Día: 21 de noviembre de 2020

La tauromaquia es una síntesis de lo que es la vida: Iván Parra en entrevista con «Eje21»

La tauromaquia es una síntesis de lo que es la vida: Iván Parra en entrevista con «Eje21». La foto que abre esta nota fue captada por Farley Betancourt, otro de los buenos amigos y contertulios de muchas tardes camperas de nuestro recordado Iván Parra que ha partido silenciosamente.

A él que le encantaba el sonido y la palabra elocuente, que heredó de su padre, en la ciudad que lo acogió hace mas de 40 años, Bogotá.

Ahí aparece en el salón de actos del hotel que nos acogió gracias a la gentileza de don Julio Rincón.

A su lado, el maestro César Rincón, el escultor Juan Torres y el pintor manizaleño Mario Jiménez, la artista Diana Francia Gómez, y Carolina de Yunis.

La imagen corresponde a la última premiación que un grupo de taurinos encabezados por él realizamos cada año al final de la temporada colombiana para premiar a los mejores.

Iván Parra, conocido como “Parrita” es un comunicador que ha trabajado en las más importantes cadenas radiales como periodista taurino y conductor de magazines, distinguiéndose por su profesionalismo, compromiso con su vocación, serio y respetuoso con la audiencia.

Llegó a la radio gracias a su devoción por la fiesta brava donde se vistió de luces y los primeros lances le hicieron recapacitar que era más beneficioso para él, ver los toros desde las barreras, compartiendo las emociones de la tauromaquia a través de los micrófonos, oficio que desempeña con propiedad y autoridad.

Después de haber tomado la alternativa de periodista taurino, al lado del inolvidable comentarista peruano Paco Luna y de Eduardo de Vengoechea en Todelar, se proyectó de la mano de Óscar Rentería en el Grupo Radial Colombiano y más tarde en Caracol donde hizo el curso completo de periodista integral, reportero, conductor de magazines y narrador taurino.

Iván Parra fue testigo de las tardes de gloria de Cesar Rincón a este y al otro lado del Atlántico. Para Parrita, César ha sido el mejor torero de todos los tiempos.

Hoy en tardes silenciosas estoicamente soportando una dolencia que lo ha alejado de sus dos grandes pasiones: la radio y los toros recuerda con un toque de nostalgia las amables y cálidas tardes taurinas en las más importantes plazas de España, México y Colombia.

Su voz tiene el tono y color que le dio identidad en una radio compartida por grandes profesionales a quienes recuerda con humildad como sus grandes maestros: Otto Greiffestein, Armando Osorio, Hernán Peláez, Armando Plata, Oscar Rentería, Julio Sánchez, entre otros grandes.

–¿Cómo llegó al periodismo?

–Henry Pineda, un profesional de la radio del Quindío, comprometido con la tauromaquia en la temporada de Armenia de 1975 convocó a los aficionados de la fiesta brava al Hotel Zuldemaida desde donde originaba su programa para La Voz de Armenia, con el fin de darles una oportunidad a los aspirantes a comentaristas. Fui preseleccionado, lo que me permitió alternar al lado de Paco Luna y Eduardo de Vengoechea, quienes en el cierre de la temporada me invitaron a trabajar con ellos en el equipo taurino de Todelar. Este fue el

comienzo de mi actividad radial. Desde entonces he estado vinculado y activo cumpliendo distintas funciones y actividades en diferentes medios radiales.

–¿Cómo descubrió su devoción por la tauromaquia?

–Yo no lo descubrí, estaba dentro de mí…quería ser torero pero no me alcanzó; más tarde me di cuenta que era más fácil hacer crítica taurina que estar delante de un toro.

–¿La tauromaquia es un arte o un espectáculo cruel?

–Es una síntesis de lo que es la vida, tiene muchas cosas artísticas, hay más crueldad en otros espectáculos y otros escenarios. Los taurinos estamos soportando un chaparrón. Para nosotros, los amantes de la fiesta brava es una forma de ser, una lección en la que hemos podido aprender muchas cosas, menos a ser crueles o violentos.

–¿Quién le puso Iván Parra “Parrita”?

–Henry Pineda, quien encontró en una enciclopedia taurina del Cossío la historia de la dinastía de los Parrita- Agustín Parra-Parrita y empezó a hacer bromas diciendo que yo era descendiente de esa dinastía, lo que no es cierto. Ya son 40 años lapso en el que me han identificado como Parrita.

–¿Cesar Rincón fue el mejor torero colombiano?

–No solo de Colombia. Es uno de los más grandes toreros de todos los tiempos de la tauromaquia. César impuso sus condiciones y sobresalió en un mundo muy difícil gracias a su inteligencia, valor, técnica y determinación. Por eso fue máxima figura en España al lado de los mejores. Tuve la fortuna de seguir como amigo y periodista, muy de cerca toda su carrera.

–¿Cómo llegó al Grupo Radial Colombiano?

–Me contrató el gerente Billy Vargas Gómez.

–¿Oscar Rentería fue su mecenas?

–Es mi amigo,  siempre me ha demostrado que cree en mí. Para mí, Óscar ha sido un gran maestro. Es un profesional de primerísimo nivel al que le he aprendido mucho.

–¿Quién lo llevó a Caracol?

–Ricardo Alarcón. Cuando Óscar Rentería regresó a Caracol sugirió que nos contrataran a Guillermo Díaz y a mí. Tuve la fortuna de trabajar 22 años en Caracol.

–¿Cómo descubrió su vocación de comunicador?

–Mi padre, abogado penalista y profesor universitario, siempre tuvo el don de la palabra y una extraordinaria facilidad para comunicar. Para mí fue una escuela natural la que todos los días trato de emular, aunque no lo he conseguido, continuaré intentándolo.

–¿Hay nostalgia de su ayer en la radio?

–No creo que llegue a la nostalgia, pero hay principios que se deberían retomar, que se echan de menos y que si tengo oportunidad pondré en práctica ante un micrófono para seguir disfrutando y respetando una actividad que amo.

–¿Por qué salió de Caracol?

–Todavía no lo sé, en la carta de despido dice, sin causa justa.

–¿A qué profesional de la radio admira? ¿Por qué?

–Afortunadamente son varios los maestros que despiertan admiración: Hernán Peláez Restrepo por su potente manera de conquistar al oyente; Yamid Amat por su inteligencia y capacidad creadora; Oscar Rentería por su imaginación y entendimiento del universo de la radio; Julio Sánchez por su talento y Guillermo Díaz por su competencia creativa.

–¿Cuál fue su modelo en la radio?

–En mis 22 años con Caracol siempre estuve rodeado de personajes a los que no solo se les debe un homenaje y aparte se les podía seguir, locutores como Juan Harvey, Otto Greiffenstein, “El padrino” Alberto Piedrahita, Armando Osorio, “El chupo” Plata, Judith Sarmiento, Gustavo Niño, todas voces maravillosas he inimitables. Periodistas como Yamid, Julio Sánchez, Hernán Peláez, Oscar Rentería, en estos profesionales encontré maestros sólidos que me ayudaron a consolidar la idea y el modelo que yo quería proyectar en la radio, aprendiendo de todos escuela que le ha dado identidad a mi actividad periodística.

–¿Cómo llegó a Pase la tarde con Caracol?

–Fue una decisión de las directivas de Caracol en cabeza de Ricardo Alarcón.

–¿Perteneció a la ACL?

–Si, en época de Pacheco y Magda Egas.

–¿Qué recuerdos tiene de Enrique Muñoz?

–Un ser humano decente, con una capacidad de solidaridad muy grande. Un amigo en toda la extensión de la palabra.

–¿Cómo percibe el futuro de la radio?

–Preocupante, porque la plataforma de este momento no es buena. Hay que volver al respeto y a la creatividad, por el camino de la chabacanería la improvisación el futuro es oscuro.

–¿La dinámica de las redes sociales está apagando radios?

–Es una competencia difícil, lo que tenemos que hacer es integrarlas a la radio.

–¿Los monopolios de la radio, acabaron con la ética informativa?

–Ese conjunto de normas que llamamos Ética debe estar por encima de cualquier contaminación.

–¿En su paso por la radio hubo espacio para la chabacanería y la vulgaridad?

–Siempre busqué apartarme del mal gusto por convicción propia y respeto al oyente.

–¿La Luciérnaga y sus clones cumplieron su ciclo?

–La conclusión es que los espacios vespertinos necesitan re ingeniería y ajuste del formato…

–¿A quién escucha y cómo se informa ahora?

–Afortunadamente hay varias alternativas para informarnos. No he dejado la costumbre de pasearme por el dial de derecha a izquierda y de izquierda a derecha.

–¿Hay cole gaje y lealtad en el periodismo?

–Hay de todo y hasta tengo buenos amigos

–¿Espiritual o religioso?

–Espiritual.

–¿Los españoles de Prisa fueron buenos jefes?

–No tengo queja.

–¿Hoy se hace periodismo objetivo y ético en radio?

–Mientras no se dejen contaminar por la mermelada

–¿Los cinco temas que han animado su existencia, su banda sonora?

–“What a wonderful world”- Louis Armstrong, – “Mi unicornio azul” – Manuel Ascanio, -“Tómame o déjame” maestro Basurto de los Panchos- “Habana Travel “-Omara Portuondo, – “Sevilla”, Roció Jurado

–¿Se vistió de luces?

–Si, en la columna Mirador de José Pardo Llada, en un periódico caleño apareció mi foto en traje de luces y el pie de foto decía…»Iván Parra vestido de mugre y miedo»; el traje era muy modesto cuando llegó a mis manos, en épocas pretéritas fue un precioso blanco y oro.

–¿Quién fue su guía como comentarista y periodista de toros?

–El maestro Paco Luna.

–¿Le ofrecieron sobre?

–Como sabían que no recibía, no me ofrecían.

–¿Cuál fue un momento inolvidable en su carrera profesional?

–Acompañar a Cesar Rincón en sus triunfos internacionales y nacionales. El cubrimiento de los atentados terroristas de Londres en directo para Colombia

–¿Cuál fue el error de su vida?

–Salirme del Seguro Social para un fondo de pensiones.

–¿Un programa que se quedó en su existencia?

–“Radio lente” con Hernán Restrepo Duque y “La Luciérnaga” con Hernán Peláez Restrepo. Profesionalmente llevo en el corazón “Hola Buenos días”, “La Ventana” y “Pase la Tarde”.

Nos golpea el alma la partida de un fenómeno, Iván Parra. Dios guarde a usted y que la tierra le sea leve

Nos golpea el alma la partida de un fenómeno, Iván Parra. Dios guarde a usted y que la tierra le sea leve. Me cuesta escribir sobre un hermano mayor, amigazo, confidente, maestro en las lides del idioma y en los misterios del toro.

Un señor en toda regla y un periodista como la copa de un pino que los males del cuerpo apagaron su luminosa existencia.

Nos conocimos muy jóvenes, tuvimos empatía, trabajamos juntos en Caracol radio, compartimos muchos viajes, ferias, alegrías, saberes a través del conocimiento del toro.

Ese mundo que es tan noble y generoso y que nos arropa a miles de feligreses con sus reglas de oro de la verdad, el señorío, la verticalidad.

Y tantos valores que muchos desconocen y nos quieren prohibir a nosotros que participamos del rito de la tauromaquia.

El toro nos unió a Iván hasta su partida la mañana de este sábado.

Nació en las fértiles y suaves tierras del Quindío, la de su exquisito café, la de sus gentes laboriosas.

Se vino, jovencito e ilusionado con una maleta de sueños a Bogotá a estudiar en el Externado y abrevar en la fuentes el Derecho con el maestro Fernando Hinestrosa.

No se graduó porque el toro lo llevó por otros senderos de la vida, llegó a la radio pero previamente pasó por la lidia de novillos.

No era muy valeroso para estas lides como le ocurrió años atrás al maestro Botero que se iba a dibujar en el tendido «capando» la clase de toreo de Aranguito a la sazón el guarda de los tesoros de «La Macarena» de Medellín-…..

Pero Iván utilizó su hermoso instrumento, el castellano, para pulirlo, embellecerlo, llevarlo a los estadios de la elegancia más refinada y contar lo que acontecía en el mundo (era mas que un periodista taurino al uso) que en resumen es el ruedo de una plaza de toros que concita tantos valores.

Tuvo Iván (tuvimos, digo, sus fieles oyentes) el privilegio de que nos narrara de la manera mas prístina la grandeza de un joven del barrio Santander de Bogotá.

Que una soleada tarde en la catedral del toreo, Las Ventas de Madrid allá por 1991 salió por primera vez por la puerta grande un 21 de mayo y serían ese año 4 consecutivas:

César Rincón que está desolado en su finca de Extremadura con la penosa noticia del definitivo adiós de su compañero de transmisiones en RCN.

No he visto un periodista que mas amara esos «cacharros» viejos de radio como un ladrillo y unos audífonos enormes, pese al avance de la tecnología que la empresa le brindaba pero él rehusaba, prefería ese «monstruo» de cuero («traje») carmelita que un pequeño radiecito con su audífono normal.

Decía que «así oigo mejor el sonido de la plaza».

No tendré con quien hablar de toros tan íntimamente, no podré preguntarle a Iván por aquella faena de Camino, o la de Manzanares, o la del maestro Cáceres.

O viajar a nuestras ferias, como fue esa narración de la última tarde del 91 de su emblemática gira española y francesa.

En la plaza de Zaragoza que tuve el honor de compartir en el micrófono con el maestro Molés y mi hermano Iván.

Parte de lo que he acumulado en materia taurina se lo debo a él.

Sin duda. Lo que no sé y es mucho mucho es atribuible a mis debilidades y el único responsable.

Comprenderán que estas líneas están transitadas por la mas viva emoción, por la pena, por la tristeza. Escribir sobre Iván en estas circunstancias me cuesta un mundo.

Puedo entender los gestos condolidos de muchos taurinos que él convocó, a través de la magia de la radio ante ese adiós.

En la hora de la muerte, del cese de ese largo camino desde que nacemos.

Traslado mis lágrimas a su señora madre, a «la llave», su querida esposa, a su hija, a su nieta.

A «mi hermano» Julián, hermano de carne de Iván pero hermano de vida.

Señora muerte: no vencerá usted pues mientras recordemos a este querido amigo y hermano no morirá entre nosotros.

Sé, con la certeza del conocimiento, que Manolo Molés le quiso a mares y está mas que triste y compungido

Dejó que don Pablo Neruda nos recuerde eso que es irremediable: la muerte y su certeza.

Sabemos que llegará, ¿cuándo?

«A lo sonoro llega la muerte
como un zapato sin pie, como un traje sin hombre,
llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,
llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.

Sin embargo sus pasos suenan
y su vestido suena, callado como un árbol».

Buenas sensaciones de Gómez del Pilar con los Miura (el primero, el mejor de los 4) en Logroño

Buenas sensaciones de Gómez del Pilar con los Miura (el primero, el mejor de los 4) en Logroño. La Feria de la reconstrucción se alojó este sábado en «La Ribera» en Logroño con apenas mil personas en los tendidos por las medidas sanitarias adoptadas por el gobierno de La Rioja y la empresa.

Pepe Moral y Gómez del Pilar lidiaron los míticos Miura con edad, romana y trapio. Nada que reprochar por presentación.. El segundo registró en la báscula 601 kilos y el primero 587 kilos. El mejor del encierro, el primero.

ANTONIO MIURA

El ganadero, don Antonio Miura

En el año mas duro en muchas temporadas, cada toro hoy ha sido bravo en el caballo, han empujado y en la muleta han dado facilidades como el primero, el mejor, dijo el ganadero don Antonio Miura.

Segundo y Cuarto, los mas complejos pero tuvieron un gran torero enfrente como Gómez del Pilar.

Sobre la crisis ganadera por la pandemia, dijo muy apesadumbrado :Un segundo año no podremos aguantar.

2021 será duro pero lo vamos a enfrentar, agregó el criador de Zahariche.

UN POCO DE HISTORIA DE MIURA

Miura se formó hacia 1842 por don Juan Miura, con reses de Antonio Gil, y posteriormente otro lote grande de vacas de don José Luis Alvareda, todas ellas procedentes de don Francisco Gallardo.

En 1850 y 1852 se agregaron reses de la de doña Jerónima Núñez de Prado, viuda de Cabrera, agregándole en 1854 sementales de don José Arias de Saavedra (Vistahermosa).

Al fallecimiento de don Juan, en 1855, se anunció a nombre de su viuda, y de ésta pasó a su hijo mayor, don Antonio Miura, y a la muerte de éste, en 1893, se hizo cargo su hermano don Eduardo, heredándola en 1917 sus hijos don Antonio y don José, anunciándolo: “Hijos de don Eduardo Miura”.

A finales de 1940, don Antonio y don José se la cedieron a su hijo y sobrino don Eduardo Miura Fernández.

A la muerte de don Eduardo Miura Fernández, en 1996, la heredan sus hijos don Eduardo y don Antonio Miura, los cuales lidian a nombre de “Hijos de don Eduardo Miura”.

En 2002 la ganadería pasa a anunciarse como “Miura”.

EL FESTEJO EN LOGROÑO

Abrió Pepe Moral con «Amapolo» faena en la que la colocación y el haber empezado doblándose armónicamente con él logró momentos muy emotivos por el pitón derecho y un remate con el de pecho sensacional.

Como conocedor de este hierro tan singular en la cabaña brava con mas de 150 años de existencia, Moral instrumentó una faena equilibrada dejando que el toro llegara a su jurisdicción y con la inteligencia de cambiar rápidamente de la mano izquierda a la derecha para aprovechar mejor las embestidas.

Y no es inusual que un Miura tenga nobleza como este primero que le facilitó al torero su labor con la muleta.

Falló con la espada. La lucidez que tuvo durante casi 20 minutos en el 21 todo se vino abajo con la suerte suprema al no encontrar el sitio en varias ocasiones. Nunca mejor dicho se «atascó» con la espada.

Público respetuoso entiende que no se trata de un toro cualquier sino de un Miura.

Amapolo fue llevado al final en medio de una cálida ovación. Al torero, silencio y dos avisos.

601 kilos, toro largo, negro entrepelado, «Berruga». Gómez del Pilar lo recibió a porta gayola en un emotivo lance que le salió perfecto.

Pegó un saltito y remató en tablas.

El toro tiene las expresiones del típico Miura y el torero apela a todo su conocimiento para la lidia.

«Se lo piensa», amaga pero no va metido en los engaños y el torero aguanta y pisa firme.

Y de pronto surge el toreo en una tanda de mucho contenido. Lo que pasa es que al tercer muletazo, el de Zahariche echa la cara arriba, punteando y «hasta ahí hemos llegado «.

Es ese comportamiento de «guardarse» para de improviso topar con mucho peligro. Diríamos en palabras del maestro Antoñete, el toro que se hace «el haripendi».

Estocada «de libro», ovacionado y cae la primera oreja. Mucha verdad en l a suere suprema.

Sale «Arenero», astiblanco, abierto de cuerna, con 577 kilos para Pepe Moral. Toro con casi 6 años.

Al toro le cuesta ir a la muleta, es una tanda corta. El pitón izquierdo es el de mas recorrido. Cómo se notan esos años del toro en su hostil comportamiento y sobre todo la irregularidad.

Nada que ver con ese noble primero. Por el derecho, reservón.

Pincha. Al segundo intento, baja, tendida y poco efectiva. Aviso.

Con un serio toro negro mulato, bragao, meano, degollado de papada, de nombre «Rayito», 593 kilos cierra la tarde Gómez del Pilar.

Gran vara de Pepe Aguado con un toro que se arrancó de lejos y con clase.

Como es de hermoso ver a un hombre de plata como Rafael González colocando el toro en la brega, con el lance justo y medido.

Emotivo brindis del torero a toda su cuadrilla con la ovación del «respetable».

Por el derecho tiene menos recorrido y debe ser de uno en uno. El torero «provoca» mucho la embestida, le gana la acción y se impone a las condiciones de este «rayito» que cada vez se queda mas cortito y se frena.

Este tipo de encastes requiere temple, despaciosidad, llevarlo muy tapadito y sin ninguna violencia. Además como decían las crónicas antiguas que reseñaban lo de Lagartijo y Frascuelo en el siglo XIX, Gómez del Pilar está «tragando paquete» con un ejemplar que se revuelve en un palmo de terreno.

Todo con mucha verdad , firmeza, solidez, solvencia por parte de este joven espada madrileño. De tan bien que lo ha lidiado , el toro terminó pasando más allá de la cadera y hasta entregándose.

Como la faena fue larga, un aviso.

El toro en el momento de la suerte suprema «pierde» las manos y el torero pincha, la segunda, perpendicular , caída y delantera.

RESUMEN

TOROS DE MIURA, PLAZA DE LOGROÑO, APENAS 1.000 PERSONAS POR LAS MEDIDAS ANTI COVID.

PEPE MORAL Silencio, dos orejas y ovacionado el toro en el arrastre. Y un aviso.

Al abandonar la plaza, pasa por la enfermería para que los médicos le revisen el codo derecho que se lesionó al entrar a matar.

GOMEZ DEL PILAR , una oreja , aviso y ovación.

Arévalo publica «La tauromaquia en tela de juicio»

José Carlos Arévalo, periodista y conocido por los aficionados por haber dirigido la revista taurina “6toros6”, inicia este proceso de publicaciones taurinas de la editorial Tauromagia.

La tauromaquia en tela de juicio. Argumentos para un informe a la UNESCO

Donde entra en detalle sobre qué es la tauromaquia, qué implica a nivel cultural y artístico y cómo y por qué debería ser defendida ante la UNESCO para que sea considerada patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

A lo largo de 180 páginas, Arévalo hace un detallado recorrido por la significación de la tauromaquia desde el punto de vista sociológico, cultural y artístico.

Todo sólido argumentario en defensa de la fiesta de los toros, pensado, meditado, profundo y sólido en sus planteamientos.

Una excelente obra de un gran tratadista como José Carlos.

En el libro se habla de la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial.

En base a un informe a las autoridades de la corrida con los requisitos exigidos por la Unesco.

Se alude a apuntes sobre la significación del toro ibérico, se estudia el ecosistema del Toro de lidia, se analiza la tauromaquia como arte escénico.

Sin dejar de lado el rejoneo y los festejos populares.

Arévalo ahonda asimismo sobre la tauromaquia de sus circunstancias, el impacto que en la economía genera la fiesta.

Se habla también de política y toros, de la tauromaquia y su comunicación, de la idiosincrasia de las plazas de toros.

Y de las razones del por qué se va a los toros.

Y también se analiza la presencia de la tauromaquia en la cultura: en las artes plásticas, como la fotografía, la pintura, el dibujo, el grabado, el cartelismo, la escultura y la arquitectura.

También de la artesanía taurina, de la sastrería taurina, de los géneros literarios que abordan la tauromaquia y la presencia del toreo en el cine y la música. Una obra de referencia para todos los aficionados.

José Carlos Arévalo Díaz de Quijano fundó y dirigió los semanarios taurinos Toros 92 y El Toreo.

En 1991 hizo lo propio con 6 Toros 6, una revista de referencia en los últimos años del siglo XX y primeros del XXI. En 1997 se hizo cargo de la revista mejicana Campo Bravo uniéndola a 6 Toros 6

Arévalo ha escrito, como coautor o en solitario, numerosos libros de temática taurina entre los que destacan:

Las Ventas 50 años de corridasNacido para morirRepóquer: temporada taurina 1985La guerra secreta: Temporada taurina 1986El enigma de Curro RomeroLas Tauromaquias y el misterio taurinoAntoñete o el arte de torear y El Secreto de Armillita.


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