Fleming, ¿asesino?

Fleming, ¿asesino?

«Asesino» escribieron desconocidos en el conjunto escultórico que sostiene el busto de Fleming, eminente científico, premio Nobel en 1945.

En un comentario en este portal escribí la preocupación que me asalta por estas manifestaciones de recalcitrantes que reclaman derribar estatuas.

La de fray Junípero en los Estados Unidos, la de Sebastián de Belalcázar en Cali por un concejal animalista, las de Colón.

Otra es la preocupación que tiene la profesora Carolina Sanín, de que les dé a los fanáticos por proponer que se derriben las estatuas como homenaje a San Pedro Claver.

San Pedro Claver

Cuyo nombre de nacimiento fue Pere Claver Corberó. Fue un misionero y sacerdote jesuita catalán, que pasó a la posteridad por su entrega en aliviar el sufrimiento de los esclavos,del puerto negrero de Cartagena de Indias, donde vivió la mayor parte de su vida.

Ahora aparece un vocablo infame en un busto dedicado al inventor de la penicilina, Alexander Fleming que ha salvado millones de vidas (claro, de centenares de toreros también).

Así que como pueden observar y sin ser catastrofista, no vamos bien con estas manifestaciones de ultras. Recordé la quema de libros por grupos de fanáticos nazis una noche nefanda en Alemania.

Y es que de la prohibición de libros, credos, color de piel, comportamientos sexuales y modas terminan por pedir la quema de seres humanos.

La historia está plagada de relatos dramáticos sobre estos juicios sumarios que llevaron a la hoguera centenares de mujeres y hombres en Europa y América.

«Asesino»

Escribieron desconocidos (de la historia, de la ciencia, de lo que ha representado Fleming para salvar vidas humanas), en el conjunto escultórico que sostiene el busto de este eminente científico, premio Nobel en 1945.

Un torero brinda un toro a un imponente doctor Fleming de piedra. La estampa tiene algo de surrealista y de bizarro, pero tiene todo el sentido del mundo.

Erigido en 1964, años después de su muerte y de que visitara España, el conjunto escultórico situado en un lateral de la plaza de toros de Las Ventas es un homenaje al doctor Fleming (Darvel, Escocia, 1881-Londres, 1955) a España.

El científico que logró que muchas infecciones dejaran de ser mortales gracias a su trascendental descubrimiento de la penicilina.

Imagen de la escultura dedicada al doctor Fleming, el inventor de la penicilina, en Madrid
Imagen de la escultura dedicada al doctor Fleming, el inventor de la penicilina, en Madrid (Juan Sardá)

Alexander Fleming

Visitó España en 1948 durante dos semanas, durante las que visitó Barcelona, Madrid y Sevilla. Recibido como una eminencia, el ganador del premio Nobel en 1945 salió de España aún más cubierto de honores: fue nombrado doctor honoris causa en la Universidad Central de Madrid, académico de honor en la Academia de Medicina, además de recibir la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.

En su portada, La Vanguardia del 26 de mayo de 1948 destacaba un artículo del Dr, Luis trias de Bes en el que se anunciaba la visita del “brillante descubridor de la penicilina que tantas vidas humanas ha liberado y continuará liberando de una muerte cierta”.

Su paso por la capital dejó huella. En 1955 el Conde de Mayalde, alcalde de Madrid, propuso que se le erigiese una escultura.

El 26 de febrero de 1963 el Montepío de Toreros y la Asociación Benéfica de Toreros abrieron una suscripción popular.

La escultura se encargó a Emilio Laíz Campos, escultor nacido en Vicálvaro y autor de innumerables esculturas de toreros y personajes de la época.

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