


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