Puerta grande de Marco Pérez en su debut de novillero con caballos, en Istres, Francia

Puerta grande de Marco Pérez en su debut de novillero con caballos, en Istres, Francia

Marco Pérez , ese niño que salió por la puerta grande en Manizales en hombros del maestro Rincón , debutó hoy como novillero con caballos en solitario al cumplir los 16 años en la localidad francesa de Istres con un terno celeste y oro.

Debut auspicioso que no engaña a quienes siempre han creído que en él hay un botón de torero de época.

Cortó tres orejas y se fue en hombros en una tarde mágica para él

Lidia novillos de Gallon de origen francés.

En sus primeros compases, el novillo le falta recorrido. Lo lanceó por verónica y el viento incordia.

La colocación, la distancia y perderle pasos han sido la clave de la faena.

Ha tenido que batallar contra el viento y la fortuna es que la nobleza y la fijeza de su primero le facilita las cosas y lo que le hace falta al novillo lo pone este torero en ciernes…Ese toque perfecto hace que la composición de al faena resulte eficaz.

Y pone el punto final con manoletinas y un pase de pecho…

Pincha en la suerte contraria y se atasca con la espada. No encuentra el sitio. El público lo alienta. Aviso. Golpe de verduguillo.

Ovacionado

El segundo novillo le ha permitido torear despacio, ha pegado muletazos con temple y muletazos hacía adentro. Circular invertido y en redondo sacándoselo por la espalda. Qué seguridad en esas cercanías.

Pincha..La espada rompe ese idilio del bien torear que debe tener su colofón con la suerte suprema. Al segundo, aunque contraria, fue eficaz.

El palco le concedió oreja.

Al terminar , se ofreció en la arena un espectáculo flamenco ecuestre muy lucido.

Con una seguridad impresionante, Marco ha estado como un torero hecho y apenas tiene 16 años cumplidos. Ha bordado el toreo con pases por ambos pitones , cambios de manos, trincherillas. Cómo ha tenido ritmo, y empaque la faena del chico de Salamanca. Y además resolviendo los problemas de terrenos y distancias que le planteó el novillo.

Espadazo. Contraria.

El novillo, paralelo a las tablas demora en caer.

Ovación con petición de trofeos. Dos orejas y vuelta al ruedo al novillo.

El toro se lo brindó a Domingo López Chaves que ejerce de comentarista en Onetoro, canal que nos ha permitido registrar las fotos que ilustran esta nota.

Cierra su apuesta en solitario con el cuarto.

Larga de rodillas muy emocionante y verónicas.

Bien de hechuras el novillo. Su apoderado Juan Bautista le tiene confianza.

En el quite, una media en dos tiempos y una serpentina.

Estatuarios, ayudados por alto para iniciar faena y el toro a los medios tras el pase de pecho. El novillo tiene las fuerzas justas.

El novillo a esta altura no tiene la misma enjundia que en la primera parte.

El viento del mistral molesta y el novillero debe complementar con el ayudado para sostener la muleta y dar el pase que en este caso es con la mano izquierda.

A media altura pasa el novillo con nobleza pero el viento sigue perturbando la labor del torero.

Lo que impresiona en este chico es la naturalidad, la parsimonia, el torear despacito.

La pañosa flamea, suena el pasodoble y busca el lucimiento. Dos pases por bajo y el de pecho.

Se perfila, alguien se mueve en el callejón y malogra la suerte. Trasera y tendida. Marra con el descabello. Aviso.

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