La esquiva suerte de Juan de Castilla que no sale por la puerta grande tras emocionante faena al bravo y encastado sexto

La esquiva suerte de Juan de Castilla que no sale por la puerta grande tras emocionante faena al bravo y encastado sexto

El cárdeno » palomito» con 540 kilos que salió en sexto lugar en Pamplona fue un toro importante por juego, humillación, duro, bravura, a veces fiero y que embistió.

Juan de Castilla le plantó cara. Tandas por ambos pitones, muleta y pata alante ,cruzándose cuando era menester.

Y ese gesto con un Escolar de irse en l último toro a porta gayola para esta larga cambiada

La afición siguió con interés el trasteo del colombiano…Vino la suerte suprema. El toro lo fija con la muleta, se vuelca pero los toros tienen, a veces movimientos extraños y cuando viajaba la espada , el toro dobla una mano y el acero quedó haciendo guardia. Tenía ganada la segunda oreja y todo se trocó. No hubo suerte pero queda el aroma de un torero que tendrá un largo camino en la profesión y ojalá con el concurso de los empresarios que se fijen en el hijo del barrio Castilla. Como decía don Ramón Ospina no por colombiano sino por torero.

Rosario Pérez titula en ABC : Juan de Castilla, el orgullo herido de un torero de Colombia con un importante lote de Escolar. Añade : El colombiano, al que le han birlado la Fiesta Brava en su tierra, se gana una oreja de ley al toro más bueno y la pierde con el más bravo y encastado, ambos herrados con el número 23.

El elogio de Vicente Zabala en El Mundo :

El colombiano Juan de Castilla vino a Pamplona para quedarse

Corta una oreja de peso pero la espada lo frena en el umbral del triunfo total tras sortear el lote más bravo y encastado de una seria y morucha corrida de Escolar.

Marco Antonio Hierro en Cultoro se explaya :

Puede ser en Estafeta, en la plaza de toros o en la mismísima Plaza Consistorial, pero Juan de Castilla ha demostrado esta tarde que ha venido a Pamplona para quedarse. Se fue con una oreja el colombiano como botín, y se dejó otra en la estocada que le hizo guardia al sexto al perder éste una mano en el embroque, pero eso es lo de menos. Lo importante de verdad es la actitud de un hombre que no afloja desde que emocionase al toreo entero el pasado año con el toro de Sobral en Las Ventas.

Hoy fue con el mejor lote de una corrida de José Escolar que puso muy barato el adjetivo ‘mejor’, porque ninguno de los otros cuatro ofreció opción alguna para hacer el toreo. Todos se fueron orientando, y todos antes de la cuenta, impidiendo desarrollar al que estaba delante. Pero ese tercero noblón, que humilló los embroques, y ese sexto enrazado y emocionante, que resultó una brasa en la muleta, sí dieron la medida de lo que debe ser en Pamplona una corrida de José Escolar.

A ambos los enlotó Juan, que se mostró feliz y sonriente hasta cuando le pasaban los pitones cerca del vestido chispeante. Plantó su bandera desde que hizo el paseíllo, y puso el anuncio de búsqueda de piso ya en el quite al segundo, echándose el capote a la espalda para pegarle gaoneras comprometidas a un Escolar y en Pamplona. Guiño a las inmobiliarias para que fueran buscando, pero todavía quedaba su turno, y ese lo empezó con un solvente toreo a la verónica, una lidia muy medida hasta que llegó a la muleta y un inicio fulgurante entonces, arrodillado en los medios y ofreciendo el pecho cual si estuviera de pie. Pareció hasta pasarlo muy bien en ese trance, toreando largo e interpretando luego con la máxima sinceridad cuando tomó la muleta de pie y con la diestra.

MUNDOTORO ASEGURA

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