El toreo no es ni de la derecha ni de la izquierda. Hace 90 años se proclamó La República española . ¿Cómo era el toreo ?
De la tauromaquia se han querido apropiar los de la derecha, o los de la izquierda y esa es una errónea perspectiva pues el toreo va más allá ( el toreo es mucho mas universal y ahí todos somos «a una» » feligreses » ) al ser un arte que combina técnica, colorido, creación de la belleza de lo efímero y a la vez eterno, sentimientos, sensibilidad, musicalidad, y que une la vida y la muerte.
En el caso de Bogotá, por ejemplo, asistían a La Santamaría Laureano G Gómez, conservador o Jorge Eliécer Gaitán, , liberal.
Jamás un taurino le preguntará a su vecino de localidad en una plaza de toros a qué partido pertenece o lo aprobará o lo reprobará si sabe que es contrario a su divisa política. Podrán discrepar sobre un pase, la colocación de una vara, unas banderillas, sobre un lance , o la concesión o no de una oreja o salida en hombros de un torero pero jamás la política los separará.
MANOLETE Y LOS REPBLICANOS EN MEXICO
Leídos los excelentes artículos de opinión publicados en ABC, escribe el cineasta Agustín Díaz Yanez sobre el posible cambio de nomenclatura de algunas calles y plazas de Madrid, y comprobando que en listado aparece el nombre del diestro Manuel Rodríguez Manolete, me gustaría hacer unas puntualizaciones al respecto sobre la significación del gran torero en la historia española.
Cuando Manolete llegó a México en el año 1945 para debutar en la plaza del Toreo, el líder socialista en el exilio Indalecio Prieto, junto con otros republicanos y socialistas ilustres, invitó al diestro cordobés a una comida para homenajearle. Manolete, a pesar de las advertencias en contra, asistió al banquete, y allí se fraguó una gran amistad entre el líder socialista y el torero. Amistad que Manolete selló con una foto suya cuya dedicatoria decía así: “De español a español, Manuel Rodríguez Manolete”. Recuerdo que estamos hablando del año 1945, y que el diestro cordobés tenía que volver a España. A la España de Franco.
Prieto exhibió hasta el día de su muerte esa foto en un lugar prominente de su despacho, junto a la de Pablo Iglesias —fundador de PSOE— y la de Pau Casals.
Si Prieto y los exiliados españoles tan cruelmente perseguidos por Franco, y con el dolor todavía muy presente de los fusilamientos de familiares, amigos y correligionarios, recibieron a Manolete como lo que era, un torero de época, ofreciéndole su cariño y admiración, no entiendo que determinadas personas, historiadores o políticos, quieran ensuciar el buen nombre del diestro, que además de ser un torero excepcional fue una persona de una valentía moral difícil de valorar —siendo benigno— para los que no vivieron esos años espeluznantes, o no han leído lo suficiente sobre la terrible violencia franquista. O si han leído, han leído mal. Me temo que a propósito.
NO ES UN DIA CUALQUIERA, UN 14 DE ABRIL SE PROCLAMÓ EN 1931 LA REPUBLICA ESPAÑOLA. CÓMO PASA EL TOREO DE LA MONARQUIA A LA REPUBLICA
Como lo cuenta Ángel González Abad en ABC
La instauración de la II República, el 14 de abril de 1931 -hace 90 años-, tras las elecciones locales del día 12, se vivió en las plazas de toros con plena normalidad. La programación de corridas y novilladas se mantuvo, tanto en los principales cosos de temporada como en otros de menor categoría. Así, en Madrid hubo toros en su primera plaza y en la de Tetuán el domingo 12 de abril y al siguiente, día 19; como en Barcelona, Sevilla, Valencia o Zaragoza.
En la fecha electoral que desencadenó el final de la Monarquía encarnada en Alfonso XIII, la vieja plaza de la carretera de Aragón se llenó hasta la bandera en el primer festejo del abono. Los toros de Luis Bernardo de Quirós, y en el cartel la confirmación de alternativa de Saturio Torón, a la postre el más destacado, Fausto Barajas y Antonio Posadas. En el popular coso de Tetuán, los novillos de Manuel Blanco sólo propiciaron el triunfo de José Cerdá, pese al entusiasmo que pusieron Dominguín Chico y Perete. La crónica de ABC señala que los tendidos no se llenaron de aficionados, «acaso porque les cohibiera la presencia de numerosas rondas, que con espantables garrotesno dejaron de pulular durante el día por los alrededores de los colegios electorales».
En Barcelona, con toros de Pedro Domecq, antes Veragua, destacó Nicanor Villalta, sobre Gil Tovar y Domingo Ortega, que resultó cogido. Lleno en Valencia, en donde triunfó a lo grande Manolo Bienvenida con toros del Conde de la Corte, mientras que en las novilladas celebradas en Sevilla y Zaragoza, apenas destacar las buenas maneras de Alfredito Corrochano en el coso aragonés.
Una semana después, con el nuevo régimen republicano ya en marcha, el domingo 19 de abril, en la capital de España corrida con toros del Conde de Santa Coloma, para Villalta, que no refrendó el gran éxito de la Beneficencia logrado a primeros de mes, Fuentes Bejarano y Torres. Y en Tetuán, novillada para tres toreros mexicanos, José Muñoz, Leopoldo Blanco y José Neila, que gustaron.
Aquel mismo día, puerta grande para Domingo Ortega en Valencia con toros de Saltillo, y dos orejas y rabo para Marcial Lalanda en Badajoz ante reses de la Viuda de Soler. Novilladas en Barcelona, en tarde invernal y de poco lucimiento, mientras que en Zaragoza, Carnicerito de México cortaba los máximos trofeos a un novillo de Clairac.
La cruz de la primera jornada taurina republicana estuvo en Toledo, en donde el subalterno Rafael García resultó gravísimamente herido, y en Valladolid, con Capillé y Heriberto cogidos de gravedad.