En Málaga, Emilio de Justo , puerta grande. Ginés Marín, oreja. En Cenicientos, grave cornada a Alejandro Conquero por un Prieto de la Cal. Está fuera de peligro en un hospital de Madrid

En Málaga, Emilio de Justo , puerta grande. Ginés Marín, oreja. En Cenicientos, grave cornada a Alejandro Conquero por un Prieto de la Cal. Está fuera de peligro en un hospital de Madrid

( Fotos de Arjona, y Julián Velasco )

( La cornada a Alejandro Conquero en Cenicientos, la tierra del maestro Jerónimo Pimentel )

Alejandro Conquero fue sometido a varias pruebas pruebas que confirman las mejores de las noticias. ‘Gracias a Dios, las pruebas nos han confirmado que no tiene dañado el recto ni el esfínter externo’, asegura Francisco Javier Gómez, mozo de espadas de Alejandro Conquero.

‘Cuando llegamos al Hospital, se le hicieron varias pruebas para comprobar si la cornada había perforado el recto, puesto que no se pudo descubrir en la enfermería. La verdad que los médicos se portaron fenomenal con nosotros en esos momentos’, sostiene.

‘Hay que dar gracias a Dios’, repite continuamente Fran durante la conversación. ‘Ha pasado la noche sedado y sin tener fiebre. Ahora mismo, dentro de lo que cabe, ya se encuentra estable, animado y bastante bien, con ganas de volver ya a torear’, concluye, según Mundotoro.

Otro momento de la cornada a Conquero

LO QUE DICE EL MEDICO

En palabras del doctor Olmeda, se trata de una “cornada perianal posterior que diseca el recto a través del coxis. En la exploración primera no parece que afecte al recto, que parece estar limpio, además por la zona anal hemos hecho un tacto y no hay sangre dentro. Si hubiese entrado dentro del recto, sangraría. Le puede haber afectado al esfínter externo, hay que valorarlo ahora. Lleva una cornada solamente que se mete por debajo del coxis. Hay que estudiarlo ahora, no es lo mismo que el recto esté intacto a que no lo esté. El pronóstico es grave”.

EN MALAGA

El primero para Miguel Angel Perera, cinqueño, cuajado, Fandango de nombre. 558 kilos, con el hierro de Domingo Hernández con sangre Domecq.

El puyazo lo toma en la zona de querencia por donde salió.

El toro mansea y se defiende en la muleta; escarba y más que embestir pega arreones.

Por el izquierdo en los primeros muletazos lo lleva largo pero el toro no tiene la casta aguantar. Y con mucha violencia toma la muleta por ese pitón. Sin clase y templar es casi una quimera. Como se dice en el lenguaje moderno, » suelta la cara » porque ya hemos dicho se defiende . Por el derecho el toro repite y quedan esas gotas en el marco de una faena muy consistente del extremeño.

Pincha en la suerte natural. La segunda, espada baja.

Palmas

El primero para Emilio de Justo con el hierro de Garcigrande. «Enojado». 575 kilos de pesos. Negro de capa. Cuatreño.

Ramillete de verónicas y tras la media, el toro da una vuelta canela que le perjudica mucho a Enojado.

El toro pierde las manos en el quite de GINÉS Marín. Bonita media, arrebujada que dicen en Andalucía.

Brinda a Daniel Luque y le dese pronta recuperación a él ya todos los toreros heridos últimamente.

Un trincherazo preciosos y el toro vuelve a caerse.

Despatarrado, lo lleva por el derecho a media altura sin obligarlo y el remate a la hombrera contraria.

En la segunda tanda , Emilio le corre bien la mano, el toro responde con nobleza.

En un intento de remate el toro le pega un pitonazo con el derecho y permitaseme la expresión » lo empuja» y le rompe la banda de la taleguilla.

Por el izquierdo la serie le resulta impecable.

Las trincherillas muy garbosas. Dos naturales y la estructura de la faena , corta pero eficaz.

Y para rematar , una tanda de naturales limpísima…Emilio se ha lucido en ese encuentro de un buen torero con una faena sin mácula.

La espada, baja.

Oreja. Ovación al toro.

Ginés Marín lidia al tercero, primero de él. «Clavel» , negro de capa y 554 kilos de pesos.

Dos veces al caballo y sale suelto con la tendencia a irse a los adentros. Toro distraído.

Toro mansón, rajado, escarba que no se emplea. No hay ni bravura ni casta. El toro no tiene continuidad y la faena es intrascendente y entre el público se nota que lo recibe con frialdad pese a los intentos del jerezano por aprovechar el mínimo resquicio y agradar.

Y acierta con los aceros..

Oreja. Por la espada.

Un castaño, de nombre Arenosos, 573 kilos de peso para Miguel Angel Perera en el segundo turno de él.

Los toros cuando no tienen el fusible de la casta se van viniendo abajo, » desfallecen», no aguantan y eso que Perera luce con su peculiar toreo de cercanías. El toro es deslucido y esa vibración que se espera por el tipo de toreo del extremeño no llega, no aparece. No se le puede achacar nada al torero pues ha estado correcto.

Oreja. Otra vez la espada le da a un torero el trofeo.

Culto se llama el quinto. 563 kilos. Negro de capa. Por su conformación, antiguamente a este tipo de astados los describían como » montadito».

Emilio de Justo Le da unos capotazos mas que para lucirse para ver la forma de embestir por uno u otro pitón. PASAR AL TORO, imposible pues como se suele decirse » se lo ha pensado» mucho «Culto».

En Málaga, Emilio ha encontrado su mejor versión. Pausado, lento, alargando los muletazos, entendiendo al toro, dándole la distancia adecuada y esos remates de pecho, cumbres.

Va con la izquierda. Las pausas, sin ligar porque el toro no lo permite, logra momentos de gran belleza. El resultado de no agobiar al toro le ha dado réditos al extremeño. Y un final de faena exquisito. Un cambio de mano en la cara del toro. Decía el maestro Manzanares que pensar en la cara del toro es lo que vale. Y es lo que ha hecho Emilio con prudencia y sabiduría toreras. Se da el lujo de bajarle la mano y naturales con la mano derecha que también se dan.

El toro se distrae un pelín, lo fija con la muleta y un espadazo de libro.

Dos orejas.

El toro ha tenido cosas buenas pero había que llegar a ese sitio con paciencia y ver el fondo que tuvo. Y la gente que ha sabido esperar y luego estallar. El toro fue noble y había que crear poco a poco la faena. Estoy Feliz, dice Emilio en el micrófono de Onetoro t .v.

Cierra Ginés Marín con «Cacharrero». El más pesado del encierro, 611 kilos. Y se le notan. Negro, bragao, girón, de capa..

Los primeros muletazos son de estudio, de mirar cómo va por uno y otro pitón.

Los 3 primeros por el derecho, buenos pero el toro » se lo piensa». Toro desconcertante pues el segundo después no se intuye no se atisba por su informal comportamiento. Escarba y es muy descompuesto. Bruscos cambios. El toro echa la cara abajo pero con el arreón como propósito inmediato. Espera mucho. Es incierto.

Todo se derrumba incluso con la espada que no le funcionó esta vez.

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