Acertaron con el afiche de la feria de Sevilla
Los últimos carteles de la feria de Sevilla no llenaron las expectativas de profesionales y aficionados y el de este año es mas cercano a la fiesta, a esa Sevilla de callejuelas, de su Maestranza, de Curro Romero, de Belmonte y su Triana.
En el Salón de los Carteles de la Plaza de Toros de la Real Maestranza, y en un mediodía con temperaturas casi de primavera, se ha presentado el cartel que anuncia la temporada taurina en Sevilla. Su autor es el artista plástico Abraham Cruzvillegas (Ciudad de México, 1968) quien, vestido con el traje de charro, subrayó la relación entre “cultura y arte en la fiesta de los toros”. En el acto han intervenido, además del propio autor del cartel, el teniente de hermano mayor de la Real Maestranza, Santiago León Domecq, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, el empresario de la Plaza de Toros, Ramón Valencia, y el galerista Pepe Cobo.
Fue Pepe Cobo quien explicó las singularidades de la obra de Abraham Cruzvillegas, respecto de la trayectoria del autor mexicano y respecto de un cartel que se suma a la colección de carteles taurinos de la Real Maestranza. Una colección que este año cumple treinta primaveras, ya que, como recordó Cobo, esta costumbre a la hora de anunciar la llegada de la fiesta comenzó su andadura en 1994 gracias al pintor Juan Maestre. “Son treinta carteles ya. Por lo que podemos decir sin duda que esta es la mejor colección del mundo sobre carteles taurinos”, declaró el galerista, reseña el Diario de Sevilla
QUIEN ES EL AUTOR DE LA OBRA ?
abraham cruzvillegas
1968, Ciudad de México
El proceso artístico de Abraham Cruzvillegas se alimenta constantemente de su entorno. Sus proyectos se definen, más que por un medio específico, por su interrelación con la idea de autoconstrucción: un concepto derivado de las precarias e ingeniosas tácticas de construcción colaborativa de los vecinos de la colonia Ajusco, en donde pasó su infancia en la Ciudad de México. Cruzvillegas se apropia este término para describir un enfoque de improvisación inventiva e inestable, que presenta el cambio como un estado permanente, y que surge de la naturaleza caótica y fragmentaria de la vida. Con el paso del tiempo, autoconstrucción ha dado lugar a nuevos enfoques como autodestrucción y autoconfusión. Estas exploraciones han llevado a Cruzvillegas a indagar en sus propios orígenes y a colaborar con su familia y amigos en una forma de investigación muy personal, que resulta en un constante proceso de aprendizaje sobre los materiales, el paisaje, la gente y sobre sí mismo.
A través de su obra —que incluye escultura, pintura, dibujo, instalación y video—, Cruzvillegas revela un compromiso constante y cercano con el mundo material y con la construcción y transformación continua de identidades personales y colectivas. Sus esculturas, hechas con una gran variedad de objetos que el artista acumula desordenadamente, desafían los cánones tradicionales de la creación artística. Sus pinturas y dibujos se caracterizan por una mirada incisiva y un fuerte sentido del humor, producto de su formación temprana como caricaturista político. En paralelo a su producción artística, Cruzvillegas ha cultivado la escritura como una herramienta de investigación y reflexión personal que fusiona historia, crítica y ficción. Sus letras de canciones y textos sobre arte, política y cultura son una dimensión añadida a su práctica estética.
Cruzvillegas estudió pedagogía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 1986 a 1990, al tiempo que participaba en el «Taller de los viernes» con Gabriel Orozco, Damián Ortega, Gabriel Kuri y Dr. Lakra. En 2012, fue el quinto ganador del Yanghyun Prize y en 2006 recibió el Prix Altadis d’arts plastiques.
Abraham Cruzvillegas vive y trabaja en la Ciudad de México.