En la foto, nuestro «ángel guardián», Rodrigo Rojas, con el torero Moreno Muñoz en la clínica tras salvarlo de un cornalón en Puente Piedra.
Luis Maria Mariño Peñacoba, el cirujano que atendió la estremecedora cornada al Rubio de Santiago en la provincia de Valladolid, se formó en estas lides de salvar la vida de los toreros en el Carnaval del toro de Ciudad Rodrigo con su colega colombiano Rodrigo Rojas.
El torero cartagenero está fuera de peligro
HISTORIA CON FINAL FELIZ
Hace 4 años tras romperse un vallado en el encierro a caballo por la arremetida de dos toros que en esa carrera «loca» cornearon a un octogenario y a su hijo, cincuentón; dos «tabacazos» horrorosos y por lo que debieron urgentemente intervenir los dos médicos (Rojas y Mariño) a los que se sumaron el maestro Crespo y el Dr Hevia y a la final los 4 salvaron la vida del padre y el hijo, operación que fue el bautizo de fuego para «el atortolado» pero feliz Rodrigo pues como dicen los que se forman en el mundo de la aviación fue un buen «soleo» y despegue perfecto en esa profesión tan humana, tan sacrificada pero tan vital en la sociedad que son estos ángeles, los galenos taurinos.
El Dr. Crespo, maestro de maestros en cirugía taurina ha enseñado a dos generaciones que para fortuna del toreo, estàn vinculados al mundo del toro en los equipos médicos.
Vaya por ellos, los que se fueron, los que están y los que vendrán nuestro eterno agradecimiento. ¡¡¡ Hurra por ellos !!!