Otro extraordinario artista colombiano, Diego Ramos, me hace llegar esta magnífica imagen del maestro Fernando Botero dando un muletazo a una vaquilla en un tentadero en la ganadería de don Victoriano del Río.
Nunca perdió su elegancia el maestro. Con zahones camperos con chaqueta, chalequillo, y corbata toreó en esa ocasión.
Nunca olvidó sus orígenes de aprendiz de torero en su natal Medellín en la plaza La Macarena. Con los años el mundo de la tauromaquia ocupó su quehacer de creador de una obra monumental que apenas estanos aquilatando tras su muerte. Parte de esa creación está en Colombia y por esa relación tan profunda del maestro Botero con esta nación que siempre, siempre, sin fisuras, estuvo en sus afanes y atento a los sucesos del país.