Plaza de toros de Arles, Francia. Corrida Goyesca. Mano a mano. Casi lleno. Toros de Garcigrande,
• ENRIQUE PONCE, silencio, oreja y oreja tras aviso y dos vueltas al ruedo
• SEBASTIÁN CASTELLA, oreja, silencio y dos orejas
Ponce se despidió de Francia . Corta una y una
Un mano a mano con Castella que corta tres orejas.
Así se veía la pista al mediodía de hoy después del magnífico trabajo de Christian Marti y Tom García acompañados del equipo Areneros toda la noche. Desafortunadamente, este trabajo, el viento del sur decidió hacerlo desaparecer durante toda la tarde..
Por la seguridad de los toros en la pista y la comodidad de los espectadores, decidimos eliminar los restos del aserrín que decoraba la pista.Así se veía la pista al mediodía de hoy después del magnífico trabajo de Christian Marti y Tom García acompañados del equipo Areneros toda la noche. Desafortunadamente, este trabajo, el viento del sur decidió hacerlo desaparecer durante toda la tarde..
Por la seguridad de los toros en la pista y la comodidad de los espectadores, decidimos eliminar los restos del aserrín que decoraba la pista.
UN POCO DE HISTORIA DEL ESCENARIO GOYESCO ARLESIANO
(La decoración este año es del dúo Christian Marti et Tom Garcia ).
Las arenas de Arlés, también conocidas como el Anfiteatro de Arles, son uno de los monumentos más impresionantes e icónicos de Francia. Estas antiguas estructuras de piedra, construidas hace más de 2.000 años, han sobrevivido al paso del tiempo y siguen siendo una atracción turística popular en la ciudad de Arlés.
Sin embargo, ¿cuál es la historia detrás de estas impresionantes arenas? ¿Cómo se construyeron y para qué se utilizaron?
La construcción de las arenas de Arlés comenzó durante el reinado del emperador romano Augusto, alrededor del año 90 d.C. Se dice que fueron construidas en honor a Augusto y su hijo, ya que eran admiradores de los juegos gladiatorios.
Las arenas de Arlés tenían una capacidad de entre 20.000 y 25.000 espectadores y eran utilizadas para varios eventos, como juegos gladiatorios, carreras de carros y luchas de animales. Estos eventos atraían a multitudes de personas y se convirtieron en una parte importante de la vida social y cultural de la antigua Arlés.