Con una oreja , clamorosa ovación y » me sentí bien «, comenzó en Nimes el adiós del maestro Enrique Ponce sin saber si lo hará en América

Con una oreja , clamorosa ovación y » me sentí bien «, comenzó en Nimes el adiós del maestro Enrique Ponce sin saber si lo hará en América

Ponce inició hoy un ciclo de despedida de los ruedos.

En Nimes con Talavante y David Galván y los toros de Juan Pedro Domecq.

El maestro de Chiva dijo al terminar el festejo :

Me he encontrado muy bien la verdad, tres años sin torear se notan…pero no lo parecía”

RESUMEN DE LA TARDE

 ENRIQUE PONCE, silencio tras aviso y oreja con dos vueltas al ruedo.

 ALEJANDRO TALAVANTE, silencio y dos orejas.

• DAVID GALVÁN, que confirma la alternativa, ovación tras aviso y oreja tras aviso. 

Ponce cerrará esta gira en Valencia y aun su equipo no ha decidido si vendrá a alguna plaza americana donde asentó su tauromaquia.

Y esta es su opinión sobre el toro que sale hoy : El toro de ahora no es fácil, es el más exigente, porque está muy preparado y saneado. Es un auténtico atleta. También, ha habido una evolución muy grande en la humillación. Los ganaderos han conseguido un toro que humilla mucho más, pero hay que estar muy fuerte, para estar delante de la cara de un toro en la actualidad’, sostiene Enrique Ponce.

En el encuentro con el colega José Ribagorda en los diálogos que promueve Caja Sol Sevilla, dijo el maestro valenciano :

Ponce se refirió a las circunstancias que acompañaron su inesperada retirada “necesitaba parar, me vino así y decidí no torear más; acabó la corrida de León y supe que era la última. No pensaba volver, estaba muy tranquilo, feliz en Almería pero allí donde iba me decían que no podía irme así”. El veterano diestro asumió esa expectación y tomó la decisión de volver a torear “no podía irme así y comprendí que no podía marcharme sin decir adiós; no pasarán de quince o veinte corridas, quiero que cada tarde se viva con intensidad, como una despedida de cada plaza. Había ofertas para que fuera una temporada completa pero quería que fuera algo especial y tenía que elegir” añadió el matador que declaró sentirse “ilusionado”.

Actualmente, ha reconocido sentirse bien y “con alma para dar, para decir adiós en las plazas a las que acuda sintiendo el toreo como siempre he querido transmitirlo”, explicó el torero. El propio diestro se ha definido como   “un inconformista” antes de hablar de la necesaria humildad para seguir aprendiendo “sin estancarse”, aludiendo a un concepto, aprendido de su abuelo, que no es otro que “estar siempre encima del toro”. Ribagorda destacó del diestro la “inteligencia” como suprema virtud de su toreo, teniendo en cuenta que “ha estado 34 años de alternativa, ha indultado más de 50 toros, ha cubierto más de 10 temporadas toreando cien corridas de toros y ahora vuelve a los ruedos y tenemos que despedirle como se merece”.

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