La cultura de nuestro tiempo se mutilaría si la corrida desaparece : Mario Vargas Llosa
Mario Vargas Llosa y Roca Rey colgaban el cartel de «No hay billetes» en el Club Siglo XXI. Ambos peruanos coincidieron en un acto conducido por el colaborador de «El Hormiguero» Rubén Amón y en el que el gran protagonista fue el matador peruano, que venía de triunfar en Castellón y participar en un encuentro con universitarios sevillanos.
Sin embargo, la presentación del coloquio solo podía correr a cargo del Premio Nobel: «Las corridas de toros son muy populares en el Perú. Los antropólogos se preguntan por qué los toros prendieron tanto en las comunidades indígenas. Son corridas pocos ortodoxas que terminan de una manera un poco desorbitada. Pero se percibe que hay una tradición muy enraizada en las comunidades indígenas». Así Vargas Llosa defendía una vez más la Fiesta, como ya hace con su asistencia cada Feria de San Isidro y otros festejos señalados.
Por su parte, el propio Roca Rey quiso repasar el momento que atraviesa la Fiesta después de dos años de pandemia y el prometedor estado de forma del que goza: «No hay una sola forma de torear. En una sola tarde hay un torero de valor, uno de arte, otro clásico. Y todos salen a hombros. Mi entrega nunca dejó de estar ahí en temporadas pasadas a pesar de las críticas. Es importante pensar en ser mejor torero, conseguir lo que uno se plantee».
El diestro de Lima también tuvo tiempo para reflexionar sobre el gran riesgo que asumen los toreros y cómo gestionar el miedo: «Los placeres de la vida los sentimos porque la muerte nos está esperando al final. Y la fiesta de los toros es la tradición que mejor expresa esto que no entienden los enemigos declarados. Sólo pedimos que nos dejen admirar este arte antiguo».
Sobre el animalismo apuntó que “Hay una moda en contra de la tauromaquia. Ya cuando jugaba al toro en el recreo recibía críticas. La tauromaquia es muy difícil de entender. Se critica por desconocimiento. Este lunes estuve en la Universidad de Sevilla y he de decir que los jóvenes son el futuro”.
La despedida, o casi, corrió a cargo del autor de «La Fiesta del Chivo», «La ciudad y los perros», «San Panteléon y las visitadoras» o «Elogio de la madrastra»: «La fiesta de los toros está íntegramente condicionada por la vida cultural. Gran parte de la producción literaria desaparecería sin los toros. El toro de lidia existe porque en existen las corridas. Es el animal más cuidado de la creación. El único momento en que el toro se enfrenta a su realidad es la corrida. Es una realidad soterrada y violenta. Y allí, en la corrida, está expuesta la condición humana. Si desapareciera dejaría mutilada la cultura de nuestro tiempo».