Sevilla. Histórica tarde. Gran encierro de Victorino, un hijo de «Cobradiezmos» , vuelta al ruedo y terna de lujo: El Cid (oreja), Escribano, dos y De Justo una. El toreo luminoso de toros y toreros

Sevilla. Histórica tarde. Gran encierro de Victorino, un hijo de «Cobradiezmos» , vuelta al ruedo y terna de lujo: El Cid (oreja), Escribano, dos y De Justo una. El toreo luminoso de toros y toreros

La imagen de La Maestranza iluminada es para remarcar cómo el toreo de esta tarde de sábado abrileño es más brillante que nunca, más prístino, más hermoso.

( Fotos de Julián Velasco y Pagés )

Este resumen es pálido reflejo de un excitante momento, uno más de la tauromaquia :

• MANUEL JESÚS ‘EL CID’, vuelta al ruedo y oreja. 

• MANUEL ESCRIBANO, ovación y dos orejas. 

 EMILIO DE JUSTO, oreja y ovación tras aviso. 

El vocablo puede sonar repetitivo , machacón pero la tarde de este 22 de abril en La Maestranza fue histórica por el contenido de los toros, la calidad de los toreros, cada uno con su estilo, esa alimaña que salió en primer lugar para Escribano, los naturales de El Cid al segundo, la emoción honda , que cala el alma, del toreo sincero, de verdad , de Escribano que estuvo cumbre con ese segundo , el temple, el sitio, la toreria de Emilio de Justo que se jugó el tipo con ese segundo habiendo estado magnífico con el que cortó la oreja.

El festejo duró casi 3 horas pero no se sintió. El tiempo pasó volando y las emociones de principio a fin, el corazón en un puño porque Victorino trajo una corrida que, seguro, su padre aprobaría sin dudarlo.

Qué verdad, qué sinceridad, qué arrojo, qué valor de la terna. Y ese quinto, «Patatero», hijo del mítico Cobradiezmos, un toro que no me hubiera importado si lo indultan con todas las pegas de los sabiondos.

Tardes como la de este sábado reivindican el toreo, le da su sentido prístino de un antiguo arte que es belleza también y significativamente por la casta.

Qué honradez de la terna, qué maravilla volver a ver a El Cid vestido de luces, a Escribano jugando con la muerte, esa portagayola al segundo que le salió impecable y Emilio, asentado, ,pisando esos terrenos que pocos de sus colegas se atreven y con majeza.

Nadie puede ponerle una pega al festejo.

Por ejemplo ese alarde de Escribano con la portagayola—Con un Victorino

HABLA EL GANADERO

Gran tarde de toros la que hemos compartido hoy en Sevilla. Variada, interesante y encastada; larga, pero en la que todos hemos estado atentos sin aburrirse nadie.

Ha habido toros que han presentado las complicaciones y exigencias de la casta, estando los tres espadas valientes y profesionales toda la tarde, por lo que les felicitamos; igual que al empresario por el cartel tan rematado para nuestro encierro.

Por último agradecer el cariño y respeto de la afición  sevillana.

Y qué gran toro PATATERO, hijo de Cobradiezmos

El Cid oró antes del festejo

Otro cartelazo hoy en La Maestranza con el retorno a los ruedos de Manuel Jesús «El Cid» que dijo volvía porque enfundarse el traje de luces era lo más bonito que le podía pasar a un torero.

Estará acompañado de Emilio de Justo que en su última comparecencia a punto estuvo de abrir la Puerta del Príncipe y por Manuel Escribano el que indultó al ya mítico «Cobradiezmos» ese toro excepcional que hoy padrea en Las Tiesas.

Los toros de Victorino Martín.

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