Manizales despidiò con un oficio religioso en la catedral de Manizales, liturgia conocida como misa de cenizas al periodista Paco Ayala vencido por una cruel enfermedad.

El vicario de la arquidiócesis presidiò el oficio religioso y en la homilia mezclò la vida personal de Paco y lo taurino . » El Señor lo està esperando en el paraìso para darle una vuelta al ruedo en el cielo», dijo el religioso en un momento evocador.

Asistieron además del entorno familiar, ganaderos, toreros, novilleros, periodistas, representantes del tendido joven, de los monosabios de la plaza, el vocero de Cormanizales, dr Juan Carlos Gòmez, picadores, banderilleros, y gentes de otras disciplinas que quisieron acompañar en este solemne acto de despedida al querido » Majo»

Paco, referente de los comunicadores taurinos de la zona occidental fue un periodista comprometido con la defensa de la corrida, de los altos valores de una ciudad como Manizales que hizo a mediados del siglo pasado las ferias en Colombia,.

Sin duda no solo es una pèrdida para su familia sino para sus fieles amigos y escuchantes que tuvieron en el manizaleño que quiso ser torero y apenas llegò a periodista ( es una broma y una licencia para renovar nuestro afecto a Paco Ayala en un momento tristisimos para el periodismo ).

El colega Rey Buitrago reseñó :

Y acá estamos en la Catedral Basílica de Manizales, despidiendo a un buen amigo y maestro del periodismo taurino, Paco Ayala Ruiz.Como decía siempre al final de sus columnas y sus programas: HASTA UN PRÓXIMO QUITE!!!

Roto por la emoción, con la voz entrecortada y lagrimas que rodaron por sus mejillas el ganadero Juan Bernardo Caicedo rindió el sentido y emocionado tributo al padre Bernardo que cesó su existencia en Ibagué donde residía.

Un grupo de amigos asistió a la ceremonia en una iglesia al norte de Bogotá para rendirle el homenaje al viejo aficionado que deja a un hijo y dos nietos que aman al toreo, al toro y la crianza de la bravura y la casta no exenta de nobleza en medio de las mas grandes dificultades para el campo bravo.

El sacerdote que ofició por el rito católico pronunció unas bellas palabras y recordó que el paso de los seres por este mundo es efímero pues lo que es el gran misterio de la existencia es lo inevitable : la muerte que no es el fin pues el creyente sabe que le espera el reino de los cielos.

Se ha ido un hombre bueno y alegre que nos deja un gran legado y como expresó condolido su hijo, se me ha ( se nos ha , digo )ido un amigo que se anticipó en ese viaje a la eternidad.

Nuestra solidaridad en esta hora de pesadumbre para su familia y amigos cercanos