Pepe Ruiz es un roble.
Su nombre de pila Cristo Ramón Valdivieso Ruiz , naciò en Cereté, Córdoba, en marzo 7 de 1956..
ALTERNATIVA
Agosto 15 de 1980 Ixmiquilpan – Estado Hidalgo – México. Eloy Cavazos , padrino y Jorge Gutiérrez el testigo con toros de Las Golondrinas.
Por estas calendas esos inoportunos males del cuerpo no han minado su espìritu y saliò fortalecido de un hospital donde le practicaron una cirugìa. Enhorabuena, torero.
LOS TIEMPOS DE TORERO
A. C. Busto / M. Rojo
Sin «juicios de valor» y con toda la crudeza de la realidad, así es ‘Tardes de soledad’ y así la presentó su director en Gijón. El premiado Albert Serra trajo al FICX el documental que narra la vida del torero Roca Rey, una cinta con la que, según comentó, aspira a contar «la verdad de la vida y la muerte». Serra tiró de humor antes de que su película se ocupase de la crudeza, tanto que por momentos hubo espectadores que hasta se tapaban la cara, y contó cómo una mujer se le acercó tras el estreno y le confesó que pese a ser vegana tanto le había fascinado la película que sentía que «la había corrompido». El director también dejó claro que su película no pretende llevar al cine el debate de tauromaquia sí o no, sino adentrarse en lo más hondo del ser humano, en este caso tomando a Andrés Roca Rey como protagonista y sin escatimar un gramo de verdad en su historia.
Para tranquilizar a unos y otros, y por si alguien no lo tenía claro, explicó, didáctico, Albert Serra que aquello que se acababa de proyectar en el Teatro Jovellanos era una película de cine. Más en concreto, a través de varias tardes de rodaje con Andrés Roca Rey, una de las máximas figuras del toreo actual, que le abrió las puertas a un cineasta del ritual como ningún matador lo había hecho nunca. Es por eso que, explicó el director tras la proyección, «esta es la mejor película que se ha hecho jamás de tauromaquia, pero también la mejor película que se hará jamás de tauromaquia». Le gusta a Serra un buen titular. Pero lo justificó apoyándose, más que en Roca Rey, hierático, pensativo, con la mirada perdida en ocasiones, por la cuadrilla que le acompañaba. «Eres el más grande», le animaban. «Pura verdad, maestro». Y alguna frase lapidaria. «La muerte no existe», le decían para animarse. «¿Pero qué dicen estos tíos?», pensaba Albert Serra mientras escuchaba las grabaciones. Y es por eso, explicaba, por lo que no se podrá rodar una película así de nuevo. «Esta gente está desapareciendo, tienen 40 o 50 años y están en peligro de extinción», describía.
A preguntas del público, contestó algún detalle del rodaje. Cuando le preguntaron por qué había puesto banda sonora al filme, él contestó: «¿Por qué no?». Cuando le preguntaron por la cercanía de los planos, que se recreaban -como suele hacer en su cine- en los detalles, tanto en la belleza de los trajes de luces como en el albero de Sevilla, pero también en la respiración del toro, en la sangre, en las heridas, en el descabello, en la muerte. «Se veía cómo la muerte estaba presente, cómo se iba poco a poco. Me gustaron mucho esos planos», explicaba el cineasta. Unos planos que tampoco permitían ver con claridad los pases del maestro. Recordó de nuevo Serra que aquello no era una retransmisión televisiva de una corrida de toros. «Esto es cine». Y por eso, quizás, desveló Serra, el torero, tras ver la película, le dijo: «Me has traicionado». Pero no quiso cambiar ni un plano.
‘Tardes de soledad’ llegó al FICX fuera de concurso y en forma de pase especial, que Serra se encargó de presentar y también de cerrar. Tras el pase, Serra recibió el ejemplar de la revista ‘VG’, sobre la cultura en Gijón, que edita mensualmente este periódico y en la que es el protagonista de la portada de noviembre. Con ella quiso fotografiarse junto a Jesús Martínez Salvador para cerrar una hornada de emociones dentro y fuera de la pantalla.El documental que narra la vida del torero Roca Rey, una cinta con la que aspira a contar, muy de cerca, «la verdad de la vida y la muerte»