Gusto y sabor con Morante y Ortega que eternizan el toreo en Córdoba
«Seminarista», toro de finas hechuras, serio, armado de pitones, abrió la esperada tarde la hispanidad en Córdoba con un Morante queriendo siempre y partió sin cortar apéndices.
Pero dejando un sabor exquisito y la confirmación de que con Juan Ortega estamos ante un torero de mucha calidad y clase, de clásico estilo y acusada personalidad.
Tampoco saboreó el paseo de los apéndices pero sí del agradecimiento del público que llenó la plaza en las condiciones que impusieron las autoridades por la pandemia.
Mano a mano con el maestro de La Puebla.
El primero, sosote, deslucido, no le dio opciones y solo en una tanda al final se pudo apreciar la dimensión del de La Puebla en apenas destellos. Como suele decirse en Colombia, «todo era pinta (en el toro) y nada mas… La espada hizo guardia y luego puso punto y final con el descabello.
Juan Ortega lidia a «Programador » también de Jandilla como el primero que sale suelto,.
Bonita la media para dejar colocado al toro en su segundo encuentro con la cabalgadura… Y Morante puso su sello con dos verónicas y una media en el quite, media antológica.
Y ortega replica: Otra media de ensueño.
Brindis de elegancia, compañerismo en el marco de la rivalidad del mano a mano, de Ortega a Morante.
El toro tiene tendencia a los adentros y escarba. Ortega lo saca más allá de la segunda raya. Y en esa zona, más cerca de los medios, el toro embiste mejor.
Dos derechazos estéticos y encajados y una trinchera de esas de cartel de Diego Ramos.
El toro vuelve al lugar donde se encuentra más cómodo: los adentros y ahí Ortega «pintó» el toreo con majeza que salpicó con el forzado.
Es mejor el pitón derecho por donde se ha acomodado el sevillano que ha toreado con temple , naturalidad y verdad. Y ese detalle de cómo coge el palillo que sostiene la muleta , con la yema de los dedos, y suavecito.
La faena no ha tenido, digamos, la continuidad que tuvo aquella de Finito al toro de García Jiménez en Antequera pero la colocación, cómo se lo pasa de cerca, como se ciñe y el gran gusto de Ortega el torero » sensación».
Espada baja. Ovación.
Ortega expresó: No ha habido ligazón pero el toro tuvo buen son, galope y dejaba mecerse con él. El toro cogía los vuelos por abajo y por eso he disfrutado. Me gusta la rivalidad y que ésta se justifique mas allá de mi respeto por el maestro Morante, señaló Ortega a David Casas .
«Siete Gatos», el segundo de Morante. (Jandilla)
Mas detalles de Morante al dejar el toro en la jurisdicción de su picador Cristóbal Cruz en Córdoba.
Brinda a la parlamentaria Cayetana Alvarez de Toledo.
Queriendo, imponiéndose a las condiciones del toro con arte y valor, Morante ha mostrado esa faceta de querer y poder en series en las que le ha podido al toro que jamás ha estado metido en la muleta. Y dos ayudados por alto con sabor antiguo. De categoría. Y no hubo continuidad en el trasteo de Morante por cómo se lo planteó el toro.
Pinchazo rebotado y entera.
Sale «Japonés» con la divisa de Vegahermosa para Ortega.
El toro con violencia en sus acometidas. Y en mas de una ocasión ha puesto en aprietos a Ortega al punto que lo desarmó en una de ellas.
Toro que «reponía» y se guardaba aquello que decía el maestro Antoñete «se hace el haripendi»… Pegaba el típico arreón del manso y no la clara embestida.
Poco más, un macheteo suave y a coger «la espada de verdad».
Vuelve Jandilla con «Sarao» para el cierre de Morante en ese mano a mano en la plaza «Los Califas».
Dos grandes puyazos de Aurelio Cruz que es ovacionado y un quite por chicuelinas de mano baja de Morante. Responde Ortega de la misma guisa. Ovación.
Torea con esa personalidad única el de La Puebla. Muletazos por abajo, tanda por la derecha y con el de pecho mientras suena «Suspiros de España» del jienense Antonio Álvarez Alonso, creador del silgo XIX. .
Buen toro, a secas sin mayor explosión en sus embestidas. Se deja mucho. Naturales de factura girando los talones y el forzado. Magistral, barriendo los lomos del toro para rematar las series.
Un Morante en estado de gracia, de disposición, de vocación, de responsabilidad en una corrida que justifica el mano a mano en Córdoba.
Es quizás el mejor de los tres para Morante con una variedad de toreo, cómo se salió con el toro a los medios, las verónicas, las chicuelinas, las medias, los forzados, el de pecho, los naturales, las trincherillas, los ayudados por alto y por bajo…
Y como no podía ser menos en la tierra de Manolete, pues tres manoletinas con el sello morantiano y un público puesto en pie. Tres ayudados por alto y abaniqueo por la cara.
Pinchazo hondo en buen sitio y media. Aviso y el toro dobla. Ovacionado en la vuelta al ruedo.
«Ha sido una tarde especial, el público está disfrutando y ha seguido la corrida con respeto e interés y yo me expresado con lo mejor disposición y si bien el conjunto ha sido bueno, con la espada, he estado poco acertado pro eso sí «arrebujao en todo momento», le dijo Morante al Canal Movistar.
«Osorio», de Jandilla , serio, cuajado, el único castaño del encierro para cerrar plaza en Córdoba con Ortega.
La verónicas han tenido majeza, al final el toro sale desentendido y él le da esa media como queriendo decir «ahí queda eso».
Fue lo mejor pues luego el toro a menos, muy deslucido, abrevia y espada baja y desprendida. Arreón y huida del toro en Córdoba.