Emilio y Guerrita, dos gladiadores solitarios que triunfan tras largo viacrucis
Guerrita pasò horas angustiosas antes del paseillo de Emilio de Justo en Las Ventas en el glorioso mano a mano con Ferrera que lo pone en figura al extremeño tras un largo periplo de soledades , ninguneo, horas amargas y silencios » ruidosos».
Guerrita va al sorteo , sacò los papelillos que le dieron la suerte al torero . Gran responsabilidad y como bien saben los taurinos es un albur lo que ocurre desde que se inventò esa pràctica hace mas de un siglo. Nadie sabe còmo van a salir los toros mas allà de » hechuras «, trapio, manos cortas, lomitendidos o bien hechos…Y por si fuera poco con dos pitacos..
Pasè mucho miedo con los números que tenìa en mi mano y no pude siquiera comer de los nervios, me dice el torero caleño desde Madrid.
HISTORIA DE UNA RELACION DE AMISTAD
Guerrita es caleño pero vive hace varios años en Extremadura. En el 2002 ya matador, conociò al novillero Emilio de Justo, entrenaban y toreaban de salòn juntos y construìan sueños que apenas ahora se ven realizados con la obra que ejecutò De Justo en la catedral del toreo de donde ya saliò en hombros una vez pero no con la contundencia y rotundidad de este domingo con la corrida de Victoriano del Rìo…Fueron tres orejas pero pudieron ser 5 con las dos que se le escaparon por la espada en el sexto.
Me dice » El Guerra» que hubo un momento en esos años de dureza que Emilio se iba del toreo, que no sabìa què iba a hacer pero que esa espera en el banquillo como decìa el maestro Antoñete se estaba prolongando demasiado y no tenìa claro el horizonte y pasar a las filas de banderillero no entraba en sus planes, lo convenciò de persistir, de no abandonar la lucha ,se lo trajo para Colombia y pudo arreglar un par de corridas en la provincia, toreò mucho en nuestros pueblos y eso le dio la moral para un dìa lucir sus galones en Francia que le dio el pasaporte para estar nuevamente en las plazas españolas tras ese prolongado y angustioso exilio.
Recientemente cuando la pandemia arreciaba en Europa, Guerrita se vino con Emilio a Colombia lo que le permitiò torear cerca de 10 tentaderos en ganaderìas como Las Ventas, en Guachicono, en Salento, en casa de don Juan Bernardo, en Vista Hermosa, en Achury, en Alhama y ponerse a punto para la esquiva temporada española donde ha cosechado significativos triunfos el torero nacido en Extremadura.
Asì que esa primera foto de esta nota muestra a una cuadrilla de hombres honestos, un apoderado que cree ciegamente en el torero y un amigo, Guerrita, que no lo desampara.
Hoy, sin titubear una lìnea, Emilio es figura, Guerrita està a punto de torear sus ultimas corridas y se dedicarà dentro del mundo del toro a otros menesteres que ya ha comenzado a perfilar de la mano y guia de Alberto Garcia el burundum burundà de Tauroemociòn que llevarà los destinos taurinos de Cañaveralejo por tres años.
En la siguiente imagen, El Guerra y Emilio, tras esa històrica tarde venteña con tres orejas y a hombros, miran confiados al horizonte en una noche veraniega de Madrid desde la habitaciòn del Wellington donde se vistiò de luces y relajados conversan intimidades de una jornada èpica para ambos