Corralejas y corridas , contradictorias emociones de dos maneras de entender la fiesta
Las corridas de toros nacen en el mediterráneo y vía la colonización entra en América de diversas formas. Como bien dice Rubén Amón, la corrida es contracultura : No ya por el espesor litúrgico, por la hondura ritual, por la dimensión popular, por el hedonismo, sino por su definición civilizadora y por su abrumador significado estético. No puede haber —ni hay— una experiencia más creativa que aquella que proviene del abismo de la muerte. El torero danza con ella. Eros seduce a Tánatos a las cinco en punto de la tarde.
Escribo en Sincelejo tierra sucreña de corralejas por excelencia en la que el sábado se escenificó una corrida de toros con tres espadas mientras a unos kilómetros miles de personas ingresaban a una plaza portátil para participar de otro rito de la fiesta, la corraleja.
Los orígenes de la historia de las fiestas en corralejas vienen de la cultura Española en América, también se busca más allá en la misma cultura Cretomicénica del Egeo que es en la que el toro fue el animal sagrado, representativo de la fuerza y el poder.
Los primeros espectáculos taurinos se dieron en Creta, donde estos fueron representados en la fuerza del animal frente a la habilidad y destreza del hombre.
En la región caribeña llega desde España este representante a la par que el ganado. Datan de la época de la colonia, pero no como espectáculo taurino sino como una escuela de manejo del ganado.
Estas labores, fueron empezadas en haciendas y se fueron convirtiendo paulatinamente en un espectáculo presenciadas por amigos, parientes e invitados del dueño. Se puede notar que estos eventos se hacían coincidir con fiestas patronales religiosas, hecho que aún se practica en la mayoría de los pueblos, expresa Karla Fajardo.
CORRIDA VERSUS CORRALEJA
Es evidente y manifiesto el apoyo popular a la corraleja en estas ardientes tierras de los sinues pues mientras en la portátil en medio de ensordecedora música de fandangos, los manteros esquivaban las emocionantes embestidas de los toros ( desde hace un par de años se corren toros de casta de ganaderías de prestigio y cada vez menos el criollo que topa pero no embiste ) ,EN EL COLISEO APENAS 300 PERSONAS asistíamos a la «corrida formal» con seis toros y tres toreros. En la corraleja, cada tarde, se corren 40 toros….
Lo cierto es que la emoción que se palpa cada segundo en la corraleja la hemos ido perdiendo en muchas plaza de toros porque la casta se ha reducido sensiblemente y esa danza de vida y muerte ha dado paso a un hermoso ballet, es verdad, pero sin ese ingrediente del fusible de casta ( embestidas por abajo del toro que obliga al torero a PODERLE al toro y a torear con la muleta arrastrada ).
No sería verdad generalizar pues no todas las ganaderías van en ese camino. Hay excepciones que son admirables y no las menciono por respeto a ganaderos que no piensan o no conciben de la manera como creo y respetable es su postura. Respeto y mas respeto para ellos.
El toro dijo una vez el maestro Andrés Vázquez, está para coger. Y digo yo, el torero para esquivar artísticamente esa expresión «natural » del toro bravo adosada de una refinada técnica por parte del hombre.
Es menester devolverle al toro esas embestidas ( casi con fiereza y no digo que todas sean como aquel » Bastonito» de Baltasar Ibán que lidió en Madrid César Rincón en Las Ventas en lo que ya es historia y épica del toreo) pero que se le parezca. Que ese espectador en el tendido perciba que él no puede hacer eso, que la tensión está viva, que algo puede suceder.
Según ABC ,la casta es . «1. Generación o linaje. Línea de asce «Bastonito» nº25 de Baltasar Ibán, negro de capa, con 501 kg y nacido en agosto de 1989. Su lidia y muerte correspondió al torero César Rincón, cortando una oreja y el toro premiado con la vuelta al ruedo. Sin duda, una de las batallas más épicas que se recuerdan entre un toro y torero.ndencia o descendencia de los hierros actuales… 2 Conjunto de caracteres hereditario que un determinado individuo recibe de sus ascendientes… 3. Figuradamente, genio, poder de combatividad que demuestra el toro en la lidia. Es la acepción más divulgada… Pero hay que distinguir al toro de buena casta o mal encastado…».
En estas tierras de verseadores, decimeros , cantores, la el sombrero » vueltiao» que se elabora en Tuchin; y juglares esplendidos , la tierra de mi ilustre y admirado David Sánchez Juliao cuyo personaje central El Flecha recita condolido :
Adió, hombe, adió, caráj, que ya no te dajaj ver, cuadro, qué pasa. Nada viejo, nada, yo aquí, matando el tiempo y la desocupación con la lengua, pa’ olvidar, mano, pa’ olvidar. Cháu, noj verno.
Tengo sensaciones contradictorias pero lo que se ve en una corraleja es la emoción a borbotones que se me ha refundido entre tanta bondad de toros predecibles. Recuperar la casta pareciera ser la pócima bendita , de que la gente llene las plazas, que sin perder el juicio se levante de su localidad, que ovacione y sepa que este es un rito sagrado donde la muerte ronda.
Mircea Eliade considera que la corrida de toros de Creta se inserta dentro del ámbito religioso, y no como un simple juego o deporte, como otros estudiosos han considerado.2 Así, los toreros cretenses, por cierto hombres y mujeres, son los sacerdotes del ritual, en el que han de librar la muerte en su lucha con el toro.
El torero de hoy, como ellos, ha de enfrentarse al Minotauro, en su Laberinto, pero no ya con el hilo de Ariadna, como lo hizo Teseo, sino con la «intuición de los terrenos», de que habla Ortega y Gasset:3 «En la plaza palaciega de Cnossos, o en nuestro ruedo solar, hay inscrito un laberinto en el que sólo el iniciado, el héroe, el torero, puede introducirse hasta llegar a los terrenos del toro: terrenos peligrosos porque en ellos está la muerte» (Cobaleda 2000, 57).
Se leen opiniones. Recordar que la corraleja es una expresión taurina muy nuestra