Histórica y entrañable foto de Luis Miguel Dominguín y su alternativa en Bogotá en 1941
El niño luis Miguel que con los años será una de las grandes figuras del toreo del siglo XX tiene una intima relación con Bogotá, La Santamaría, Mondoñedo, Vistahermosa y Achury, está ligada su adolescencia a dos de los más prestigiosos periodistas, don Hernando Santos, el gran Hersan cuando escribía de toros y don Guillermo Cano con su tribuna desde El Espectador. La amistad se prolongó hasta la muere de cada uno de esta formidable terna de amigos y confidentes.
Fue tal el cariño de los Dominguín que vivieron un tiempo en la calle 53 en chapinero. Con los años, el hijo mayor del maestro, el reconocido cantante Miguel Bosé, estuvo a punto de nacer en Medellín pero el parto se produjo en Panamá ( como panameño es también otro figurón de las letras, el mexicano Carlos Fuentes ).
1941 es un año crucial pues la Segunda Guerra Mundial estaba en pleno furor , Stalin durante la Batalla de Moscú y pese a encontrarse bajo asedio, ordena que se realice el tradicional desfile conmemorativo de la Revolución .y en la conventual Bogotá un 23 de noviembre, el niño Luis Miguel se viste en el hotel Granada. Ejerce e mozo de espadas su hermano menor, Dominguito , como padrino el gigante de Borox, don Domingo Ortega y de testigo el hermano del toricantano, don Pepe Dominguín. En el hotel Granada, ave ida jiménez con séptima, durmió por última vez Carlos Gardel..La historia ya se sabe, falleció en el accidente de aviación en Medellín en 1935
Esa alternativa del precoz Luis Miguel no tuvo validez y en el 44 en La Coruña toma formalmente los trastos para hacerse matador de toros.
Vino muchos años don Luis Miguel a las plazas colombianas y su hermano Pepe nos dejó un gran fresco de su amor por Bogotá en un exquisito libro de memorias.
Invito cordialmente a los lectores a que se acerquen al libro de los toros en Bogotá , los 90 años de la plaza De Santamaría escrito a tres bandas por una pluma exigente y límpida , don Victor Diusabá, en compañía de Rodrigo Urrego y Diego Caballero.
Sin duda las obras se miden por su contenido, su historia, sus saberes a lo largo de lo que fueron páginas en blanco y ahora enriquecidas por la información, la foto, la anécdota , la sorpresa en cada párrafo, el recuerdo de lo memorable, el fondo de un arte esquivo pero eterno, ese por qué ocurrió, cómo.