Almudena Grandes se ha ido en olor de santidad literaria y deja memorables momentos en favor de la tauromaquia

Almudena Grandes se ha ido en olor de santidad literaria y deja memorables momentos en favor de la tauromaquia

Ha muerto tras un cáncer fulminante que anunció hace sólo un mes dejando una obra escrita que da fe de una pluma tan prolífica como eficaz que encandiló a millones de lectores y fue llevada al cine en varias ocasiones. Entre ensayos, guiones y miles de artículos, firmó 13 novelas desde su ópera prima, la muy escandalosa en su tiempo ‘Las edades de Lulú’, hasta ‘La madre de Frankenstein’, publicada el pasado 2020 y perteneciente a su ambicioso ciclo ‘Episodios de una guerra interminable con el que buscaba novelizar los años posteriores a la cruenta guerra civil española.

ERA AFICIONADA A LOS TOROS

«Yo soy aficionada a los toros. Escribí un cuento, ‘Tabaco y negro’, en el que un abuelo le decía a su nieta: cualquier día lo prohibirán y hasta será lógico, pero mientras no lo hagan, no hay nada que se parezca a esto», dijo en conversación telefónica con Efe.

PROHIBIR LAS CORRIDAS…PERO CÓMO?, DECÍA LA ESCRITORA

Las corridas de toros no se imponen a nadie, por lo que no tiene sentido prohibirlas, aseveró. Y agregó :

«Esa es también un poco mi opinión», aseguró la escritora, que se declaró taurina pero también respetuosa con los detractores de los toros porque «el toreo es una emoción y las emociones son muy difíciles de explicar».

«Cualquiera que no tenga la capacidad de emocionarse en una corrida de toros lo que ve es la tortura de un animal, y yo eso lo entiendo», aseguró.

«Lo de que se prohíba es otra cosa. Porque hay muchas cosas que no te gustan, pero no hace falta prohibirlas», señaló la autora de «Los aires difíciles», para quien «lo cierto es que las corridas de toros no se imponen, y por tanto no se deberían prohibir».

SU LEGADO

Grandes fue una de las escritoras españolas con más lectores desde que en 1989 se hizo con el Premio la Sonrisa Vertical por Las edades de Lulú, una novela erótica que narra las aventuras amorosas de una adolescente con un amigo de su hermano. El libro fue llevado al cine por Bigas Luna en 1990 con algunas dificultades, pues muchas actrices rechazaron el papel de Lulú por su elevado voltaje erótico hasta que la italiana Francesca Neri lo aceptó.

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Almudena Grandes, fallecida a los 61 años Emilia Gutiérrez / Propias

Tras ese film, Grandes se volvió habitual de la gran pantalla y varias de sus novelas tuvieron exitosas adaptaciones como Malena es nombre de tango (1994) o Los aires difíciles (2002). Ambas fueron llevadas al cine por Gerardo Herrero. En Malena es nombre de tango, Grandes relataba la historia de una familia a través de una esmeralda y En los aires difíciles abordaba el mundo de las segundas oportunidades.

«Quiero dejar un cadáver horrible y viejísimo»

«Quiero dejar un cadáver horrible y viejísimo», afirmaba la escritora fallecida hoy con solo 61 años en una entrevista concedida a La Contra de La Vanguardia en 2019 en la que se definía como «insólita madrileña de quinta generación». Grandes estaba casada desde 1994 con Luis García Montero, director del Instituto Cervantes y tenía tres hijos: «dos paridos y uno de mi marido, que es como mío». 

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