A la vista de la presentación de la Feria de Cali por la empresa Toro Vive, que aconteció el pasado 7 de
octubre, nos vemos en la obligación de emitir el presente comunicado, a fin de, en primer lugar,
salvaguardar el respeto que merece la persona de Juan de Castilla y todo su equipo, así como su amada
profesión, y, por otro lado, dar respuesta a todas aquellas personas que expectantes tenían la ilusión de ver torear en su país a su compatriota y que, muy tristemente, no ha sido posible, agradeciendo de antemano por todo el cariño y apoyo que en estos días estamos recibiendo.
En primer lugar, tenemos que expresar la gran tristeza e impotencia que nos genera el quedarnos fuera de la feria de Cali, pues torear en Colombia es aquello con lo que cualquier torero colombiano sueña.
En segundo lugar, queremos manifestar nuestra discrepancia con la versión ofrecida por la empresa sobre
esta ausencia, ya que no obedece a los motivos por ellos alegados.
La afirmación vertida en el mencionado acto: “están los que han querido venir, (…), los que no están no
han querido estar” es, a todas luces, falsa, hiriente y no ajustada a la realidad.
Por supuesto que la intención y gran ilusión de Juan de Castilla ha sido, en todo momento, estar en esta
feria, si bien eso tenía que acontecer en el seno de una negociación respetuosa y factible para los intereses de ambas partes.
Sorprenden poderosamente las afirmaciones vertidas en las que se enaltece la trayectoria de Juan de
Castilla, se reconoce su gran esfuerzo y triunfos a lo largo de esta temporada. Sin embargo, no se ha visto
reflejado en un acuerdo final que dignifique, precisamente, todo aquello que elogian. Desconocemos qué
entiende la empresa por “apostar por un torero”, -como dicen-, pero, desde luego, nada tiene que ver con
el trato recibido. Apostar por un torero es, ni más ni menos, que ofrecer unas condiciones dignas y
honradas con la situación actual, sin cambios de última hora.
Nuestra postura ha sido, desde el inicio de las negociaciones, clara e indubitada, con el objetivo de estar
presentes en la feria de Cali. El comienzo del diálogo vino de la mano del acuerdo en los compañeros de
terna si bien con discrepancias en el aspecto económico. Nos ofrecieron condiciones menos favorables
que las acordadas el año pasado con la empresa anterior que gestionaba la Plaza de Toros de Cali, lo cual
no resultaba viable para nosotros, ya que torear en Cali habría representado un costo. Una vez alcanzado el acuerdo económico, que igualaba las condiciones del año pasado, la empresa incumplió su palabra y
modificó el cartel.
Como todos sabemos, Colombia atraviesa un momento convulso en su lucha por la permanencia de la
tauromaquia. Ahora bien, no debe permitirse que esta situación se utilice como arma arrojadiza, criterio de negociación o como justificación para que Juan de Castilla tenga la obligación de acudir a cualquier precio y bajo cualquier condición, siendo uno de los toreros colombianos con mayor proyección por los méritos obtenidos a lo largo de esta temporada. La defensa de la tauromaquia empieza por el respeto a la profesión, sin el cual no podrá sobrevivir.
Sin otro particular, agradecemos a todas aquellas personas que han depositado su confianza y expectativas
en nuestro proyecto. Seguiremos luchando por este gran sueño, enalteciendo la bandera de Colombia
como hasta ahora y haciendo partícipe a todos vosotros de lo que está por llegar.