La reseña de Tierra del Toro de los toros de Cuadri , segundo lugar y quinto de Prieto de la Cal lidiados por Juan de Castilla en la mini feria de Tres Puyazos en San Agustín de Guadalix que puso el cartel de no hay entradas.

No fue una tarde fácil ni mucho menos pues el viento incordió en muchos pasajes de la corrida, dos toros se dañaron los pitones en el desembarque y los organizadores advirtieron la situación para no » limar » las astas

El segundo de la tarde saltó al ruedo con el hierro de Cuadri. «Vendedor» fue un toro con calidad por ambos pitones, que ya enseñó de salida sus buenas embestidas, lo peor fue la fuerza tan justa que tuvo. Con una gran humillación y haciendo el avión por el pitón izquierdo, Juan de Castilla quiso torear de salida, pero los mejores capotazos fueron en la lidia. Se vieron tres puyazos, bien ejecutados por Teo Caballero, donde se arrancó con alegría desde los medios, pero le faltó empujar de verdad. Quitó con dos verónicas Cristóbal Reyes, una por cada pitón, para presentarse en la tarde. En la muleta, la fuerza del toro solo permitía tandas cortas y así lo hizo el torero colombiano, tres y el de pecho, cargando la suerte y toreando de verdad. Lo mejor llegó por la derecha, en la tercera tanda de la faena. Con la izquierda faltó ligazón, ya que se quedaba corto el astado por su falta de fuerzas. Volvió a la derecha para cerrar la faena con otra tanda dando todas las ventajas al toro. Estocada arriba para cortar una oreja y ovación al toro.

EL QUINTO DE PRIETO DE LA CAL

El QUINTO de Prieto de la Cal, ovacionado de salida, fue un toro que se orientó y aprendió rápido. En todo momento pidió el carnet de profesional y no regaló ninguna embestida. Ya de salida, en su segunda embestida por el izquierdo, arrancó el capote a Juan de Castilla, estando atento Iván García para hacer el quite y parar al toro. Cuatro encuentros en el caballo, similares en la pelea. Llegaba al caballo y al sentir el castigo se dolía y hacía sonar el estribo. Buena lidia de Iván García a un toro que embestía frenado y con poder. El tercio de varas marcó lo que haría con la muleta: embestir y frenarse. Así lo hizo a la muleta de Juan de Castilla, que se doblo con él y entró matar. Palmas para el toro y silencio para el torero.

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