(Fotografías de Farley Betancourt )
Como todo arte adosado de valor, tragedia , misterio, liturgia , bien hacer ,como el toreo hay faenas casi intimas en las ganaderías y que muy pocos tienen el privilegio de asistir. Pues el maestro Rincón ha querido sacar a plena luz del día en la plaza de toros de Villapinzón al norte de Bogotá, frontera con Boyacá ese trabajo silencioso, a veces dispendioso pero enriquecedor de probar vacas y futuros sementales.
Este domingo soleado bajo un cielo azul intenso, el maestro de las 4 puertas grandes consecutivas del 91 en Madrid acompañó el juicioso quehacer de Luis Miguel Castrillón, Sebastián Cáqueza, , Manolo Castañeda, Simón Hoyos, Anderson Sánchez y su hermano, José Gallo, Joselito Castañeda.
Actuó con soberbia limpieza el picador Edgar Arandia. Por cierto, gracias a Don Javid Gaibao mayoral de Las Ventas, a los vaqueros que cumplieron magníficamente su tarea. A don Ricardo Arandia y Nelson Segura , anfitriones. Estuvo muy atento echar un capote, y nunca mejor expresado, el torero César Camacho
Salieron dos vacas y dos novillos-toros.
Una de ellas se aprobó y un macho será semental en Las Ventas del Espíritu Santo. No pasaron la prueba una vaca y un novillo-toro. El ganadero tiene unos parámetros muy altos de exigencia porque cree que es en el tentadero donde puede decidir el curso de su carrera como criador de reses bravas y sentenció: si soy blandengue y permisivo, dejo pasar defectos, éstos al final terminarán por «! desgraciar » ( vale decir descastar ) la ganadería y todo se me va a pique.
Pudimos asistir regocijados a la lidia con ramas de dos ejemplares que el ganadero-pedagogo siguió con atención. Uno de ellos es producto del laboratorio en su dehesa con embriones. Y lo curioso es que aunque ya «Indultado» murió quedaron pajillas que mediante un complejo proceso revivieron hoy en ese tentadero.
Una dicha ver cómo se comportaron al caballo, uno fue desde el otro extremo de la plaza con prontitud y galopando a la cabalgadura. La ovación no se hizo esperar.
El maestro iba contando el comportamiento de sus bovinos. Si tenían fijeza, recorrido, si humillaban, si tardeaban, si atesoraban casta, bravura, nobleza. Si tenían o no fuerza, si poseían clase. Y sumados todos esos factores los jóvenes tentadores fueron sacando lo mejor de sí y pusieron todo su empeño mas que para lucirse ellos que las estrellas, estos prodigios de la naturaleza como es la raza brava lucieron sus mejores argumentos.
A más de esas gentes humildes, trabajadoras del campo, habitantes de la Villa, asistieron voceros de las peñas La Giralda, la Barra5, la Porra Taurina de Bogotá, los Boinas Blancas, los de Aexandes.
Y se mostró este hermoso capítulo que hace parte de nuestro ceremonial taurino en el que no hay asomo de violencias, de maltratos.
EL maestro César Rincón invito a uno de los integrantes de la banda musical a torear una de las becerras aprobadas este simpático joven de villapinzón muy reconocido en la región por su gran afición lo podemos ver toreando en las siguientes imágenes