Category Archive : El toreo en América

Las épocas doradas de rivalidades y buen toreo de Armillita y Procuna en la pluma de Alcalino

En su libro biográfico sobre Fermín Espinosa “Armillita Chico”, y en el capítulo dedicado a Luis Procuna, Paco Malgesto establece la neta superioridad de Fermín sobre Luis al comparar la trascendencia histórica de ambos, en todos los rubros… excepto en uno: “Es necesario confesar –escribe Malgesto– que ha habido plazas, las sudamericanas, en las que Luis ha llegado a conquistar recientemente una popularidad mayor que la que en esas plazas ha tenido Fermín Espinosa.” (Armillita. Maestro de Maestros… Edit. Panorama Editorial. México. 1988. p 179. Reedición del original de 1949).

Entre las plazas de América del Sur donde Procuna alcanzó mayores triunfos y conquistó el máximo cartel sobresalen, sin duda, las de Lima y Caracas. En la capital peruana, fue Luis el primero en obtener el Escapulario del Señor de los Milagros, justo en el año en que se puso en juego (1947) para premiar al triunfador una feria que desde entonces no ha dejado de celebrarse. Ya el año anterior, alternando con señores de la talla de Armillita, Domingo Ortega y Manolete, que habían cortado orejas y rabos, el Berrendito de San Juan alzó la pata de un toro mexicano de La Punta (03.11.46). Y otra más dentro de la serie primaveral de 1949 –corridas éstas que ya no se dan en Lima–; en esa ocasión, la apoteosis procunista llegó con “Retenido”, de La Viña, toro de vuelta al ruedo (03.04.49).

Si uno repasa la historia completa de la plaza de Acho, solamente César Girón, otra gran figura injustamente olvidada, consiguió pasear alguna vez el estrambótico trofeo.

Lima, 25 de octubre de 1947. Alternando con Armillita y Morenito de Talavera el 19 de octubre, en la apertura de la feria, Procuna había tenido una mala tarde. Lo que no impidió que el coso de la municipalidad del Rimac se llenara hasta los topes el sábado 25, con el Berrendo de San Juan compartiendo cartel con Antonio Bienvenida y Raúl Acha “Rovira”, aquel estupendo estoqueador nacido en Buenos Aires que ostentaba nacionalidad peruana. Toros nacionales de La Viña, de magnífica presentación y juego. 

A favor de la magnífica materia bovina, la corrida transcurrió triunfalmente. Antonio Mejías “Bienvenida”, de celeste y azabache, brindó el abreplaza a Fernando Graña Elizalde, a la sazón el empresario de Acho en sociedad con José Antonio Roca Rey, abuelo de la actual máxima figura del toreo; sabía el hijo del Papa Negro que se las vería con un astado de embestida clara y noble y cuajó una faena de corte clásico, no exenta de cierta alegría sevillana; certero con la espada, acabaría por pasear las dos orejas del burel. No salió igual su segundo y el diestro nacido en Caracas optó por abreviar.

El debut de Rovira en Acho había despertado gran expectación y Raúl Acha no defraudó a sus nuevos paisanos. Era torero de arranques valerosos y su inclaudicable entrega de inmediato caló en el respetable. Su primer bicho le permitió faenar larga, variada y lucidamente, y sólo porque la estocada cayó contraria el presidente se negó a otorgar la solicitada oreja, a lo que el público respondió obligando al espigado diestro a recorrer por dos veces el anillo. Pero con el último, el triunfo no se le escapó. Propicio se le presentaba a Rovira el ambiente, luego de la bronca al juez en su turno anterior, y él se encontró con el toro más vivaz del reparto, de modo que la faena de muleta, iniciada con estatuarios cada vez más ceñidos pegado a tablas, fue una exaltación del valor seco y angustiante que era su principal característica. La estocada, ejecutada a ley, cayó esta vez en todo lo alto, y la victoria del che se tradujo en el corte de dos orejas unánimemente solicitadas.

Apoteosis procunista. Sobre la gran tarde del mexicano, premiada con cuatro orejas y un rabo, el corresponsal del semanario La FiestaJosé Quevedo Valderrama, que firmaba como “Morado y Oro”—escribió lo siguiente:

“Luis Procuna salió por la revancha y la verdad es que la consiguió con creces (…) Un triunfo rotundo que puso otra vez al gran artista mexicano en la cumbre de la admiración y el cariño de los aficionados peruanos. A su primer toro lo veroniqueó primorosamente (…) En los quites de nuevo se ganó los aplausos del público al instrumentar finas y bellas chicuelinas, en tanto Rovira se hacía ovacionar también con sus apretadas gaoneras mientras la música sonaba en su honor (…) Este toro fue muy bien picado por Conejo Chico –Juan Aguirre, legendario picador poblano, pilar de la cuadrilla de Rodolfo Gaona (nota del columnista)–. A petición general tomó Luis las banderillas y clavó dos pares de magnífica factura (…) Procuna brindó la muerte de este viñense al maestro Armillita en homenaje a sus veinte años de matador de toros, y realizó completísima faena a base de extraordinarios derechazos y naturales, escalofriantes pases de pecho y los clásicos ayudados por alto de su creación (lo que conocemos en México como “sanjuaneras”). Las palmas echaban humo y la banda no cesaba de tocar. Mató Procuna de una gran estocada y el público, de pie, le tributó una gran ovación (…) premiándose al artista mexicano con las dos orejas del bravo ejemplar de La Viña.

A su segundo toro lo lanceó Procuna sin lucimiento, pues el astado acusó mal estilo. Banderillearon Tabaquito y Morales, ambos muy bien, y después de que Tabaquito bregó estupendamente, el joven artista mexicano instrumentó otra inenarrable faena que llevó al delirio a los aficionados limeños pues, inspiradísimo, con total desprecio de las dificultades del bicho, ligó pases de todas marcas. La ovación era interminable, mientras la música tocaba en honor de Luis Procuna que, solo en los medios, se hartó de torear con gracia y sabor incomparables. Mató superiormente y se ganó las dos orejas y el rabo del astado, dando tres vueltas al ruedo y escuchando una ovación que parecía no iba a terminar nunca…” (La Fiesta, 5 de noviembre de 1947)

Fue la tarde estrella de la feria limeña de 1947, y la gesta descrita le sirvió a Procuna para adjudicarse el Escapulario del Señor de los Milagros que por primera vez se ponía en disputa, sin que dejara de influir para ello la oreja cortada por Luis a su primer toro del día siguiente, domingo 26, aunque la faena de la tarde la cuajó con su segundo, dicen que borrando a fuerza de inspiración todos sus logros anteriores aunque sin conquistar más apéndices porque, como artista de contrastes que era, lo mató tarde y mal.

Otra historia. En lo sucesivo, la feria de Lima, enclave de férrea raigambre colonialista al fin y al cabo, sería acaparada en su organización por las casas empresariales de la península ibérica con la consiguiente proliferación de diestros hispanos en la cartelería, tanto figuras con segundones. Así lo refleja el historial de la misma y de los sucesivos ganadores del Escapulario del Señor de los Milagros, entre los cuales apenas lograron entreverarse los venezolanos César Girón (1954) y su hermano Curro (1967), los portugueses Paco Mendes (1955) y Víctor Mendes (1990) –sin parentesco entre sí–, el mexicano Ignacio Garibay (2001) y un solo peruano, Rafael Gastañeta (1997), antes de los cuatro Escapularios obtenidos por Andrés Roca Rey (del 2015 al 17 y luego en 2022, pues en los años de la pandemia no hubo toros en Lima) y Joaquín Galdós (2018). Entre los no españoles ni peruanos sobresale el francés Sebastián Castella, que hizo triplete (2003, 2006 y 2023). 

Esa inercia hispanista no se rompió ni siquiera cuando Acho vio lidiar con cierta frecuencia ganado mexicano, como lo evidencian tres astados procedentes del país azteca premiados con el Escapulario de Plata al mejor toro de las ferias de 1988 (“Imparcial” de Los Martínez), 1995 (“Fina Estampa” de Javier Garfias) y 1996 (“Santeño” de Real de Saltillo).

De y para el recuerdo. Pero no cayó en tierra infértil la semilla sembrada en Acho por la torería mexicana en los años de Armillita y Silverio, Arruza y Procuna. En marzo de 1964, Raúl Acha “Rovira” tuvo la feliz idea de armar un festival del recuerdo contando con Armillita, Lorenzo Garza, Silverio Pérez y Carlos Arruza, encartelados con el mismo Rovira y el peruano Adolfo Rojas “El Nene”. Desde el aeropuerto de Callao, la bienvenida de los limeños a las “Glorias del toreo mexicano” –según rezaba una pancarta–, alcanzó caracteres de apoteosis, puntualmente correspondida en el coso de Acho por el saltillense Fermín Espinosa (oreja), el regiomontano Garza (dos apéndices), el capitalino Arruza (dos también) y Silverio, el Faraón de Texcoco, cuyo fabuloso trasteo derechista le permitió alzar el único rabo de un festejo en el que Rovira y El Nene también fueron orejeados, y que concluyó con los seis paseados por las calles de Lima en hombros de jubilosa multitud.

Tanto éxito alcanzó este festival que, cuando llegaron las fastuosas celebraciones del bicentenario del viejo coso limeño, en febrero del 66, la organización se apresuró a reproducir el Festival del Recuerdo, esta vez con mayoritaria participación hispana –Joaquín Rodríguez “Cagancho”, Gitanillo de Triana II y Luis Miguel Dominguín—y por Perú Alejandro Montani y Hugo Bustamante, que cortó dos orejas lo mismo que Silverio Pérez, en tanto Armillita cortaba una, imponiéndole su maestría a un novillo nervioso y reservón, mientras se iba en blanco la amplia representación española, si bien el público limeño se mostró cariñoso y agradecido con todos. El genial Cagancho, residente en México, le brindó su utrero a Antonio Ordóñez, que al día siguiente (20.02.66) cuajaría una de las faenas más completas y bellas de su vida con “Carnaval”, toro de bandera de Javier Garfias.

¿Y Procuna? El que no haya participado en esos festivales del recuerdo representa la parte enigmática del asunto ¿Sería que, en el primer caso, Rovira no estaba en los mejores términos con Luis? ¿O simplemente que por las fechas en que se dieron dichos festejos tenía Procuna compromisos profesionales en nuestro país, como fue el caso de Arruza, muy solicitado por las empresas en su calidad de rejoneador en 1966 hasta que sobrevino su trágica muerte (20.05.66)? 

Ya no viven quienes podrían estar en condiciones de develar el misterio. Lo cierto es que Luis Procuna, en sus años grandes, disfrutó en Lima de un cartel superior al de cualquier otro torero, mexicano o no.

Francisco de Manuel, !qué bonito y bien torea Ud¡.Indultó a «Caramelo» de Campolargo. Puerta grande en Mérida a su hondura, que comparte con el sincero Fandi

El campanazo lo dio de novillero, ya matador de toros en La Copa Chenel y en el otoño en las Ventas. Se llama Francisco de Manuel, nació en Madrid , hijo de española y venezolano y abuelos colombianos, posee esos dones que lo llevarán a ser figura.

El domingo , cuando la tarde , en Mérida, Venezuela, se entregaba a la noche se fue en hombros con el honrado Fandi.

Lidió primorosamente al entipado, calidoso , noble y bravo castaño » Caramelo». Hondura, profundidad, series hilvanadas , trincherillas, forzados de pecho a la hombrera contraria. El temple , ese misterio del toreo como base fundamental del torero , el espigado Francisco de Manuel que atesora el toreo clásico, la forma como se coloca, como plantea la faena, ese medio pecho, la muleta » alante» , liga e inventa en la cara del toro y crea una hermosa coreografía que no solo es forma sino fondo puro y diamantino. Supo aprovechar las virtudes de ese sexto que cerró la corrida en olor de santidad taurina. La gente pidió sin una sola voz en contrario el indultó que el palco concedió. Las dos orejas simbólicas y el paseo en la arena con la ganadera Carmen Rosa, la hija del portugués que creó la divisa y quien partió víctima del Covid.

Contar con este torero con raíces americanas es un lujazo y de seguro con ese otro adalid del toreo, el limeño Roca Rey nos darán muchas alegrías.

Cortó las dos orejas de su primero con otra faena limpia y sin mácula con otro buen toro al que se le concedió el premio de la vuelta al ruedo.

La tarjeta de visita del torero no podía ser más auspiciosa y lo fue al final. 4 orejas, dos simbólicas, un toro de vuelta al ruedo y un indulto. Se dice pronto.

Me acuerdo de esa canción de otro venezolano, Oscar D»León

«Castellano, que bueno baila usted
Castellano, que bueno baila usted
Castellano, que bueno baila usted»

Uno diría : Francisco de Manuel, que bien y qué bonito torea Usted !!!!

LA GANADERA COMPARTE CON EL TRIUNFADOR

Este triunfo no es mío, es de mi padre, me dice la eufórica ganadera quien me cuenta que el toro indultado es hijo de «Carmelo» pero que ella decidió por la bondad desde que era añojo ponerle caramelo por lo dulce de su comportamiento.

El Fandi es entrega a toda prueba y en ese tercio de banderillas en el que es un rey, encandila. Como conoce los secretos de la lidia, puede con lo que salga por toriles así no tenga suerte de encontrar aquel toro para » hacer » el toreo como ese segundo en el que el granadino se inventó la faena y sacó de la chistera muletazos impensables. Su lote valió poco pero él es un todo terreno.

Una y una, merecidisimas.

Alexander Guillén torea poco y eso se notó en su noble segundo. Estuvo a punto de que se le fuera vivo. Le pudieron los nervios, Su primero , con peligro , genio y violento, nada que reprocharle. Pero cómo estuvo en ese segundo de Guillén el director de lidia, El Fandi . Honra al toreo.

EL BANDERILLERO DIEGO GUILLÉN SE SALVA DE UNA CORNADA

Banderilleaba al tercero Diego Guillén, vestido de primera comunión y plata, fue prendido por el toro, lo zarandeó, le pulso el pitón en el rostro, temimos lo peor y luego el puntazo. Está fuera de peligro pero el susto fue enorme.

Emilio de Justo, la paciencia y la toreria como virtudes, triunfador con Colombo de la Feria de San Cristóbal. Emilio Cortó 3 orejas en inspirada tarde. Puerta grande. Los trofeos

Me contó don Jerónimo Pimentel que en un tentadero al que asistía de novillero, Manolete pasaba fatigas con una complicada vaca y su apoderado Camará le dijo: Manolo, déjala que no vale. El cordobés le replicó de manera austera : Soy el torero de la paciencia . Al final, domeñó a la vaca.

Me acordé al admirar a Emilio de Justo en sus dos toros de Campolargo este sábado en San Cristóbal cómo se hizo con los dos ejemplares, inició las faenas ahormando al toro, flexionando las rodillas con muletazos suaves por ambos pitones para enseñarles a embestir pues el toro no tiene por qué saberlo. No empezar las faenas dando muletazos sin ton ni son.

Ha cuajado los dos toros. Les bajó la mano, el toque la voz suaves, la armonía de los muletazos, la ligazón, el gusto, el bien hacer, esos pases largos, esas zapatillas clavadas en la arena, adelantando la pierna contraria para estorbar ( a la manera clásica ). Tandas cortas cuando fue menester . Las fanas a más. Sitio y colocación.

En su primero le dejaba la muleta en la cara, le daba los tiempos y espacios, no lo atosigaba, se daba un garbeo para volver pacientemente a la cara del toro.

Qué preciosidad deleitarnos con esa mano baja, llevándolo cosido en los vuelos.

Y abrochar con unas ajustadas manoletinas.

Qué maravilla ver una faena a más, sacar las virtudes de un toro, mostrarlo, convertirse en compañero de viaje privilegiado de ese ser misterioso que hace posible el milagro del toreo.

Dos oejas.

En su segundo, le va bajando la mano. Con el capote le anda hacía atrás. La técnica al servicio de la belleza del toreo. Verle desmadejado, la mano contraria suelta y de pronto le percibí abandonado, profundizando, ahondando en su mágica tauromaquia bajo un cielo que de seguro Degas nos hubiera dejado unos trazos.

Y para rematar, nunca mejor expresado, el toreo dibujó un trincherazo de aquellos de ! ahí queda eso» y que venga alguien a mejorarlo.

Pincha y entera. Una oreja. Créanme que lo que menos importa son » esos despojos» como los llama el maestro Curro Romero. Lo que es trascendente es el toreo diamantino de un extremeño que pasó por Colombia entre fatigas de pequeños pueblos y que hoy se codea con las encumbradas figuras españolas, de Francia y América.

El Pino ha hecho mucho campo en Colombia. es discreto y su toreo, digno. Cortó una oreja del primero que jamás humilló y llevaba la cara alta. Palmas en el segundo que blandea. Quizás pecó por no jugar con las alturas pero superó el listón. Otra vez será

Francisco de Manuel, de padre venezolano, nacido en Madrid ciudad donde dejó una huella la última temporada.

Es un torero para verle muchas veces. Tiene gusto, formas y fondo. No se amilana, busca sin premuras las opciones que le brinda el toro y cortó una y una para acompañar en la salida en hombros al encopetado Emilio de Justo. Hay cierto sabor a cosas grandes en su manera de encarar el toreo, finas formas. Le va cogiendo el sitio y tendrá un lugar privilegiado en el toreo este joven espada de orígenes suramericanos. Ha sido grato verle en la tierra de su padre.

LOS TROFEOS DE LA FERIA DE SAN CRISTOBAL

  • Mejor Subalterno: Salvador Moreno
  • Mejor Banderillero: Salvador Moreno
  • Mejor Picador: Carlos Alzate
  • Mejor Faena: Emilio de Justo
  • Mejor Estocada: Jesús Enrique Colombo
  • Mejor Ganadería: Los Aránguez
  • Mejor Toro: Embajador, Nº 329, 430 Kgs, de la ganadería herederos de Campolargo, lidiado por Emilio de Justo, en quinto lugar en la última de feria, al que le cortaron una oreja y vuelta al ruedo.
  • Triunfador de la feria: Jesús Enrique Colombo y Emilio De Justo

Roca y Colombo en hombros con decepcionantes Santacolomas «Arangues» en San Cristóbal

(La foto es de Diego Alais)

Había expectativa por ver el juego de los santacolomas de los Arangues. Pero la decepción saltó desde el primero al sexto con un salto a mejor con el cuarto de Garrido que se quedó con el premio de una oreja y el quinto de Roca.

Los tres primeros y el sexto para olvidar. Carentes de vida, parados, unos toros de Guisando, sin casta, sin » alma».

Colombo es de Táriba, le quieren en Venezuela, le aplauden todo, sin entrar a discutir. Le fue mejor en los dos en banderillas con pares al violín que de poder a poder . Qué importa !!!. Incluso en el sexto el segundo tercio lo acompañó la excelente banda con el segundo himno de este hermano país, «Alma Llanera». La locura. Pero su eléctrico toreo, sus formas le llegan al público y eso es bueno pues cada una de nuestras naciones taurinas en América necesitan ídolos, artistas que convoquen, que la gente se sienta representada por ellos.

No le vamos a mezquinar las dos orejas ( largas) de su primero. La gente chilló cuando el presidente apenas sacó un pañuelo y la bulla no cesó hasta que apareció el segundo. Y el chico, qué vamos a decir, dio una vuelta aclamadísima. El sexto, se paró .

Bien estuvo Garrido en su segundo. Pero bien de verdad , con hondura y juego de brazos, con las distancias precisas y tandas ligadas. Da gusto ver al extremeño en estas tierras. Fue una sólida faena y se me apuran, la de la tarde por lo hilvanada, segura, maciza.

Roca Rey está en olor de santidad taurina. Aprovechó las embestidas nobles de su quinto, se asentó, fijó las zapatillas en la arena y por ambos pitones dio preciosos y largos muletazos » hasta allá» que tocaron el corazón de los tachirenses. Es un torero » todo terreno» y América tiene en el peruano esos recuerdos amorosos de los Girón o de Pepe Cáceres, el de Honda. Lo de Rincón es otra cosa….Pero con Roca el toreo está garantizado.

Hoy ,con los de Campo Largo El Pino, que ha tentado mucho por tierras colombianas, Emilio de Justo, Francisco de Manuel.

Isaac Fonseca se va en hombros en San Cristóbal

( Las imagenes de un exultante Isaac Fonseca son de nuestro colega y amigo Diego Alais al igual que las del cuarteto de toreros)

Corrida larguísima ( 4 horas ) en San Cristóbal para cuatro toreros ( Luis Bolívar sin suerte en su lote, y vuelta y vuelta para Rafael Orellana y Antonio Suárez , y salida en hombros del mexicano Isaac Fonseca (una y una ) con una corrida desigual de presentación y juego de los herederos de Hugo Domingo Molina con los hierros de Rancho Grande y Prado. Casi media entrada.

El mexicano Fonseca tiene muchos dones, sabe llegarle a la gente, atesora fundamentos, es variado, se acomoda a las embestidas de sus toros y es certero con la espada. Está muy joven, con reciente alternativa pero ha aprendido ciertos secretos para triunfar y llevado de la mano de Carlos Aragón Cancela va labrando un tipo de toreo necesario en un escalafón cancino y repetitivo. Tiene futuro como lo respeten los toros. Como dijo un colega venezolano, Fonseca debutó por la puerta grande.

Dos toreros venezolanos, Rafael Orellana y Antonio Suárez echaron por la borda un triunfo por la espada los privó. Dejaron algunos muletazos apreciables. El segundo, tiene sentido del temple, de los tiempos ( a veces exagera la lentitud y se torna aburrido ) pero son espacios en los que no hay lugar para las dubitaciones. El caso de Suárez es curioso. Médico de profesión, se formó en España, su padre que ha sido empresario taurino lo ha impulsado. El joven galeno tiene gusto, estética, formas exquisitas pero el valor que como en el pasodoble ni se compra ni se vende, escasea. Pero es un placer verle torear.

Luis Bolívar , muy firme, serio, no tuvo lote pero sí aptitud y actitud y estuvo en esa tónica de solidez que ya apreciamos tanto en Villapinzón como en Cali y Manizales y los poquísimos momentos en que sus dos toros se lo permitieron dejó gotas de su arte ,y los aficionados venezolanos le valoraron en sumo grado y aunque lo intento, el material que tuvo enfrente no le facilitó las cosas al vallecaucano que desandó el paseillo con el aprecio de los tendidos.

Un azteca formado en España atravesó en hombros la puerta grande y de seguro serán muchas más.

La corrida , con honrosas excepciones, terciadita aunque noblona. Nos hace mucha falta un honrado ganadero como Hugo Domingo Molina que de la mano del maestro Pimentel forjó una divisa en Venezuela que llevan sus hijos a quienes deseo mucha suerte.

Largo el festejo, hecho que debemos cuidar pues la gente se inquieta y abandona la plaza. Todo tiene su medida y el toreo sí que nos enseña de eso y mucho más.

Acho , una de las tres joyas de América y por eso los excepcionales carteles : Pablo Moreno

Pablo Moreno, empresario y ganadero mexicano apuesta firmemente por la grandeza y dice que Acho es una joya que es preciso cuidar.

De momento, con ésta será nuestra última temporada que la hemos construido pensando en el aficionado. Una novillada y tres corridas de toros.

La Feria del Señor de los Milagros para este año, aunque corta, será una “feria muy importante que recupere el tiempo perdido por la pandemia, más en el último año de nuestra gestión”, dejando entrever que hay tiempo para pensar lo que vendrá después, dijo a tendido7 el empresario.

» “… Vamos a terminar bien como empezamos, proponiéndonos hacer las cosas igual de bien o mejor que años anteriores”, enfatizó.

Porque no están uno y sí otros, reflexiona y nos responde : Porque en las conversaciones con los apoderados surgen los legítimos intereses de los toreros , sus agendas, y no podemos darle gusto a todos y traerlos a Lima como fuera nuestro deseo. Ten en cuenta que Acho por la pandemia se quedó sin toros dos años y éste 2022 coincide con el mundial de fútbol por lo que tuvimos que fijarnos en este evento para facilitarle al aficionado asistir sin problemas a las corridas.

No podíamos dejar por fuera . Impensable por donde se le mire , a dos valores de la tauromaquia ya no solo americana sino universal como son Andrés Roca Rey que ha hecho un temporadón europeo y en Joaquín Galdós. Ademas, en otro cartel quisimos despedir con todos los honores a Fernando Roca con una impecable trayectoria y recibir como matador de toros al cierre de la feria al mexicano Arturo Gilio

que está mas que preparado para recibir la alternativa con una campaña muy prometedora como novillero.

Abrimos este feria limeña el 23 de octubre con una novillada pensando en ese generación de recambio y a continuación las tres corridas de toros. » Corta temporada pero sustanciosa», señala don Pablo Moreno con una amplia sonrisa.

Destacó el esfuerzo de Casa Toreros por traer a América a debutar a la prestigiosa ganadería española de la Ventana del Puerto para el cierre de este interesantisimo ciclo.

LOS CARTELES

Domingo, 23 de octubre. Novillada internacional. Novillos de San AlejandroApu Saywa para Samuel Calderón, Jorge Martínez Rubén Núñez.

-Domingo, 30. Toros de Ganadería Roca Rey para el de Ginés, el que indultó a «Cobradiezmos» de Victorino Martín en Sevilla, Manuel Escribano, la despedida de Fernando Roca Rey Jesús Enrique Colombo, de Venezuela, tauromaquia que necesita hoy mas que nunca nuestro apoyo.

Domingo, 6 de noviembre. Toros de La Viña y El Olivar para Antonio Ferrera, Emilio de Justo Joaquín Galdós. Es un rematadisimo cartel por donde se le mire, precisa don Pablo destacando la presencia en Acho de Emilio tras el grave percance ded Madrid y su resonante vuelta a los ruedos.

Domingo, 13. Toros de la Ventana del Puerto para El Juli, Roca Rey y alternativa de Arturo Gilio. «Bueno, creo que agregar algo sería redundante», finaliza don Pablo que espera 4 llenos en la plaza del Rimac.

Hoy , Puerto,Leandro y Colombo en Puente Piedra. En Ambato, Finito, Albán , De Justo, En Mérida, Bolivar, Rafael, Javier y Benitez. En Autlán, Mëxico, Ureña,Adame, Flores

América despierta en lo taurino.

Hoy, tres carteles en América del Sur y en México

En Puente Piedra, en Mérido, Venezuela donde torea Luis Bolívar y en Ambato donde debuta Emilio de Justo.

La corrida en Colombia es de don Miguel Gutierrez, la de Ambato con tres ganaderías Mirafuente, Peñas Blancas y Vistahermosa y en Mérida, el colombiano Luis Bolívar con los rejoneadores Rafael y Javier Rodríguez, y en pie junto al vallecaucano Bolívar, Leonardo Benítez que reaparece tras un retiro…temporal.


  Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.    Más información
Privacidad