Category Archive : Los toreros americanos

Con Roca Rey el toreo vuelve a la prestigiosa revista francesa París Match

El peruano Rocca Rey es sin duda más que un torero americano, una figura que trasciende lo meramente taurino, UN TORERO DOTADO DE UNA INMENSA capacidad para emocionar a los aficionados de Europa y de nuestro continente a quien le abren las puertas medios tan emblemáticos como Paris Match.

Básicamente en esa revista de circulación universal, el mundo social internacional se vuelve a fijar en la tauromaquia. En esta ocasión de la mano de Roca Rey, gran figura mundial y protagonista de la revista francesa París Match. El diestro peruano ocupa las páginas de esta revista gala, que ha querido acompañarlo en su día a día, dentro de un reportaje centrado en su figura, y en el revulsivo que representa para la fiesta su nombre.

Y se refiere a esa figura que de Sevilla a Madrid pasando por México o Nimes es un fenómeno cubierto de gloria y cicatrices.

Muestra escenas de toreo de salón del limeño que para ese ejercicio de dos horas diarias y que se acompaña de música flamenca, de su tarea contra la irracionalidad de los antitaurinos que miran la fiesta simplemente como un despropósito.

La revista dice que Andrés Roca Rey tiene 26 años, 185 de estatura y que es la nueva estrella de la tauromaquia,

El reportaje lo realizó el equipo de París Match en la finca » La Consentida » a 20 minutos de Sevilla. Ese predio tiene historia pues cautivó a Orson Wells profundamente taurino y parte de uno de los mitos del cine, «Ciudadano Kane» se filmó allí.

Aunque su camino hacia la cima no fue fácil, Roca Rey demostró su determinación y superó adversidades, enfrentando varias «cornadas» y lesiones graves. Su pasión por la autenticidad y la pureza en la tauromaquia lo ha convertido en un ídolo tanto en España como en América Latina. Con más de 250,000 seguidores en Instagram, el joven maestro comparte su vida cotidiana y triunfos, mientras sigue buscando la «fórmula correcta» en el amor. Con la incertidumbre del futuro, Roca Rey vive cada momento al máximo, disfrutando de la vida como si fuera el último instante, sin perder la determinación que lo ha llevado a lo más alto de la tauromachia.

ESTA ES LA VERSION EN LENGUA FRANCESA

De Séville à Madrid, en passant par Mexico, Arles ou Nîmes, le phénomène Roca Rey s’est couvert de gloire… et de cicatrices. À l’heure du militantisme pour le bien-être animal et des propositions de loi anti-tauromachie, le trompe-la-mort offre à la discipline un regain de ferveur inattendu.

Sous le soleil brûlant ­d’Andalousie, il est 19 heures, mais le thermomètre affiche encore 36 degrés. Pas de quoi le ­détourner de l’entraînement auquel il s’adonne quotidiennement : deux heures de « toreo de salon », pour ­travailler ses ­postures, puis trois heures au « campo » face aux vachettes, pour parfaire ses techniques. Et voilà qu’il débarque au volant de son van noir, musique flamenca à fond, tout en sueur, flanqué de sa « ­cuadrilla », son équipe de picadors.

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Lui, c’est Andres Roca Rey, ­péruvien, 1,86 mètre, 26 ans. Il est la nouvelle star de la ­tauromachie. Nous sommes ici, chez lui, à La ­Consentida (La Gâtée), somptueuse propriété de 10 hectares, située sur les hauteurs de Gerena, petit village blanc perdu au milieu des champs d’oliviers, à 20 kilomètres de Séville. C’est dans cette villa ­qu’Orson­ Welles, envoûté par la magie du lieu, aurait trouvé l’inspiration pour son film « Citizen Kane ».

Avec sa meute de chiens, dont Crack, son berger allemand. Le torero vit entouré d’animaux.
Le port d’un danseur étoile et le punch d’un boxeur. Sur le sable, le jeune maestro qui cite Mohamed Ali parmi ses modèles est prêt à prendre tous les risques, quitte à susciter l’inquiétude de son entourage. Avec sa combativité, son engagement total et sa silhouette élancée, Andres Roca Rey est devenu l’un des rares toreros péruviens à s’imposer en Europe.
Dans la piscine de sa propriété, à Gerena. Il rêvait d’acquérir ce domaine qui a inspiré à Orson Welles son film « Citizen Kane ».

Roca Rey e Isaac Fonseca en la mirada de Alcalino

No son semejantes entre sí pero brotan de un fondo común, puesto que entrañan dos distintas formas de la injusticia más cerril. Y demandan una reacción mediática seria y sostenida que no se está dando. Porque dejar que las cosas ocurran sin intentar extraer de ellas la enseñanza correspondiente serviría para explicar por qué puede la fiesta rodar por la pendiente mientras quienes debiéramos estar atentos a defenderla no pasamos de las palabras y los tópicos de costumbre, mirándonos al ombligo en busca de la nota de color antes que del pertinente, indispensable análisis.

Isaac Fonseca y Andrés Roca Rey. Tan distintos en todo y, sin embargo, tan sonoramente señalados uno y otro durante la tercera semana de junio, que sin discusión acapararon.  

Isaac Fonseca. Extrañeza y asombro causó su gesta en la inesperada encerrona del domingo 18 en Colmenar Viejo. El marco era la final de la llamada Copa Chenel, organizada anualmente por la Comunidad de Madrid y la Fundación del Toro de Lidia con la participación de un variado elenco de toreros virtualmente desaparecidos de los carteles por obra de un sistema elitista, proteccionista y convenenciero. La tal Copa se desarrolla bajo normas de inspiración deportiva –ronda de ternas, semifinales y final—y desemboca en un encuentro a cara de perro entre los triunfadores. Uno de ellos fue el moreliano Isaac Fonseca, el otro el salmantino Juan del Álamo. Borja Jiménez impugnó la designación de Del Álamo alegando que la arbitrariedad de uno de los presidentes, el de la semifinal de Alalpardo (10.06), le había favorecido al ignorar el tiempo transcurrido sin tocarle un aviso –el reglamento de la Copa resta puntos por avisos así como los suma por orejas cortadas–. Pero ya se sabe que el “árbitro” nunca pierde.

El asunto es que el finalista impugnado cayó herido al intentar su primer quite –capote a la espalda–; era este abreplaza un buen mozo de Ángel Luis Peña, y con la cogida de Del Álamo todo el peso de la corrida recaía automáticamente sobre su único alternante. Es decir, Isaac Fonseca. El encierro lo completaron dos toros de Zacarías Moreno (2º y 3º), dos de Palha (5º y 6º) y uno de Sanz de la Morena (4º). Ninguno dio facilidades, aunque el sexto tuvo casta y repetición, justo lo que necesita el pequeño moreliano para explayar su original y arriesgada tauromaquia; a éste le cortó una oreja indiscutible luego de dos pinchazos y una seria voltereta, al segundo y al quinto también les había arrancado un apéndice a fuerza de entrega y desnuda torería, los rasgos que presidieron su tarde y le han hecho descollar a lo largo de su carrera. El que hirió a Del Álamo repartía secos gañafonazos y en uno le metió a Isaac el pitón en la boca; luego, el tercero le propinaría fuerte revolcón, aparentemente saldado con un puntazo en la rodilla; y el último, al entrar a matar, le levantó los pies del suelo con enorme violencia y lo tuvo a su merced, ya con el estoque dentro. Isaac alcanzó a recibir la copa de triunfador sin dar muestras de dolor. La vuelta al ruedo la dio jubiloso y mostrando con orgullo una bandera mexicana.

Las noticias publicadas el lunes daban cuenta de la cornada con trayectoria doble y de pronóstico grave sufrida por Del Álamo y de un puntazo molesto pero sin importancia mayor en Fonseca. Pero días después, oh sorpresa, se ampliaba la información sobre las heridas del mexicano: el arisco tercero, de Zacarías Moreno, le había infligido una cornada en el muslo derecho que llegó hasta el fémur (18-20 cm. de profundidad), y el primero le produjo heridas inciso-contusas en la región bucal. Es decir, que para conseguir alzarse con el triunfo, Isaac Fonseca había soportado sin rechistar el estrago físico y el agudo escozor de dos lesiones de importancia, que no le impidieron arrimarse y torear de verdad a media docena de astados dispuestos a vender caras sus ásperas embestidas, cosa esperable y lógica dada su procedencia de cuatro hierros de ésos que los ases no se atreven ni siquiera a mencionar. Justo resulta el asombro de la prensa. Pero un asombro tan obligado como oportunista y fugaz, acorde con los usos y costumbres de taurinos y escribidores.  

Visto desde la superficie, Isaac Fonseca no es torero de relumbrón. Ni alto ni blanco ni apto para hacer pasarela con los figurines. Su secreto, su grandeza, se dan delante del toro. El año anterior había triunfado de novillero en Valencia –puerta grande–, Sevilla y Madrid. No hubo, en 2022, otro novillero con trayectoria semejante. Ni con parecido impacto en los públicos, pues su refrescante tauromaquia se alejaba radicalmente de los modos y maneras de tantos egresados de escuelas taurinas en quienes la técnica predomina sobre los arrestos y la monótona uniformidad es norma. Un aire, una luz radicalmente distinta emanaba del hacer del mexicano. Hasta que una alternativa inoportuna (Dax, 11.08.22) detuvo su ascenso y lo condenó al ostracismo. Alguna voz crítica, rápidamente silenciada, señaló que ese doctorado en mitad de una arrolladora campaña novilleril era una jugada para marginarlo. De poco sirvió que Isaac diera esa tarde la única vuelta al ruedo mientras Manzanares y Roca Rey pasaban de puntitas. La mansada que Núñez del Cuvillo envió a Dax sirvió para alimentar las sospechas.

El caso es que, falto de contratos –aunque no de la consabida corrida solitaria en San Isidro, la de la confirmación— sus mentores decidieron inscribirlo en la Copa Chenel. Tiene guasa que el novillero triunfador de 2022 fuese obligado a rifarse un puesto en carteles donde se barajaron nombres como los Juan Miguel, Adriano, Filiberto, Fernando Plaza, Calerito, Diego Carretero, Alejandro Fermín… Que no es que sean malos toreros, es que no los conoce nadie. Y, lógicamente, con hierros para desesperados, como los seis bichos destinados al cartel de la final del día 18. La de la gesta heroica de Isaac Fonseca, ahora reconocida por todos pero sin que nadie se indigne de verlo relegado de las plazas y ferias donde debería estar. Noticia útil para cubrir las arideces informativas de junio y nada más.

La truculenta historia de Isaac Fonseca desnuda las bases sobre las que se mueve la fiesta en España (de México mejor no hablar). Un entramado dominado por grupos de interés, acuerdos mafiosos y barajas cerradas a cal y canto. Y una de tantas razones por las que la fiesta navega al garete sobre el mar proceloso de este siglo de las redes (anti)sociales y el animalismo sin distinción de especies, bípedos implumes –e impunes– incluidos.

Roca Rey. La guerra fraguada el día 11 en Las Ventas a la altura del sexto de la tarde estalló sin restricciones durante la semana recién ida. Recordemos la escena: Andrés Roca batalla en pos de una faena improbable dadas las dificultades y el peligro que ofrece “Jocundo”, de Victoriano del Río. La afición lo vive embargada de emoción. Pero no el “7”, que gritonea acusaciones de “pico” y “fuera de cacho”. El limeño, pendiente del viento, está citando en corto, la muleta en la izquierda, el estoque tratando de controlarla. Es en esa pequeña pausa que se le ocurre pedir serenidad dando cara al “7” mientras mueve de modo apaciguador la mano que porta la espada. La gente lo nota y abronca a los intransigentes. Seguirá el curso de la faena con una entrega paralela a la del torero, y al morir el toro abroncará al presidente por negar una oreja solicitada con unanimidad.

Pasan los días. Hasta que a Roberto Domínguez, el mentor de Roca Rey, le da por celebrar públicamente que éste haya hecho frente de manera ostensible a sus ciegos y furibundos detractores; la reacción de estos no se hace esperar: “Somos una roca y aquí te esperamos”. En las alturas del “7”, se sobreentiende. Con ánimo de amargarle la vida al peruano cuantas veces vuelva a torear en Madrid.

Los enterados afirman que no es para alarmarse tanto. Que la historia está llena de casos en que Madrid castigó a las figuras con desmedidas exigencias y denuestos, de Guerrita a El Juli. Sin faltar el memorioso que recordara a Luis Miguel Dominguín cuando tuvo la soberbia de proclamarse número uno de cara al tendido que lo discutía (17.05.49). O los casos en que los exigentes se opusieron a Palomo Linares, Paquirri, Enrique Ponce…

Pero, un momento. Si uno repasa la lista de agraviados por la andanada del “8” o por los duros del “7” no va a encontrar a ninguna “víctima” con las características del llenaplazas peruano. Ni en poder taquillero ni en materia de decisión, ceñimiento y entrega frente a cualquier clase de toro. Como nunca, la gritería hostil a Andrés ha carecido del menor fundamento, mera expresión de una necedad prejuiciosa lindante en odio gratuito. Ante eso, no cabe una actitud más torera que el pedido de paciencia de Roca Rey, a poca distancia de la cuna de un animal singularmente agresivo y torvo. O su desmelenamiento final al saberse vencedor de ambas fuerzas adversas, la fiera de afilados pitones y la que esgrime como armas la sinrazón y el insulto desde la seguridad del tendido.

Conviene asimismo distinguir entre la exigencia de autenticidad que es defensa necesaria de la fiesta –como la de los buenos aficionados del “7”, surgidos como reacción a la etapa falsaria que culminaría con el reinado de El Cordobés–, y la gritería destemplada de muchos de los actuales ocupantes de dicha localidad, empeñados en su guerra particular contra el torero que representa justamente el retorno de la verdad y la emoción a las plazas. Pasados de rosca, los reventadores pueden llevarnos a todos al despeñadero.

Colofón. Conste que no hay en las anteriores reflexiones la menor alusión a la posible influencia de la nacionalidad de los dos agraviados, mexicano el uno y peruano el otro. Pero puestos a indagar los móviles de quienes parecen interesados en promover el caos y la desestabilización de la fiesta –regateándole espacio en los carteles a un alternante tan incómodo como Fonseca, obstaculizando la marcha arrolladora de Roca Rey–, quizás pudieran llegar a develarse actitudes xenófobas de ninguna manera novedosas.

Que lo diga, ya que estamos en plena futbolización de la tauromaquia, la odisea que el racismo de los ultras le está haciendo vivir a Vinicius Jr., goleador brasileño del Real Madrid culpable de tener la piel brillosa y descaradamente oscura.        

Juan de Castilla asume con gallardía no pasar a la final de la Copa Chenel ( decisión del jurado ) y quiere confirmar en Madrid

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Juan de Castilla

@JuandeCastilla

Es duro asumir que ya no estaré participando cuando el objetivo se siente tan cerca.Pero mi ilusión de hacer el paseíllo y confirmar en

@LasVentas

siguen intactas.Estamos en el camino. Enhorabuena

@BorjaJimenez92

, mereces ganar la Copa. Gracias

@CopaChenel

y afición por todo.

La primera semifinal de la Copa Chenel, celebrada el pasado sábado en San Agustín del Guadalix, dejó resuelta la primera plaza de la final que se disputará el próximo 10 de junio en Alalpardo. El nombre del primer finalista de esta edición, se ha dado a conocer en el programa “La Encerrona de Carmelo”, emitido en el canal de YouTube de la Fundación Toro de Lidia.

Borja Jiménez cortó una oreja tras petición a su segundo toro “Provechoso” de Baltasar Ibán, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Un apéndice se llevó Juan de Castilla, obtenido también con un toro de Baltasar Ibán. El cartel lo cerraba Rafael Serna, que se fue de vacío en una tarde poco destacada del sevillano. 

El jurado otorgó un 18,73 a Borja Jiménez frente al 18,43 de Juan de Castilla, incluyendo el punto extra referido al voto del público, que fue obtenido por el colombiano con un 65,8%, frente al 33,2% del sevillano.

De esta forma, Borja Jiménez se proclama triunfador de la tarde convirtiéndose en el primer finalista de la Copa Chenel

El siguiente finalista saldrá de la segunda semifinal, que se disputará este sábado 22 de abril en San Martín de Valdeiglesias. En el cartel están anunciados Juan del Álamo, Mario Palacios y Calerito, quienes se enfrentarán a los astados de Castillejo de Huebra y Salvador Gavira-García.

Bolívar se recupera en España del tremendo golpe en la rodilla derecha y busca reaparecer en Aguascalientes el 20 de abril

Luis Bolívar viajó a España donde reside y se puso en manos de especialistas para superar el problema de la rodilla derecha tras un golpetazo en el frustrado mano a mano con Juan de Castilla que el antioqueño resolvió solo porque el vallecaucano no pudo continuar tras dar un solo lance al primer toro de Mondoñedo en Marruecos, ganadería que celebró el centenario de su fundación y que hoy orienta don Gonzalo Sanz de Santamaría la cuarta generación de una familia dedicada a la crianza del toro bravo.

Luis Bolívar tiene , además, contratadas varias corridas en el Perú y ya anunció que irá a esas tierras.

Juan de Castilla se prepara para la Copa Chenel

( Fotos Farley Betancourt )

Después del  festejo realizado en la plaza de Toros Marruecos en Puentepiedra,  donde se programó el mano a mano entre Luis Bolívar y Juan de Castilla con el que se celebróel centenario de la ganadería de Mondoñedo, festejo que al final se convirtió en una apuesta en solitario para el torero de Medellín Juan de Castilla,  que lidió los 6 ejemplares reseñados por el ganadero Don Gonzalo Sanz de Santamaría para conmemorar la efemérides de la divisa más antigua de Colombia, se conoció el parte médico de la lesión  que presenta Juan de Castilla,  el cual fue valorado en Guadalajara apenas llegó, siendo atendido en el Centro de Fisioterapia – Biosalud  por  el Doctor Jesús Peinado Cros  especialista en Fisioterapia Deportiva de la Universidad Complutense de Madrid,  donde acude por inflamación y dolor continuo en la muñeca derecha ;después de la valoración el Diagnóstico fue: Dx. Tendinopatía del Músculo Aductor Corto  del Dedo Pulgar e Inflamación del Flexor Largo del Pulgar, por lo anterior se descarta una lesión mayor,  siendo tratada con Masaje cyriax  ò  Masaje transverso profundo, Crioterapia y Vendaje.

Actualmente Juan de Castilla continúa entrenando  con su habitual normalidad,  utilizando una férula que le protege el pulgar y muñeca derecha para  estar a punto en la semifinal de la Copa Chenel.


EL PARTE

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La amenaza al toreo sigue latente: Sebastiàn Ritter que estarà en Villapinzòn mano a mano con Bolìvar el 4 de diciembre

Sebastiàn Ritter con una impecable campaña en España y Francia este año, vuelve a su terruño para estar en Villapìnzòn el 4 de diciembre con toros del maestro Rincòn de «Las Ventas » en un inèdito mano a mano con Luis Bolivar quien ha sido un referente de nuestros matadores en Europa.

El colega , colombiano y antioqueño de pro, David Jaramillo, hablò con èl en Madrid horas antes de tomar el vuelo el torero nacido en Medellìn con destino a Colombia. Y dijo «cosas» sustanciosas:

Más que los buenos resultados en la arena, interesa (y mucho) que el resultado en los tendidos tenga la suficiente fuerza para seguir dándole al toreo de un balón de oxígeno suficiente para pensar en la posibilidad de un futuro sólido.

-¿Es por eso que se ha pesando darle un significado especial, muy colombiano, a esta cita?

-Así es, después de ver el debate del proyecto de Ley que pretendía prohibir la actividad taurina en el país, entendimos que había que volver a despertar ese sentido de pertenencia del público con el toreo, sentirlo nuestro, como ha sido siempre. Yo no lo viví, pero he leído y me han contado lo que significaban Joselillo de Colombia y Pepe Cáceres y que, por ejemplo, a los triunfadores de cada tarde en Medellín, aún vestidos de luces, les vestían de paisas con poncho, carriel, sombrero y collar de arepas, aunque sí que me tocó ver las plazas a reventar cuando se anunciaba César Rincón, con esas banderas colombianas en los tendidos apoyando al maestro y todo el mundo cantado “Soy colombiano”, que era lo que tocaba la banda cuando él toreaba. Entonces era una fiesta muy nuestra y el toreo era incuestionable. Creo que necesitamos volver a despertar ese espíritu en nuestros aficionados. En el país tenemos muy buenos toreros, pero nos está costando mucho meternos en la temporada europea para competir al máximo nivel. Por eso tenemos que aprovechar esta oportunidad que ahora tenemos para hacer que el público se sienta orgulloso de nuestros toreros, de nuestros ganaderos, de nuestra tauromaquia, de ser colombianos y taurinos.

-¿Cómo piensan conseguirlo?

-Creo que hay muchos elementos que hacen que la corrida sea muy atractiva. Lo primero es el cartel. Si te fijas, este mano a mano es entre los dos únicos toreros colombianos que hemos podido entrar en el escalafón europeo durante esta temporada. Eso habla de un esfuerzo muy grande por mi parte, porque, como te dije antes, ganarse esas oportunidades es muy complicado, y por parte de Luis Bolívar creo que obedece a una trayectoria brillante. No por nada pudo entrar en plazas como Las Ventas y Bilbao este año. Esas cosas no se regalan y Luis es, sin duda, un ejemplo para todos nosotros. Pero también están los toros del maestro Rincón, que triunfaron con mucha fuerza en todas las plazas que se lidiaron el año pasado. Además, la corrida podría servir de homenaje al 40 aniversario de nuestra máxima figura del toreo. Y todo esto va a estar adornado con todo el espíritu colombiano que podamos darle. Por ejemplo, con la música. La banda está preparando un repertorio muy colombiano y vamos a escuchar pasillos y bambucos como el “Bunde tolimense”, que acompañaba a Pepe Cáceres en sus grandes tardes, o “Soy colombiano”, que sonaba como homenaje a Rincón en sus faenas, entre otras canciones que nos van a tocar ese espíritu colombiano. Y hay preparadas otras muchas sorpresas que creo que vestirán muy bien una tarde que tiene que ser una celebración para todos y en la que es importante llenar la plaza. Para eso se han fijado precios realmente económicos para las entradas y dispondremos, en coordinación con el Tendido Joven de Bogotá, de buses desde la capital para que los aficionados se puedan acercar a Villapinzón sin coste adicional. En esta corrida nos hemos implicado todos, desde el empresario, pasando por los toreros y el ganadero. Aquí lo importante es volver a llenar las plazas y, sobre todo, las de los pueblos, que es donde más está haciendo falta el apoyo de todos.

-Hablas de los pueblos, pero las ferias grandes del país también están sufriendo y cada vez hay menos.

-Sí, lamentablemente así es. Sin Bogotá y Medellín por cuestiones políticas, las ferias de Cali y Manizales son las que están llamadas a mantener vivo el ambiente taurino del país, pero también hay que recuperar y fortalecer la provincia. Desafortunadamente, este año no he llegado a un acuerdo con las empresas de Cali y Manizales, a pesar del gran esfuerzo que he hecho en Europa para torear ocho tardes, vivir dignamente de mi profesión y crecer como torero, pero espero que, por el bien de la fiesta en Colombia, todas las tardes sean un éxito, tanto en la arena como en el tendido. Aquí necesitamos del apoyo de todos. También por eso es muy importante esta corrida en Villapinzón para mí, puesto que si no estoy en las ferias no es porque no quiera torear en Colombia, al contrario, quiero demostrarle a mi gente lo que soy como torero y lo que puedo llegar a hacer. Y si es compitiendo cara a cara con el mejor torero del país, mejor. Ojalá fuera en Bogotá, Cali, Manizales o en Medellín, por su puesto, pero también en Villapinzón, Palmira, Sogamoso, Ubaté, El Retiro y en cualquier pueblo que se anime a dar toros en estas fechas. Yo estoy para torear y defender mi profesión con orgullo en cualquier plaza, pero también mi amor propio me empuja a querer triunfar con más fuerza que mis compañeros de cartel. De momento, en Villapinzón saldré a ser el mejor y a que el público se sienta orgulloso del toreo colombiano.

Roca reaparece el sábado en la goyesca de Ronda

Ecuador, Perú y Colombia con toreros nuestros. Cristóbal Pardo,Moreno Muñoz, David Martínez, Rocío Morelli, José Luis de Vega, Juanito Ortiz, Diego Alejandro

Los toros en América

 By Guillermo Rodríguezjunio 14, 2022


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