El bombardeo contra la fiesta . La pasividad no es buena consejera
Nunca como en estos tiempos revueltos a uno y otro lado del Atlántico, pandemia incluida, furiosamente se está atacando a la fiesta, si bien es verdad que no es novedad pues hace 10 siglos comenzó ese rabioso antitaurinismo revestido de falsa misericordia y razones ideológicas y políticas en tiempos de Alfonso X El Sabio , al que se han subido Papas, reyes, alcaldes, regidores, alcaldes, Congresos, ministros, presidentes y estos nuevos predicadores en favor del aborto pero contra la muerte digna de un toro en una plaza en épica batalla, mal que les pese a sus detractores.
Expresarnos desde la legalidad es la vía. Desde el derecho, desde el respeto no exento de fuerza, de vigor, de entereza. Somos cabales.
Porque como bien dice el dr. Felipe Negret, no se trata tan solo defender la corrida sino la LIBERTAD , bien supremo, de asistir a las corridas.
En Colombia desde aquella expresión de los valientes novilleros que se plantaron frente a la plaza de toros de Bogotá hasta conseguir que el autoritario alcalde Petro reabriera La Santamaría los taurinos estamos adormilados, anestesiados. No digo que salgamos a » la loca » a protestar pero sí unir esfuerzos para hacernos oír, somos un colectivo respetable, legal y no vale la discusión de si somos o no minoría porque somos ciudadanos y tenemos los mismos derechos que aquél, que aquella que no quiere la fiesta porque le parece horrorosa. No obligamos a nadie a ir a una corrida pero exigimos con mucho respeto pero con la frente alta LA LIBERTAD , bien preciado, de ir a la corrida en paz y no como hizo Petro con sus esbirros de golpearnos el día que volvimos a nuestro escenario natural en un acto, ese sí de salvajismo contra pacíficos ciudadanos que hacían cola para entrar al coso » «inventado » por don Ignacio hace 90 años.
En el Congreso español el partido de Unidas Podemos financiado por el execrable régimen de Maduro pide prohibir al bombero torero.
El alegato ? «que estos espectáculos atentan contra los derechos de las personas con discapacidad».
Digo, habrá que denunciar a Velázquez y sus meninas y sus borrachos y sus enanos que hacen parte e la historia del arte » por usar ( con perdón eso de usar ) enanos en sus cuadros maravillosos y que se encuentran en el museo del Prado.
LA REPLICA DE LOS COMICOS
Según los podemitas españoles este tipo de espectáculos son “degradantes” para las personas con displasias óseas que en ellos participan. En un escrito dirigido al Ministerio de Cultura y Deportes han argumentado, además, que este tipo de eventos atentan contra la dignidad y los derechos recogidos en la Convención Internacional de la Discapacidad.
José Antonio, que se califica a sí mismo como un trabajador “de talla baja”, ha cuestionado los planteamientos de CERMI. “No entiendo en qué se basan para considerarlo denigrante”, se ha preguntado. “Nunca he pensado que se ríen por lo que somos”, argumenta, “sino por lo que hacemos”. Para él su trabajo es “equivalente” al de un payaso. “No nos consideramos denigrados por nadie”, ha sentenciado.
La comedia es una parte importante de su espectáculo, en el que participan toreros, payasos y acróbatas. Las “payasadas” que efectúan en el ruedo, explica José Antonio, tienen un único objetivo: “hacer reír a la gente, no que se rían de nosotros”. Su compañero Miguel Ángel va más allá y advierte que “si ves una parodia de payasos y la gente no se ríe, no vale”.
Pero también cuenta con una parte “más seria”. En ella se torea a un becerro, de aproximadamente un año de edad, lo que entraña sus “riesgos” para una persona de la estatura de José Antonio o Miguel Ángel. “Para nosotros es un animal un poco grande”, argumenta José Antonio. Un riesgo para el que afirman estar “preparados”, puesto que “somos toreros profesionales”. “Soy un profesional”, insiste Miguel Ángel, quien presume de hacer “virguerías” con la vaquilla.
Ambos afirman estar haciendo lo que “nos gusta”. “Si me lo quitan”, se pregunta Miguel Ángel en referencia a la posibilidad de que se suspenda ‘Diversiones en el ruedo y sus enanitos toreros’, “¿qué hacemos?”. “No es fácil encontrar trabajo”, confiesa José Antonio, quien asegura que “donde quiera que vayamos a pedir un trabajo nos van a dejar el último, siempre”.
En México quieren cambiar la Ley y por eso los estamentos taurinos han reaccionado para manifestarse pacíficamente el 11 de diciembre a las 11 horas en la explanada del Palacio de Bellas Artes el D.F donde por cierto se velaron los restos del maestro Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ.
Me cuenta mi estimado Juan Antonio de Labra desde la república mexicana:
Tauromaquia Mexicana ha organizado una manifestación taurina, cuya finalidad será protestar en contra una nueva la Ley de Bienestar Animal que pretende hacer modificaciones a la legislación federal en torno al maltrato a los animales, en que las corridas de toros ya no serían una excepción, tal y como está contemplado en la legislación vigente.
La intención de los distintos grupos taurinos y aficionados en general, es hacerse visibles y manifestar su inconformidad con este atropello a diversas garantías individuales contenidas en al Constitución Mexicana, como son el derecho al trabajo o el desarrollo de la libre personalidad.
En Bogotá,el Concejo con la firma de la señora alcaldesa que no se fija en el improcedente e irregular trámite y que rebasa los limites de la Ley, firma el Acuerdo que mutila corrida y deja sin empleo a decenas de familias que derivan su sustento de una actividad como la taurina que es legal poniendo por encima su visión del mundo ( jamás me atrevería a cuestionar su homosexualidad pues ese es SU derecho y tengo la obligación ética de respetar esa opción ) pero ella no respeta el mío , mi libertad de ir a la corrida en paz.
Cierro, por ahora con esta reflexión del profesor de filosofía de la Sorbona Francis Wolff:
Prohibir la fiesta de los toros, una de las creaciones más particulares de la cultura latina, y portadora a la vez de los valores humanos más universales (coraje, grandeza, vergüenza, lealtad, ritualidad, dominio de la animalidad dentro y fuera de sí mismo, creación de belleza a partir de un riesgo cierto de muerte), significaría sucumbir a un conformismo que tiene en el mejor de los casos la apariencia de la universalidad, porque se trata de una universalidad sin sabor, como McDonald’s o Coca-Cola. Tal prohibición significaría un nuevo revés a nuestra cultura latina. La corrida ha dejado de ser la Fiesta Nacional de España, y con eso ha ganado mucho. Ahora forma parte integral del patrimonio latino mundial, y es una de las fuentes de resistencia a la civilización anglosajona dominante y uniformadora.