Emilio de Justo ( 3 orejas )reaparece brillantemente y con Roca ( 3 y voltereta ) puerta grande en Almeria
Emilio de Justo ha dicho que reaparecer es toda una felicidad. Un sueño que soñé, repitió (asi lo expresó) y se ha hecho realidad. Admitió que aun tiene que recuperarse totalmente ( cada vez queda menos, señala )pero que va por buen camino y destacó la faena de su primero en Almeria donde pudo torear despacito y la faena fue realmente de mas a mas. Valora uno intensamente los momentos que vive como torero y es consciente de la exigencia de esta profesión , dice. Cuando uno se da cuenta de que ha podido ser mucho peor lo que sufrí, la vida te cambia y nos hace mas humilde. No sabes lo que te puede ocurrir en cualquier momento y aprende uno a vivir el día a día.
Roca Rey dice que está contento de hacer parte de este reencuentro en un día tan especial por la reaparición de Emilio y hoy al ser tan especial, siente que los dos quieren estar bien y él se merece todo y mas por lo que ha superado.
Dice que los sueños se van cumpliendo día a día. Una vez que se acaben lo sueños no vale la pena vivir y yo quiero seguir viviendo.
Emilio de Justo, vestido de sangre de toro y oro recibió una clamorosa ovación de la afición de Almeria, le pidió a Roca Rey que saliera pero el peruano le dio todo el protagonismo al torero que reaparecía tras el accidente en Madrid el domingo de ramos en el único toro que pudo lidiar en la apuesta en solitario en Las Ventas
El colorado se llama Esparraguero. Cuatreño .518 kilos de peso que sale » escopetao» del toril
Faena variada entre verónicas, chicuelinas y una tijerilla.
Como si nada le hubiera ocurrido ( se le quebraron las cervicales ), torea De Justo.
Brinda al público.
La faena es motiva, administra muy bien las condiciones del toro dándole lo que llaman los profesionales » las alturas «.
El toro disminuye en su accionar y se ha caído. Poca fuerza. No es que no quiera es que no puede.
Entiende Emilio que el mejor pitón es el izquierdo y ahí la faena toma cuerpo. Torea desmayado tras » botar» la espada ( el ayudado) que parecía la molestaba. Se gusta en su toreo, la faena a más , ese pecho por delante, cuatro de frente, la barbilla en el esternón, el toro es extraordinario ( cómo cambian los toros y a veces para bien como en este caso ) y el de pecho. Cuando hay casta , los toros superan sus deficiencias de fuerza.
Torea despatarrado. Manoletinas mirando al público y de frente y una trincherilla de cartel .Un natural y el de pecho.
Estocadón.!!!
Dos orejas y ovación al toro en el arrastre
El maestro Ponce que está en la plaza dijo que Emilio ha estado fenomenal y es la mejor recompensa tras el percance de MADRID POR LA GRAVE LESIÓN QUE SUFRIÓ.
El toro en un momento se pega una voltereta, se duele pero se recupera y Roca vuelve a » incendiar » los tendidos con su toreo de cercanías, de pases largos, solo gira el talón y engarza los pases. Tres circulares invertidos, pases de pecho, le coge el pitón izquierdo y arma » un lío» gordo.
Tercero para Emilio de Justo. Negro salpicado, rabón ( muy corto el rabo ), bajito. De nombre Currito, negro mulato, 500 kilos.
Mucha emoción del toro que cambia casi imperceptiblemente pero delante tiene un toro que sabe acomodarse justamente a esos cambios en la lidia.
Roca en un intento por dar un pase cambiado en el cuarto, el toro lo levanta del suelo y lleva una herida en el muslo derecho tras una emotiva faena tanto con el capote donde se recreó con lances mexicanos como la cordobina y la brionesa y » pases de todas las marcas «, que decía la revista El Ruedo.
Oreja
Emilio de Justo en otra gran faena plena de variedad con el capote y la muleta entre ovaciones, toreo al ralenty y series muy entregadas y de mucho contenido.
Oreja
Roca Rey, que salió de la enfermería armó otro taco con el de cierre en el que se desbordó incluso toreando de rodillas, encantando por ese toreo del !!!ay!!. La espada falló
Los dos toreros salieron por la puerta grande.
RESUMEN
Emilio de Justo, dos orejas, oreja y
Roca Rey, dos orejas, oreja
Roca Rey le brinda a Emilio y » le echa» una larga parrafada.
Y Emilio, encajado