El maestro Paco Ojeda uno de los referentes modernos del toreo , tuvo su época de oro hace 40 años, le contó a El Mundo cómo hacía para hacer embestir a los caballos que le dio la clave para que surgiera ese toreo de cercanías con el toro.
Y con su habitual honradez, sentencia : “Si piensas en que el toro te puede matar, lo que matas es el sentimiento”
¿Es cierto que hacía embestir a los caballos?
Esa fue la llave, la clave. Mi contacto con los animales. Lo mío con el toro no consistía en la idea clásica del torero que le pega pases y un espadazo. Yo establecía una comunicación, un entendimiento, un conocimiento. ¿Por qué no podía hacer un toro de un caballo? Suena un poquito raro, de loco. Pero mis locuras son esas. Y lo conseguí. Hacía una faena con él como con una vaca. Y, no conforme con eso, enseñé a otro caballo. Así que me hice con dos caballos bravos y podía entrenar cada vez que quería. En aquellos momentos los tentaderos se daban a las figuras. Para un secundario no había vacas.Y las buscaba en la marisma… Practicaba con vacas viejas, de seis o siete años, lo ensayado con los caballos. De noche, en la impresionante noche del campo, rastreaba por las tierras de Alventus, donde 1.000 vacas sin destino me esperaban. No hacía daño a nadie porque la ganadería de Núñez Guerra no lidiaba. Implicaba muchos peligros. Pero era adicto al toreo. Aullaba cuando salía la luna. Como un hombre lobo. Las orejas del caballo señalaban dónde se encontraban las vacas. Descubrí todo lo que se podía hacer al toro, y dudé si reproducirlo en la plaza. Algo tan personal, tan íntimo y cultivado… Pensaba que exponerlo lo adulteraría. Como mercantilizarlo o algo así. Cuando lo expuse en los ruedos, los públicos se electrificaban.Su ligazón máxima, la quietud plantada donde caen las babas de los toros, su empaque rondeño, desencadenaba terremotos.No se trataba de quedarse quieto, sino del conocimiento. Quietos se han quedado muchos; como yo, ninguno. Acumulé tanta experiencia que habría sido capaz de quitarle la muleta a un toro y que hubiera salido caminando detrás de mí. Hasta llevármelo a chiqueros. Me decía: «Si sale esto, no toreo más». A punto estuve de hacerlo con un toro en Madrid. Hubiera sido el final de mi carrera.
COMANDANTE . Corría el último día de enero de 2007. La plaza De Santamaría » hasta las banderas». El cartel con El Fandi César Rincón y Talavante.
Salió «Comandante», serio, entipado , vinieron delantales y una ajustada media.
El toro en varas, bravo y empujando en la cabalgadura.
En la muleta esos cites de lejos, como en el Madrid del 91 y el toro embistiendo con clase. Tandas por ambos pitones, el maestro con las zapatillas atornilladas en la arena y la faena construida por ese genio del toreo tiene ribetes de grandeza. Se insinúa el indulto, el torero y ganadero de Las Ventas del Espíritu Santo sabe que el toro es para padrear pero el palco se resiste y no concede la gracia de que vuelva a la ganadería. Veo a César Rincón bañado su rostro en lágrimas, le pide la muleta y el estoque a su hermano Juan Carlos su fiel mozo de espadas. Lentamente va a la cara del toro y para mostrar su calidad se inventa otra faena. Pero no hay manera, el toro cae fulminado por una estocada en todo lo alto, las dos orejas y la vuelta al ruedo entre la tristeza y la congoja. Son, me dijo un día el maestro, sensaciones encontradas y fuertes.
Pidió las orejas pues para él eran un tesoro y al especialista le solicitó que le disecara la cabeza que estuvo en la galería de aquellas que esculpieron de manera brillante la ganadería de Las Ventas del Espíritu Santo.
DE COMANDANTE A COMANDANTE
Este fin de semana tras un tentadero se sentaron a manteles los invitados, entre ellos Julio César Turbay Quintero y quien fuera hasta hace unos meses el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Eduardo Zapateiro que al llegar a la finca de Albán le trajo un hermoso presente : Un bastón de mando.
A los postres, el militar pregunta por qué están esas cabezas de toros ahí. El maestro le narra que cada una representó un momento inolvidable en su fulgurante carrera, que varios de esos toros » me hicieron» la ganadería y otros son toros que trajeron triunfos a la ganadería le contó que para distinguir al toro y su origen los bautiza por familias que en definitiva son el soporte fundamental en una dehesa. La de los músicos, los graciosos, y los militares,,.. como el toro que esta de frente de nombre comandante
Cuando sirvieron el café, el maestro se levantó y le pidió a Gitanillo de América y a Sebastián Vargas que bajaran la cabeza de » Comandante» , y dijo : Esta pieza única que para mi significó tristeza y alegría una tarde en Bogotá en la que no se supo aquilatar la casta, la bravura y nobleza del toro , la quiero poner en manos de un militar con muchos pergaminos y COMANDANTE de las fuerzas armadas de colombia que honra sus galones y me ha dado generosamente el don de la amistad.
Como niño con juguete nuevo, el curtido oficial miraba esa cabeza y no podía creer que la puede lucir en el mejor lugar de su residencia. Una ovación cerrada y en pie abrochó esta faena de confraternidad entre un figurón del toreo y un general de nuestro ejército que se acercó con pasión a la querencia de quienes amamos una fiesta tan llena de cultura, de tradición y de valores. Como si de un encuentro se tratara en el ruedo, el general y el torero estrecharon sus manos y «Comandante» de testigo.
Por cierto, la presidencia de aquella corrida la ejerció un amigo muy cercano al maestro, don Orlando García Herreros que fue notario y superintendente. Hubo ,claro, la desazón del maestro esa tarde pero la amistad no tuvo mella y mantienen hoy la misma relación. No sabremos ya si al padrear , Comandante habría sido otra fuente de grandeza en el campo bravo en la jurisdicción de Albán. Lo que es cierto es que la cabeza del toro comandante reposa en poder de un oficial con muchos galones…
Morante de la Puebla ha culminado este sábado en la plaza de la localidad gaditana de Ubrique su empeño de torear cien corridas en una misma temporada para homenajear a su mayor referente taurino: Joselito El Gallo
El matador cigarrero, además, lo ha hecho cuajando una tarde redonda, especialmente con el quinto, un toro de buen fondo pero un punto remiso que le sirvió para hacer una antología de su propia tauromaquia.
Antes ya había brillado con un bonito segundo, muy en su sangre Núñez, al que toreó en una faena memorable.
Pero lo mejor estaba por venir con ese quinto, recibido con lances arqueológicos, antes de mostrar una amplia variedad capotera: desde la tijerilla que le sirvió para ponerlo en suerte al caballo, pasando por las tafalleras del quite. Cuando los clarines señalaron el cambio de tercio Morante requirió las banderillas a sus hombres y se empleó en un brillante segundo tercio amenizado con el pasodoble ‘Gallito’ que culminó con un vistoso par al quiebro.
Las palmas echaban humo y el torero de La Puebla tomó la montera para brindar a su apoderado y hombre de confianza, el portugués Pedro Marques. Sentado en el estribo, esperó que culminara una copla que le cantaron desde el tendido antes de formar el primer lío toreando por ayudados por alto en medio de un clamor. Un nuevo molinete abrió la puerta al nudo central de una faena brillante en la forma y firme en el fondo.
No le importó que el animal se metiera por dentro cuando se echó la muleta a la izquierda. Morante se entregó a tope, exprimiendo el buen aire del astado a base de pasión y conocimiento; reuniéndose con él en los embroques; expresándose en cada pase. Los naturales finales, con el toro agotado, tuvieron sabor de otro tiempo. La estocada, que cayó tendida, estuvo precedida de dos pinchazos. A pesar de todo le concedieron dos orejas.
Y otras dos, una de cada toro, se llevó Pablo Aguado que también cerraba la campaña 2022 en la plaza de Ubrique. La primera se la había cortado a un ejemplar terciado, demasiado anovillado, al que recibió con templadas verónicas y quitó por aladas chicuelinas. Fue una faena de sabor natural y bello trazo en la que hubo que lidiar con las fuertes querencias del animal. La estocada fue defectuosa pero también fulminante.
Pero lo mejor estaba por llegar, toreando a un sexto de inconfundible estampa Núñez que brindaría a Morante. Fue, seguramente, el mejor de los cuatro toros que habían llegado de los campos de Tarifa. Aguado entendió a la perfección esa fijeza en una faena limpia y reunida que fue a más en expresión. Las sucesivas series de muletazos estuvieron presididas por un sentido natural de la armonía que reveló el mejor ser y estar del diestro sevillano.
Cuando se echó la muleta a la mano izquierda el ‘Núñez’ empezó a avisar. Estaba loco por rajarse pero Pablo Aguado aprovechó esas querencias para andarle siempre en torero a la vez que el astado se quería marchar. El acero tampoco funcionó esta vez pero el nivel del trasteo no impidió que cortara una nueva oreja y con ella se ganara la salida a hombros.
Había abierto el festejo el rejoneador onubense Andrés Romero, sustituto del matador Alfonso Cadaval que se encuentra en plena rehabilitación de una grave fractura cervical que se produjo en el campo cuando preparaba este compromiso. Romero, que descordó al primero de la tarde después de una faena animosa y entregada acabaría dando lo mejor de sí mismo con el excelente cuarto, al que cuajó una excelente faena premiada con los máximos trofeos.
FICHA DEL FESTEJO.
-Dos toros de Fermín Bohórquez en la lidia ecuestre de los que destacó el cuarto por bravo y repetidor, siendo premiado con la vuelta al ruedo póstuma. A pie salieron cuatro ejemplares de Carlos Núñez, en tipo de la casa, y manejables y con buen fondo en líneas generales aunque acusando fuertes querencias. El mejor de todos, pese a acabar muy rajado, fue el sexto.
El rejoneador Andrés Romero, ovación y dos orejas y rabo.
Emocionante manifestación proclamando el derecho a ser libres y en defensa de nuestras tradiciones y cultura taurinas por las calles de Manizales desde el palacio de justicia a la plaza de toros para advertir del peligro que representan dos proyectos prohibicionistas que pretenden cortar de un tajo las corridas de toros y el combate de gallos.
En una tarde soleada las gentes de Manizales y de otras ciudades vestidas con camisas blancas llenaron recorrieron varias cuadras con pancartas de ganaderos, toreros, novilleros, vendedores informales, periodistas, picadores, apoderados, banderilleros, representantes del mundo de la hoteleria , de la gastronomía, choferes de taxis, del tendido joven manizaleño y niños y niñas que mostraron el afecto, y la cercanía al antiguo ritual del toro.
El himno taurino de Colombia » Feria de Manizales» acompañó esta extraordinaria manifestación.
El rey de España don Felipe VI vuelve al palco real para presidir la corrida de la Beneficencia de Madrid acompañado del presidente de la Unión de Criadores del toro bravo don Antonio Bañuelos.
Será el 1 de junio . Es una clara demostración del apoyo de la Casa Real a la fiesta hoy tan vapuleada por los antis a uno y otro lado del Atlántico
El cartel de la Beneficencia de este año es uno de los más esperados, ya que reunirá a Morante De La Puebla, El Juli, y Ginés Marín.
La última Beneficencia que presenció el Rey Felipe VI fue la del 12 de junio de 2019, fecha en que hicieron el paseíllo Diego Ventura, que cortó la única oreja, El Juli y Diego Urdiales, con toros de Los Espartales y Núñez del Cuvillo.
En Osuna Rafaelillo, Pepe Moral, y Esaú Fernandez lidiaron este sábado una corrida de Cuadri con toros que parecen salidos de las revistas del XIX.
Taurojoven nos ha reglado estas tres imágenes elocuentes de que el toreo sigue siendo un arte para valientes y que existen ganaderos que parten del toro, de su emoción, de su poderío, de su trapio para que esa emoción se traslade al espectador.
Que solo Rafaelillo haya cortado una oreja es apenas una anécdota.
RESUMEN
Osuna (Sevilla). Toros de Cuadri.Rafaelillo, oreja y vuelta al ruedo tras petición; Pepe Moral, ovación y ovación; Esaú Fernández, ovación y ovación.
GANADERIA DE CUADRI
En Trigueros, a pocos kilómetros de Huelva y donde el mar ya es dehesa, un pequeño pueblo que vive del campo y mantiene intactas sus tradiciones, alberga el trabajo y la ilusiones de una ganadería, que es cuna, historia y patrimonio presente del toro bravo.
D. Celestino Cuadri, hombre honesto, formado, sensible y creador de este imperio vivo, convierte una compra de ganado en el S.XIX, en un proyecto genético único que ha llegado intacto y con más valor que nunca hasta nuestros días.
En el toro de Cuadri, en sus tierras y cortijos, aún se respira ese sabor inconfundible que deja el ganadero clásico y que nos acerca a esa forma inconfundible de entender la bravura, la gastronomía, el flamenco puro y el buen vino.
Estos privilegios, se funden en un paraíso natural llamado «Comeuñas», y nos regalan una experiencia sensorial y personal, que nos abrirá una nueva puerta en el conocimiento y entender de la tauromaquia y de nuestra cultura mediterránea.
Tras una larga ausencia, Sebastián Castella vuelve a vestirse de luces.
Será el 7 de enero en Manizales y están litas las ganaderías: Las Ventas del maestro Rincón,Juan Bernardo Caicedo y herederos de Ernesto Gutierrez.
Las conversaciones en España de don Juan Carlos Gómez fructificaron
CÓMO SE DESCRIBE ELPROPIO CASTELLA
«Todo lo que tengo, lo que he vivido, lo que sé y lo que he conseguido se lo debo al mundo del toro. He conocido gente y lugares maravillosos gracias a la profesión más bonita que existe. Tantas veces volviese a nacer, tantas que intentaría ser torero» ha dejado escrito en su ya famosa carta de despedida, en la que subraya: «No sé si será un adiós definitivo o un hasta luego. Sólo el tiempo tiene la respuesta. Dicen que los toreros nunca nos retiramos y yo creo que es así. Yo allá donde esté, haciendo lo que haga, SIEMPRE diré con ORGULLO que he sido, soy y seré TORERO».
Fue en enero del 2020 :
‘Barco’ fue a parar a manos de Sebastián Castella, para quien la tarde era especial. La primera de la temporada en la que cumplirá 20 años de alternativa. Y además en Manizales, donde sus números, 17 corridas, 24 orejas y dos indultos, dicen todo de lo que significa para él está plaza. Un tifo en el tendido joven recordó cariñosamente su aniversario.
El toro, de imponente seriedad y extraordinaria bravura, embistió con poder a las telas que le presentó Castella con el capote. Se intuía faena grande y no decepcionaron ni toro ni torero. Ajustadísimo fue el cambiado por la espalda y de mano baja las primeras tandas en redondo, con un Castella entregado, muy firme y preciso en los toques, empapando de muleta a ‘Barco’. Sonó ‘Feria de Manizales’ en el epílogo, con el público ya entregado. Y un circular interminable terminó de hacer prender la mecha. Se llegó a pedir el indulto. Pero ‘Barco’, siendo un gran toro, no era ‘Castellano’. Y Castella se tiró por derecho dejando una estocada fulminante. Dos orejas y honores de vuelta al ruedo para el gran toro de César Rincón.
Justamente en estos día isidriles, Castella expone en Madrid sus obras pictóricas pero él dice que no le gusta que lo traten de pintor » pues yo soy y seré torero».
Un día optó por retirarse temporalmente en momentos en que los toreros toreaban poco por la pandemia y él no se encontraba a gusto. Pero sin duda con Juli, Manzanares, Morante, Emilio de Justo, Daniel Luque,Diego Urdiales, Paco Ureña son faro y guía. El maestro Ponce sigue en sus cuarteles de invierno en Almeria y ni dice ni sí ni no a su retorno a los ruedos. Ya veremos su decisión pero CASTELLA OPTA POR abandonar el sillón de la comodidad de sus otros quehaceres y lo tendremos el sábado 7 en la feria manizaleña que es la que, sin duda goza de cabal salud.
Castella vendrá con toda la ilusión y su apuesta de estar en Manizales como único espada ese día es un aliciente mas para una feria de tanteo calado
( Los taurinos aun no se lo creen. Solo Morante que dijo : Faena intensa con un toro con mucho carbón )
Lo de Morante se cuenta en todos los mentideros taurinos de Sevilla este domingo.
Las crónicas son laudatorias.
Carlos Crivel dice :
Cuando se echó la muleta a la izquierda el de Garcigrande dio muestras de agotamiento. De vueltas a la derecha, la plaza se vino abajo con la tanda de derechazos más prodigiosas que un ser humano haya presenciado jamás. Siete muletazos por abajo, ligadísimos, la muñeca suelta, la cintura rota, la suerte cargada, el toreo en su más bella expresión».
Fernando Fernández Román en su blog » Obispo y Oro » :
Trataré de explicar lo que ayer tarde ocurrió en la Maestranza de Sevilla, en la penúltima corrida de abono de la feria de abril del año 22 del siglo XXI. La fecha, el 7 de mayo, sábado de “farolillos”, por más señas. Trataré de hacerlo, sin que confíe plenamente en mi capacidad de contador, trasmisor o porteador de noticias; porque la cuestión que me atañe escapa de la simplicidad de hechos, casos y cosas que pueden –suelen—ocurrir en una corrida de toros. Lo de ayer fue diferente. Lo de ayer entra de lleno en esa honda poza de la excepcionalidadque justifica la exención de dar explicaciones, sencillamente, porque no son nada fáciles de encontrar. Son tan inescrutables como inteligibles. No hay catálogo que las haya acaparado para sí, y si lo hubiere, tampoco hay llave que entre en su cerradura.
Discurría el festejo con mortecina mediocridad, porque los toreros se estrellaron con el mal juego de los toros de Torrestrella, la emblemática ganadería de don Álvaro, aquél prohombre jerezano que le dio lustre al hierro de los domecqs más veragüeños de la familia, la abundosa en el pelaje burraco y los toros aleonados, bravos y encastados, con ese punto de agresividad que es consustancial con la sangre del toro de lidia que precisa dominio, antes que la “toreabilidad” que tan buenas migas hace con el postureo. La corrida, insisto, estaba saliendo mala, así de claro. El primer toro, trajo de cabeza al toricantano Manuel Perera, porque embestía a cabezazos, y por poco lo mete en la enfermería, tras varios episodios de palpable riesgo. Mala suerte para el chaval y grande fortuna poder contar con la Providencia en tarde tan señalada. La cosa no pasó a mayores y el chico salió indemne de uno de los arreones del avispado animal. El segundo, fue un pájaro con retranca desde que acabó el tercio de varas- realmente todos los toros de Torrestrella dejaron su cupo de bravura y fuerza en el peto—, motivo por el cual, Morante salió con la muleta armada por la espada de acero y se lo quitó de en medio sin contemplaciones, por eso le mandaron un aviso y le pegaron una bronca. Tampoco el tercero, fuera del caballo, contradijo a sus hermanos de camada, antes al contrario, blandeó constantemente, lo que obligó a El Juli a echar mano de su enciclopédico vademécum para averiguar, primero, la distancia del cite y, después, la altura de la muleta, a fin de que el torrestrella no se fuera al suelo en cada envite. De esa forma, consiguió armar y armonizar una faena tan templada como insulsa, pero indudablemente meritoria, que firmó con una estocada desprendida y trasera. Ovación pare este Juli, que ya se ha hecho un hueco en el corazón del público sevillano. Y entonces salió el cuarto de lidia ordinaria, un Torrestrella llamado Pocasganas que, hizo honor a su nombre: sin ganas de reivindicar el buen nombre de su divisa, blandeó tanto que obligó al presidente a sacar el pañuelo verde. Salió al ruedo el primer sobrero, de Garcigrande, por nombre Ballestero, número 134, negro zaino, cinqueño bien cumplido, serio de armamento y 550 kilos de peso. Peleó bien en varas el toro, pero embestía con tal incertidumbre que hizo rebuños de capotes por doquier y el tercio de banderillas se antojó interminable. A todo esto, cuando suena el clarín que cambia el tercio, estaba Morante con la muleta plegada sobre el antebrazo y apoyado en las tablas de la barrera, próxima al burladero de cuadrillas, y el toro en el tercio de chiqueros, es decir, en las antípodas del ruedo. Parecía decirles a los subalternos con el gesto: “Aquí me quedo y aquí os espero, al toro y a los toreros”. ¿Qué hará Morante con este toro díscolo y desconcertante, que hacía agujeros en el albero del ruedo, de tanto escarbar? Ciertamente, cuando el toro arreaba con su embestida belicosa, metía la cara abajo y se iba largo, pero… era tan agresiva su actitud que parecía pedir firmeza, dominio, jerarquía, autoridad y todas las virtudes propias de los toreros llamados “poderosos”. ¿Sería Morante uno de ellos?
Patricia Navarro lo ha contado en La Razón el día que Morante puso a todos de acuerdo.
No tenía pinta. Ni un poco. Cuando Morante esperaba apoyado sobre las tablas a que Lili le cerrase al cuarto toro, de la ganadería de Garcigrande y sobrero, poco hacía presagiar lo que vendría después. Pitos había escuchado con el primero de su lote, después de una de esas faenas marca de la casa en la que sale ya con el acero de matar montando la muleta y la brevedad marca sus tiempos. Ese Morante que casi habíamos olvidado. El sobrero del hierro salmantino apretó una barbaridad de salida y no lo dejó estirarse a la verónica. Ni una sola vez esa conversión de cuando lo humano alcanza lo divino. Pasaje estrella. Lo descomunal vino después. Las palabras mayores. La faena para la historia de paladares exquisitos, porque olvídense, no fue una faena bonita, ni ligada ni pinturera ni nada de eso. Para llegar al lugar que habitó Morante hay que tener mucho trecho recorrido, un buen puñado de broncas a las espaldas y unas condiciones fuera de lo común. El toro era fiero, humillaba mucho, repetía más y escarbaba entre tanto y tanto. No era nada fácil estar ahí, pero lo que era casi imposible era torearlo como lo hizo José Antonio Morante de la La Puebla. Absolutamente delicioso.
No se olvida. Por acontecimientos como estos la afición no se pierde. Tuvo la virtud de humillar el Garcigrande y de trasladar esa importancia que tenía en su embestida, ahí ocurrían cosas relevantes. Morante, nada más abrirse con él, comenzó a torear. No hubo preámbulos, tragó una barbaridad sin darse importancia porque en medio lo único que cabía era el toreo. Sólido, bello, puro, auténtico, descolgado el toro, temperamental en el engaño para no dejar de perseguirlo, Morante le ligó la tanda sin perder ni un solo paso, la estructura, todo lo que ocurría era impresionante. La perfecta imperfección de un momento único que no queríamos agotar. Los pases se cosían unos a otros, fogonazos, arrebujado con el animal, en su toreo no hay líneas para fuera, la vida fluye, el toreo es él. No hay que impostarlo. Se pasaba al animal por la barriga, el medio pecho, con la bamba y los vuelos, la armonía rizaba un rizo que no quería acabar, una sinfonía perfecta que parecía imposible mejorar. Al natural hubo belleza máxima. La muleta cogida por el medio del palillo. El pecho al toro, medio, aguardar la embestida, recogerla para entregarse con ella y sin tiempo para soltarlo atracarse de toro otra vez. Nos vació Morante de la vulgaridad de otras tardes y entonces ya, como quiso, cuando le dio la gana, se tiró a matar. Los dos trofeos, la vuelta al ruedo eran el retrato de lo que habíamos vivido. Morante había puesto al toreo y a la propia Sevilla en su sitio con una faena descomunal.
Decepcionó la corrida de Torrestrella sin ningún fondo. Lo sufrió Manuel Perera con el toro de su alternativa, que fue muy complicado y cumplió. Bajo de raza el sexto con el que mostró voluntad.
Se templó El Juli con el tercero, noble y a menos en una faena de mucho oficio que gustó. Poco pudo hacer con un sexto de escaso poder y transmisión. La tarde había sido devorada por un señor venido de la Puebla, que nos caló hasta los huesos.
Ficha del festejo
Sevilla. 12ª de abono. Toros de Torrestrella. El 1º, complicado, por dentro; 2º, deslucido; 3º, suavón y noble; 4º, sobrero de Garcigrande, bravo, fiero y con temperamento; 5º, descastado y deslucido; 6º, noblón y a menos. Lleno de «no hay biletes».
Morante de la Puebla, de verde y azabache, tres pinchazos, estocada, ocho descabellos (pitos); estocada corta y caída, aviso (dos orejas).
El Juli, de teja y oro, media descabello (saludos); estocada, descabello (saludos).
Manuel Perera, que toma la alternativa, de azul y oro, media (saludos); estocada, aviso, dos descabellos (saludos).
El torero salmantino Marco Pérez que fue la sensación de la última feria de Manizales incluida su salida en los hombros del maestro Rincón en el festival, debuta en Granada el domingo e irá dos tardes a México de la mano de El Juli que ha estado muy pendiente de esta revelación torera
En Juriquilla, Marco Pérez hará su presentación el viernes 22 de abril junto con Julián López ‘El Juli’, Joselito Adame y Diego San Román. Se lidiarán seis toros de Fernando de la Mora y un novillo de Teófilo Gómez; Cartel de lujo y tronío para el primer paseíllo de Marco Pérez en uno de los países de mayor abolengo taurino del mundo. Este festejo se llevará a cabo a beneficio de Tauromaquias Mexicanas para defender la Tauromaquia en dicho país y todos los diestros anunciados torearán gratis.
Una jornada más tarde, en la misma plaza y frente a reses de Rio Tinto, actuarán en mano a mano, Marco Pérez y el novillero mexicano Juan Pablo Ibarra. Este festejo será apadrinado por el maestro mexicano Eloy Cavazos.
Antes de los compromisos de Juriquilla, Marco Pérez se presentará en España éste domingo en la Monumental de Frascuelo, en Granada, en el clásico festival a beneficio de la Asociación Síndrome de Down. Frente a ejemplares de la familia García Jiménez actuarán Morante de la Puebla, Julián López ‘El Juli’, El Fandi, José María Manzanares, el novillero Joselete y tras todos ellos y en la modalidad de clase práctica hará su presentación Marco Pérez. Todo un acontecimiento para un festival de prestigio.
José Tomás rompe su silencio y hará el paseíllo el próximo 12 de junio en la plaza de toros de Jaén para estoquear en solitario cuatro toros de diferentes ganaderías. La contratación la ha cerrado la empresa Tauroemoción, capitaneada por Alberto García. El diestro madrileño lidiará toros de Juan Pedro Domecq, Victoriano del Río y Álvaro Núñez Benjumea,.
Bueno, pues si alguien cree que el de Galapagar no interesa o que al aficionado medio le es indiferente, se equivoca. No hay ya hoteles disponibles en Jaén como se advierte en la imagen.
Hay quienes protestan porque solo aparezca una tarde, que eso no es contribuir a la fiesta, que las ganaderías, que la fecha, que la ciudad…Que si tirios y troyanos…Pero el torero más esperado del escalafón interesa y mucho.
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