En San Isidro, un encastado de Santiago Domecq, un bravo Borja en emotiva faena . Oreja. El toro , ovacionado en el arrastre
San Isidro nos ha regalado hoy un gran toro, torrente de casta, bravura y por momentos fiereza y con clase que obligó a Borja Jiménez a emplearse a fondo con una entregada plaza que a veces le exigió al sevillano para que se colocara mejor.
Borja no se guardó nada. Se entregó como un poseso, asentó las zapatillas y las tandas resultaron emocionantes. A veces el toro imponía su ley, otras el torero superaba la raya y en tandas emotivas y por abajo que fueron seguidas en pie.
No es fácil domeñar la casta pero Borja con mucha personalidad se ha impuesto al final. Lamentablemente la espada no cayó correctamente , el toro por su casta no se entregó facilmente.
El palco le concedió la oreja.
En su segundo, como si tuviera que ganarse los contratos. Otra faena de entrega sin medida con un toro difícil ,con ciertas complejidades que él ha sabido entender. Toro exigente y torero exigido pero respondiendo muy bien porque ha estado muy firme.
Suerte contraria.
Uceda, correcto , elegante pero sin levantar pasiones porque su lote no lo permitió y Talavante con su segundo estuvo enorme pero sin espada.
RSUMEN
UCEDA LEAL, ovación y silencio.
• ALEJANDRO TALAVANTE, silencio. Y ovación
• BORJA JIMÉNEZ, oreja tras aviso. Y ovación