Emotiva semblanza de Pablo Lozano de su padre
Emotiva semblanza de Pablo Lozano de su padre. Pablo Lozano, hijo, es apoderado, escultor y un hombre adusto, serio pero cariñoso, la viva imagen del padre a quien le ha dedicado unas bellas palabras ahora que «el viejo» se ha ido tras no poder vencer al coronavirus.
He visto estos días a hombres duros y de gran fortaleza ante las adversidades, hombres acostumbrados a aguantar el miedo demostrando valor, hablar de mi padre con lágrimas en los ojos y con un nudo en la garganta. He visto en todo momento cariño y respeto.
Don Pablo, como todo el mundo le llamaba, infundía respeto, pero también cercanía, humanidad. Repartía su sabiduría con generosidad, lejos de cualquier vanidad o jactancia. En él nunca había pose, todo era natural, como naturales y directas eran siempre sus palabras.
Siempre lo vi grande. Pero ahora su figura se agiganta y compruebo con orgullo la consideración real , cariñosa y cercana con la que la gente lo recuerda. Mis hermanos y yo hemos sido unos privilegiados, ahora más que nunca me doy cuenta.
Sé que mucha gente que habría deseado despedirse de él no ha podido hacerlo y que lo lamentan sinceramente. Son la multitud de amigos que llaman y escriben con palabras que salen del corazón. Cuando termine esta horrible pandemia, no sé cuándo, si en meses o en un año, celebraremos un oficio religioso donde todos nos podamos reunir para recordarlo. Mi padre era un creyente convencido y le gustará.
Dios le tenga en su Gloria‘.