Pablo Gómez de Barbieri ( blog de El Comercio de Lima)

Como parte de la feria taurina de Las Tunas, en Cieneguilla, al sureste de Lima, en la parte alta del Valle de Lurín, se celebró un festejo taurino el domingo 7 de noviembre.

El mexicano Manolo Juárez ‘El Poeta’, el español Javier de Prado y el peruano Luis López lidiaron reses de la ganadería Rubio Reeves en un ruedo portátil montado dentro de las graderías de una futura cancha de fútbol-7, en el complejo turístico denominado Las Tunas. Como veremos, resultó ser un festejo en el que se extrañó al protagonista irremplazable cuando tres matadores están en el ruedo: el toro con cuatro años como mínimo –o cinco, si el encaste por hechuras y volumen así lo exige–, con cara, seriedad y trapío.  Tres matadores de toros vestidos de luces no pueden ni deben lidiar reses como las del domingo pasado.

–La feria que Las Tunas prepara para 2022–

En Las Tunas se está construyendo una plaza de toros para diez mil espectadores que se proyecta inaugurar en junio del año 2022, con un cartel de primera categoría. La plaza se llamará Andrés Roca Rey y la feria inaugural contará con su participación, el año que viene.

PLAZA EN CONSTRUCCIÓN. Situación actual de la plaza de toros que se piensa inaugurar en junio de 2021, en Las Tunas de Cieneguilla, al sureste de Lima
FOTO: PABLO J GÓMEZ DEBARBIERI

La nueva plaza firme aún no está concluida, con instalaciones completas para la lidia y los tendidos acabados, pero Williams Herrada Rubio, empresario y propietario de Las Tunas quiso celebrar este año una feria taurina para comprobar cómo opera su local turístico y cómo responde el público en una plaza que requiere un viaje algo prolongado desde las zonas residenciales de Lima.

El señor Herrada, empresario y ganadero de Rubio Reeves es un aficionado entusiasta que ha invertido un importante capital en Las Tunas –y lo que le falta todavía por invertir para concluir la plaza y terminar de habilitar el complejo de Las Tunas– y su esfuerzo merece tener el máximo éxito. Para lograrlo, le hará falta afinar varias cosas.

Por todo ello, debe empezar a cambiar su enfoque, porque la feria que pretende organizar el año que viene tendrá que ser de la máxima categoría posible. Diez mil espectadores y toreros de primera fila en el escalafón taurino mundial lo obligan a ello.

COSTUMBRISTA. En la zona para orquestas y fiestas del complejo turístico Las Tunas actúan un grupo de danzantes del carnaval de Cajabamba, Cajamarca
FOTO: PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI

–El festejo del domingo 7 de noviembre–

En la ya reseñada plaza portátil se lidiaron seis reses muy jóvenes y excesivamente terciadas para tres matadores de toros. Tuvieron clase y la nobleza que la inocencia adolescente presupone, debido a la juventud de los astados. El festejo se anunció como un reto de banderilleros.

El Poeta es un torero azteca afincado en el Perú desde hace varios años.

De Prado, nombre taurino del extremeño Javier Díaz Pascual, posee enormes patillas y está algo subido de peso. Se presentó sin chaleco. Parecía la imagen de algún torero regordete de los grabados antiguos del siglo XIX. Tomó la alternativa en Cebreros, Ávila, el 14 de agosto de 2016, con toros de José Luis Iniesta; el padrino fue Luis González y el testigo, Borja Jiménez. Desde entonces, no parece haber toreado otra corrida.

Luis López es un valiente lidiador nacional, con más coraje que técnica. Algo que debería resolver y corregir, porque desmerece su potencial y valor como torero.

–El Poeta–

El primer novillo –terciado y joven– se deslumbró de salida y al estrellarse en un burladero, se partió un pitón. Después de ese desagradable accidente, su lidiador debió abreviar.

Recibió un picotazo en el caballo. El Poeta no estuvo acertado con los palitroques.

El torete tuvo clase y alegría. Los muletazos, medianamente aseados, fueron poco relevantes. Estocada caída que tardó mucho en hacer efecto, seguida de dos descabellos.

Le concedieron una inexplicable oreja.

EL POETA. El torero mexicano instrumentando un pase de las flores
FOTO: PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI

El cuarto no parecía un eral como el primero; más bien, era un utrero revejido. Tuvo clase y nobleza.

López puso un buen par, lo mismo que El Poeta; a De Prado no lo invitaron a banderillear.

El Poeta empezó toreando bien con la derecha, pero debido a la clase del novillo, abusó de él y el resultado fue un toreo pueblerino. Pinchazo hondo que tardó en hacer efecto, pero fue suficiente.

Otra oreja benevolente.

–De Prado–

El segundo, terciado y joven, tuvo clase. El robusto diestro patilludo dejó alguna verónica estimable y estuvo bien en banderillas.

Con la muleta, acelerado y carente de reposo; ello lo dejó, por momentos, a merced del torete, pero logró concluir indemne el trasteo, gracias al poco volumen del novillo. Dos pinchazos y estocada muy trasera.

Silencio.

DE PRADO. El diestro extremeño al natural.
FOTO: PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI

El quinto, un utrero berrendo salpicado; aunque un poco alto y despegado del piso, tuvo gran clase. Recibió un breve picotazo en el caballo. Los lances de capa, algo apresurados.

Los primeros muletazos tuvieron algún mérito. El novillo se refugió en tablas y amagó con rajarse. Lo cambió de terreno y hubo algunos muletazos más, pero sin calidad.

A pesar de su muy breve encuentro con el caballo y del amago de rajarse, se le indultó de forma inimaginable.

–Luis López–

El tercero fue algo mayor, pero terciado y revejido. Recibió un breve picotazo y salió escupido del caballo.

No estuvo acertado el diestro peruano con las banderillas.

El torete desarrolló un cabeceo molesto; se revolvía pronto, obligando a López a abusar del pico. Empezó recostándose por el lado izquierdo, pero mediada la faena desarrolló sentido por ambos pitones. López mostró valor, a pesar de las dificultades del novillo. Bajonazo de rápido efecto.

Dos orejas sin explicación razonable.

PICO. El peruano Luis López abusando del ídem.
FOTO: PABLO J. GÓMEZ DEBARBIERI

El sexto, también un poco alto y zancudo. Joven y terciado. Negro, axiblanco, bragado y meano. Metió bien la cara en el capote, pero el diestro peruano se embarulló. Cumplió en el caballo y en el quite desarmó al torero.

Invitó a banderillear a sus alternantes. El Poeta puso un par muy trasero, al violín. Prado, uno irrelevante, al cuarteo. López, otro al violín, pero de defectuosa ejecución.

El novillo desarrolló gran clase en la muleta. López es valiente y no toreó mal, pero como le sucede muchas veces, pareció estar –por momentos– a merced de la res. Empezó la faena de rodillas. Luego, el trasteo fue una sucesión de apresurados muletazos por ambos lados. La culminó de rodillas.

Se pidió el indulto y lo concedieron. Fue mejor que el quinto, pero resultó ser un indulto de andar por casa. En general, indultar a un animal tan joven, una res en plena adolescencia, impide vislumbrar cómo serán sus hijos si se lidiasen como toros hechos y derechos en el futuro.

Los mismos novillos, lidiados como toros, en un año y medio o dos, podrían haber sido interesantes protagonistas de una seria corrida.

Esperemos, por el éxito que todo el mundo le desea a Williams Herrada en su andadura como empresario taurino, que en el futuro la seriedad del ganado que lidie y que el intachable trapío de los toros sea la principal característica de su plaza de toros, llamada Andrés Roca Rey. Trapío basado en edad, presencia, cornamenta ofensiva y pitones intactos.

Requerirá, asimismo, un presidente de plaza independiente y exigente; una autoridad real que no acepte la influencia del dueño de la plaza y un empresario que se abstenga de querer influenciarlo. De lo contrario, la afición no respaldará su esfuerzo pasando por taquilla.

Por el contrario, si así lo hiciera, la afición, siempre en busca de corridas serias e interesantes, se lo agradecerá, .

INDULTADO. El primer novillo indultado, en un festejo a cargo de matadores de toros vestidos de luces.
FOTO: PABLO J. GÓMEZ dEBARBIERI

RESUMEN DEL FESTEJO

Las Tunas 7 de noviembre de 2021

Plaza portátil

Reses de la ganadería Rubio Reeves, muy terciadas y jóvenes, de juego diverso; la mayor parte, nobles y con clase. Hubiera sido muy interesante verlos dentro de un año y medio.

–Manolo Juárez ‘El Poeta’, de México, de burdeos y plata: oreja y oreja

–Javier de Prado, de España, de verde y oro y prominentes patillas: silencio e indulto al quinto.

–Luis López, del Perú, de marfil y oro: dos orejas e indulto al sexto.

Los trofeos fueron, en general, demasiado benevolentes y más aun, los indultos.