La hipocresia de ver morir niños en la Guajira, millones que dejan sus vidas en minas, ladrilleras, en la indigencia, ventas ambulantes y trabajos forzados…Pero el grito es contra los menores en toros

La hipocresia de ver morir niños en la Guajira, millones que dejan sus vidas en minas, ladrilleras, en la indigencia, ventas ambulantes y trabajos forzados…Pero el grito es contra los menores en toros

Nos enfrentamos a un sector de la sociedad que con pràcticas nazistas busca borrar todo vestigio de estas tradiciones y culturas que pudieran convivir armonicamente pero ellos las detestan sin conocer al toro bravo, sus orìgenes, de dònde viene, còmo llega a lo que màs tarde serà Amèrica ,sin saber de su vida, de lo que representa , de los cuidados que se le dispensa, del aporte genètico y ayer buscaron en un acto infame y arbitrario sellar la plaza para impedir la celebraciòn del rito tàurico alegando que un menor estaba en riesgo y ellos » salvadores» de su mundo prohibicionista intentaron cerrar la plaza. La respuesta : una entrada que casi roza el lleno cuando gozaban mostrando fotos captadas horas antes de la corrida de que el escenario taurino estaba vacìo. Mienten descaradamente.

Justamente cuando unos funcionarios del ministerio alegaban normas menores, confusos pàragrafos e incisos ( violando la Ley 916 que nos protege y avala ) ,nos enterabamos de la muerte de otros menores por inaniciòn en la Guajira, en esa lengueta que va a morir al mar caribe. Una verguenza que eso ocurra. Y no son los ùnicos a lo largo de esta patria, la de Santander y Camilo Torres, la de Caldas , Garcìa Màrquez, Botero, Willington ortiz y Lyna caicedo.

El salmantino Marco Pèrez es un prodigio en el arte de la lidia y su arte lo ha mostrado en Europa y Amèrica. La empresa lo invitò al festival de hoy pero no podrà ser por la rebuscada formalidad del ministerio del trabajo que no se preocupa por esos menores que he visto dejar sus preciosas vidas en las ladrilleras cerca a Sogamoso en condiciones infrahumanas, en las minas de Antioquia, en la prostituciòn, en las calles deambulando y vendiendo baratijas en medio de la la espantosa contaminaciòn de los vehìculos y el desprecio de sus congeneres. Esos nisños de Siloè, de Ciudad Bolìvar, de la Cartagena que ocultan al turista, de esos menores que no pueden ir a la escuela. Pero hay que prohibir las corridas, alegan estos fariseos y mentiorsos, tergiversadores.

El presidente Petro fue votado por los colombianos no para prohibir sino para darle , segùn sus postulados tras su paso por la guerrilla, por el Congreso y su afàn de cambio, digo, para darle desde el poder los instrumentos a esta sociedad desigual, una de las mas desiguales del Continente, las condiciones para hacer de los menos, màs sin que los màs dejen de serlo.

Oì su intervenciòn cuando criticò al gobierno de su antecesor que , segùn èl, quiso borrar la memoria de este espantoso conflicto armado que entre otras causas profundas reside en hondas razones sociales que bien conoce el jefe del Estado. No me venga a decir ahora que las corridas son un foco de perturbaciòn. No vaya a borrar un parte de nuestra historia, señor presidente.

La plaza le tributò en desagravio esa vuelta aclamada al ruedo en Cañaveralejo al niño que no podrà mostrar su arte con un eral, que vino de la regiòn donde 7 americanos fueron rectores de uno de esos monumentos de la cultura, la universidad de Salamanca, allì dode Unamuno pronunciò esa verdad que es un golpe en la mesa contra todo autoritarismo : Vencereis pero no convencereis.

Nuestra fiesta tiene millones de años de fortraleza desde aquel toro «Celeste» que nos narra el Gilgamesh el testimonio mas prodigioso de la poesìa y no nos lo podràn arrebatar.

!!!!Viva la libertad !!!!!!

1 Comment on "La hipocresia de ver morir niños en la Guajira, millones que dejan sus vidas en minas, ladrilleras, en la indigencia, ventas ambulantes y trabajos forzados…Pero el grito es contra los menores en toros"

    Barbarie la tauromaquia aunque la quieran comparar con las decisiones de un gobierno que quiere un cambio.

    Para reforzar aquel argumento de que tradiciones (aunque es un
    concepto reprochable) como la fiesta brava no aportan a mejoramiento moral nos
    podríamos fijar en las palabras del licenciado en Derecho y Filosofía de la
    Universidad de Valencia, Manuel Vicent Recatalá: “Si el toreo es cultura, el
    canibalismo es gastronomía. Esta fiesta no nos hace mejores, al contrario, porqué
    nos sociabiliza con estas crueldades, haciéndonos más indiferentes respecto al
    sufrimiento ajeno”.
    Es claro entonces que dicha práctica, fiesta, tradición, cultura o como se le quiera
    llamar termina por convertirse en un obstáculo hacia el progreso moral y la mejoría
    que exige de nosotros, como seres racionales y conscientes, esta humanidad.
    Negarnos al progreso moral no sería más que el deseo inconsciente de
    permanecer atrapados en una época primitiva a la que claramente, y como lo
    indican muchos de los inventos y progresos actuales, dejamos de pertenecer hace
    cientos de años.

    Tomado del trabajo de Lina

Deja un comentario


  Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia en nuestro sitio web. Al seguir navegando, aceptas el uso de cookies. Más información en nuestra política de privacidad.    Más información
Privacidad