Los censores creen que cambiando de nombre borran la historia.
El pueblo judio en tiempos del nazismo conservó su identidad, su lengua, su religión. Los vascos guardaron por centenares de años su bella lengua que era prohibida en tiempos de dictadura en España y para honra de nuestra quehacer como sociedad aun tenemos casi un centenar de lenguas que recorren lo que ha sido la presencia de nuestros primitivos habitantes, antes de la llega » del hombre blanco» a estas tierras benditas. Y no reniego del español o castellano que nos permite decir » amor», » dulce de breva «, o » mandarina , o » Belén de los Andaquies».
La plaza de toros De Santamaría comenzó como idea en los 20″s en los sueños de un creador, don Ignacio Sanz de Santamaría , ese sí verdadero animalista y forjador de empresas que perdió su inversión en ese bello edificio ,tras fundar » Mondoñedo» que acaba de cumplir 100 años , y lo perdió por los vientos huracanados de la caída de la bolsa de Nueva York en el año 29 y tuvo que entregarlo al entonces municipio de Bogotá ; por eso el hoy Distrito maneja el inmueble, que , por cierto, es un bien cultural. Pero la plaza no es del gobierno de turno sino de todos los ciudadanos.
Total, en sus casi 100 años de historia La Santamaría ha sido escenario para la cultura, expresiones deportivas, de entretenimiento y la cultura taurina ha convivido sin problemas con otras manifestaciones.
Recuerdo presentaciones de basket con los estupendos Harlem Globetrotters , de patinaje en el hielo , de partidos de tenis internacional , de boxeo ( era muy chico pero me acuerdo de Caraballo y sus peleas por título mundial ) pero asistí a la presentación de la Opera «Carmen» con la magnífica exhibición consus caballos del maestro del rejoneo don Angel Peralta. Y mencionar como la plaza fue escenario de expresiones políticas en tiempos del doctor Jorge Eliécer Gaitán, el Dr. Laureano Gómez, de banderias ideológicas opuestas. Y ver en los tendidos muchas tardes de toros en el tendido de sombra a don Luis Carlos Galán, al expresidente Gaviria, al muy taurino expresidente Guillermo León Valencia que pronunció una hermosa pieza literaria en la peña madrileña de los de » José y Juan «.
Bueno, pues ahora la censura despoja de la esencia de lo que ha sido La Santamaría, los toros y ahora es plaza de cultura. Diría quie es redundante porque el coso de la calle 26 en la que se ha visto al Niño de la Palma, a Luis Miguel Dominguín, a Camino , al Viti, a Pepe Cáceres, a Palomo, a Ortega Cano , a César Rincón, a Ponce, etc, etc,.
Como se decía en tiempos luchas políticas » No pasarán «