José Tomás a las puertas de volver en el 2021, es como Bobby Fischer ese monstruo del ajedrez que se escondió y no se deja ver sino cuando quiere que es infrecuente.

Los dos son genios en lo suyo, los dos desatan pasiones, los dos son extraños para nosotros los mortales pero son genios.

Bueno, el de Galapagar ha optado por volver en el 2021, este año lo solicitábamos con urgencia para que se pusiera al frente de la tropilla taurina como comandante general con mando en plaza.

Se mantuvo en sus trece y no apareció en los ruedos pese a que estaba acartelado en Nimes, por la pandemia se suspendieron los festejos en que se anunciaba.

Pero los que saben del tomasismo juran que está listo para reaparecer, que sigue tentando y que el año entrante en cuanto las condiciones del Covid lo permitan volverá a enfundarse el traje de luces.

Gran noticia, desde luego.

De pronto se deja tomar una foto… Esta con Talavante y Joselito Arroyo.

Habrá que esperar acontecimientos pero mas allá de las dudas, de las incertidumbres y de esa personalidad tan cerrada (su apoderado, el catalán, tiembla y boca cerrada) no nos asegura que vuelva pero hay que creerle cuando afirmó: Vivir sin torear no es vivir.

José Tomás explica: “unos días después de despertar de la cornada de Aguascalientes empecé a recibir la visita de Navegante, el toro que me la dio. Al principio, la verdad, no me hizo mucha gracia.

Pero con el paso de las semanas olvidé el rencor, agarré confianza con él, empezamos a conversar y nos llegamos a hacer colegas; al fin y al cabo, me di cuenta de que aquella cornada, más allá de enemistarnos, nos había unido para siempre.”

Y añade, con rotundidad, “ese animal que me quiso quitar la vida en Aguascalientes, es el que me ayuda a vivir la vida más plena que conozco.

Y después de ese percance, lo tengo más claro todavía: vivir sin torear no es vivir”.

Varios ensayos

Sobre las reflexiones que suscitó el citado discurso del torero José Tomás, varios autores analizan los aspectos más significativos del mismo, en el libro, en una relación de ensayos que inciden en los valores más significativos y los diversos aspectos culturales de la fiesta de los toros.

Vargas Llosa

El Premio Nobel Mario Vargas Llosa se pone en la piel del toro bravo en uno de estos ensayos recogidos en el libro Diálogo con Navegante, el titulado “Monólogo del toro”, en dónde el escritor peruano extrae profundas conclusiones sobre el mundo del toro y sobre el propio maestro de la tauromaquia, José Tomás.

El prólogo del libro corre a cargo de Luis Abril, que fue Secretario de Presidencia de Telefónica.

También aportan su correspondiente ensayo en la obra presentada, Araceli Guillaume-Alonso, catedrática de Historia en la universidad de La Sorbona, los mexicanos Natalia Radetich, antropóloga y Agustín Morales, director del diario «El Hidrocálido», el escritor francés François Zumbiehl y los acreditados periodistas españoles Vicente Zabala de la Serna y Paco Aguado.