By Guillermo Rodríguez julio 25, 2024
No tengo palabras para expresar el dolor que me embarga mientras escribo . Ha muerto en Madrid don Gonzalo Rincón el padre del maestro César.
Le conocí hace muchos años , era un amigo entrañable, un maestro, fue quien le entregó los primeros secretos de la lidia a quien será con los años una de las glorias de nuestro país, el maestro César .
Santandereano de origen , fue un autodidacta en el toreo en esos años en que quiso ser matador y apenas llegó a torear un par de novilladas pero con esa sabiduría de quienes llevan la tauromaquia en lo más profundo de su ser. Le tocó esa etapa dura pero siempre grata del toro criollo.
Le acompañé a la finca del » Moro», arriba del Castillo Marroquín cuando » Cesitar » dio unos muletazos. Se encontraba en esa casa ganadera el maestro Camino y su voz sevillana se oyó » dejad al chaval «. El chico dio unos trazos y el Camero espetó sentencioso : Este va a ser figura…
Vendría un largo camino para él y ahí estaba el padre amoroso, buscando tentaderos, becerras y amigos que le dieran una oportunidad al alevín del torero.
Una vez toreó de novillero en Cali y los cuartos no alcanzaban por lo que en el bus César debió viajar prácticamente en las piernas del papá. Cuando llegaron a Cañaveralejo el maestro Joselillo dijo que al chico le dejaran el novillo más pequeño a lo que el mentor y el novillerete se opusieron. Raza siempre ha tenido don Julio César,, hoy ganadero pero quien en los tentaderos, de vez en cuando, se baja al ruedo para recordare viejos tiempos de torero.
Gonzalo es el hacedor no solo como padre sino como pedagogo de quien toreaba con una toalla al perrito príncipe en la casa de los Rincón .
En ese 1991, el año de las 4 puertas grandes en Las Ventas, por enero, sobre la madrugada caminábamos calle arriba por Manizales acongojados porque la empresa no contó ese año con don César y Gonzalo estaba tristísimo de ver cómo se le había negado un cupo en la encopetada feria…Tras la feria de otoño en que César sale por cuarta vez en hombros de Las Ventas, ya estaba contratado para la feria manizaleña a dos tardes y compensado, como no podía ser menos, por la Casa Chopera.
Se nos ha ido un amigo, un maestro, un hombre de miles de aventuras que nunca dudó en apoyar a los novilleros y fue apoderado de varios que no llegaron porque no tuvieron suerte pero no por los consejo siempre acertados de Gonzalo. Por eso la foto que abre esta nota de don Gonzalo dándole instrucciones de colocación a un chico. Así era él, vivía con una desbordada pasión la tauromaquia y le enseñaba y charlaba de toros como un catedrático en las lides de Cuchares.
Al maestro Rincón, a sus hermanas, a Luis Carlos, a sus hermanas , a sus nietos, a Juanito Márquez que tanto tuvo que ver en esos años maravillosos de los comienzos cuando ambos querían abrazar el toreo y ser figuras, mis votos por la gloria de este viejo querido que ha partido al encuentro del Señor. Sé el dolor de Farley Betancourt el jefe de fotografía de este portal pues don Gonzalo Rincón fue la persona a quien le debe su afición por la tauromaquia fue su maestro , amigo por más de 20 años y su protector taurino.
RECUERDOS GRSAFICOS DE DON GONZALO