Todo se encuentra preparado para la feria 66 en Manizales que por primera vez en su larga y fructuosa historia será virtual por las circunstancias de esta fantasmal pandemia que nos acosa entre el miedo propagado por las redes y el «boca a boca».

Supe que, oí que, me dijeron en un restaurante, a un primo lo ingresaron a la clínica por sospecha (oigase y lease bien, por sospecha de Covid), lo entubaron y a la final el diagnostico fue: resfriado.

Lo que no le quita fuerza a que realmente la pandemia tiene raíces y consecuencias desastrosas para los seres humanos y tomar las previsiones de rigor sea aconsejable.

No descuidarnos, en suma.

Dicho lo cual a la plaza monumental solo entrarán 50 personas pero las corridas del 10 y 11 de enero (domingo y lunes), se verán a través de las redes sociales de CORMANIZALES en su facebook live.

TOTALMENTE GRATIS.

Los toros de las ganaderías de Gutierrez, Barbero y Juan Bernardo están en corrales y su presentación no tiene tacha.

El triunfador de este ciclo tiene garantizado ser incluido en los carteles de 2022.

Habrá clarines y timbales, no estará la banda (no hay cupo para estos excelente músicos por las rigurosas medidas del gobierno) pero las redes sociales se encargarán de llevar el espíritu de la tauromaquia en la ciudad que inventó las ferias en Colombia.

Los seis toreros (tres cada tarde) ya se encuentran en Manizales, varios vienen de hacer campo en ganaderías de sus regiones y cada uno con su historia, sus saberes, sus inmensos deseos de éxito, darán sin lugar a dudas lo mejor de sí.

Toreros de la trayectoria de Cristobal Pardo o David Martinez son banderilleros y lucen en el segundo tercio, hay pues toreros que sorprenden como José Arcila o Juan de Castilla que atesoran muchas virtudes y premios (no olvido la faena de Arcila en el Festival en Manizales el año pasado y la de Juan de Castilla con el toro de Juan Bernardo en Bogotá); esa esperanza que es Sebastian Hernandez y la elegancia y formas de Castrillón.

La mañana de este jueves 7 de Enero, murió el rejoneador Carlos Arruza Vázquez, hijo del inolvidable Carlos Arruza.

Conocido también como el Ciclón Mexicano, por causas naturales a los 67 años en su Rancho de Ocoyoacac, Estado de México.

Según «Toros en el Mundo», Carlos Arruza Vázquez -así los registró legalmente el Maestro Carlos Arruza padre con el apellido de Arruza.

Debutó en la Plaza de Celaya el 7 de noviembre de 1971.

Mi estimado colega Juan Antonio de Labra da mas detalles del hijo del ciclón mexicano:

Carlos Arruza Vázquez nació en la capital del país el 7 de noviembre de 1953.

Debutó en público en la plaza de Celaya, Guanajuato, la tarde del 7 de noviembre de 1971, cuando rejoneó un novillo de Cerralvo, compartiendo cartel con los matadores Manolo Martínez y César Franco.

Un serie de triunfos en varias plazas de México, le permitieron concretar una importante temporada en Portugal durante la década de los años 70 del siglo pasado, donde logró recibir el doctorado de manos de del rejoneador luso David Ribeiro Téllez, el 1 de junio de 1975, precisamente en la localidad de Santarem.

Precisamente en una de sus presentaciones  en Villa Franca de Xira sufrió un accidente que le ocasionó fractura de cráneo y tuvo que retirarse por un tiempo.

Regresó a los ruedos nuevamente pero el 17 de septiembre de 1977 perdió gran parte de su cuadra de caballos por un accidente de carretera.

En 1989, el rejoneador Ramón Serrano le proporcionó una cuadra de caballos para volver a la actividad, pero desafortunadamente la lesión en la cabeza se recrudeció, provocándole fuertes migrañas, por lo que decidió dejar la carrera en 1991.

Se presentó en la Plaza México la tarde el 15 de febrero de 1976, con el toro «Bonito», de la ganadería de Cerro Viejo, ocasión en la que compartió créditos con los matadores Adrián Romero, Manolo Arruza y Mario Coelho, quienes a su vez lidiaron astados de Las Huertas, de la familia Barroso.