La manía de cambiar de nombres y destruir el patrimonio para intentar borrar la memoria taurina

La manía de cambiar de nombres y destruir el patrimonio para intentar borrar la memoria taurina

La primera foto es una cortesía con tendido7 de mi amigo Cafo Osa. La manía de acabar con símbolos, con la historia, con la memoria de una ciudad, de un país.

Ya no existe (salvo en fotogramas y antiguas películas) la bella iglesia de Santo Domingo contigua al palacio de comunicaciones «Manuel Murillo Toro» en la carrera entre calles 12 y 13.

Derribaron el hotel «Granada» donde se hospedó Gardel en 1935 en su visita a Colombia.

El teatro municipal en el que pronunció encendidos discursos el político Jorge Eliécer Gaitán. La hermosa mansión donde vivió el expresidente Eduardo Santos en la carrera 13 con 67 (chapinero bajo).

Acabaron el tranvía que fue medio de locomoción de los cachacos en los cuarentas del siglo pasado… La manía de ya no enseñar en las escuelas la urbanidad de Carreño.

Se llevaron el «tío vivo» de los caballitos que estaba empotrado en el parque del Centenario.

Y no sigo, para no llorar.

La primera foto de esta nota es expresiva de ese intento de un sector de la sociedad para que la memoria de la plaza de toros «Cañaveralejo» desaparezca para las nuevas generaciones.

Hoy es centro de eventos…

Me explica Oscar Torres que la plaza de toros de Cali arrendó de enero a noviembre a Colboletos las instalaciones y que ellos optaron por lo de Arena Cañaveralejo.

Es cierto, pero se va difuminando el objetivo, la razón histórica de para qué fue creada en los años cincuentas del siglo pasado la plaza, para toros, aunque no lo crean.

Y continuando con mi argumentación, la manía del «olvido que seremos» (título de la novela del gran escritor Héctor Abad Faciolince y que acaba de convertirse en película).

Entonces es la pena que da ver solo en imágenes lo que fue uno de los bellos hoteles de Cali de la primera mitad del siglo XX, el «Alferez Real».

Hoy es olvido…

Igual ocurre con D’groupe que tiene el 51 por ciento de las acciones de la plaza de toros La Macarena de Medellín

No, ahora es un centro de eventos, mas light, mas posmoderno, La manía del «con los nuevos tiempos», el del veganismo, el de la fast food, el del desprecio por artes antiguas con el toreo que mal que les pese a sus malquerientes (que los hay los haiga, y lo escribo con todas las letras)

Han cantado de Lorca a Botero, cada uno en su campo, el primero el poeta granadino y el otro, uno de los artistas plásticos mas célebre, y es colombiano, don Fernando Botero que en la foto siguiente aparece al lado de don Gabriel García Márquez, que respetó y elogió a la tauromaquia.

A los practicantes de la religión judía y a los hebreos en diferentes épocas de la historia les prohibieron practicar sus ritos, les cercenaron su lengua natural… pero pese a ello, ahí esta como demostración de que prohibir solo consigue afianzar una creencia, un ceremonia, un rito..

EL NAZISMO

En enero de 1933 A. Hitler fue designado canciller del Reich. Con el ascenso al poder del partido nazi se dio impulso a todos los movimientos antisemitas en Europa.

En Alemania y en gran parte de los países de Europa oriental, a excepción de Checoslovaquia,  se excluía a los judíos de la vida pública e intelectual y se declaraba un boicot contra los comercios y empresas judías.

En el congreso de Nuremberg de 1935 se decretaron las medidas raciales, que se hacían extensibles a los países anexados como Austria en 1938 o los Sudetes de Checoslovaquia en 1939.

La invasión alemana de Polonia en 1939 provoca el estallido de la segunda guerra mundial.

Durante los años 1940 y 1941 la mayor parte de Europa, desde el Océano Ártico hasta el Mediterráneo y desde los Pirineos hasta el Cáucaso, quedó sometida a Alemania.

En cada zona conquistada, la primera labor de los alemanes era la solución del problema judío, según la concepción nazi.

La manía de la prohibición… No sé, espero pacientemente que no, si las corridas terminarán prohibidas mediante una Ley.

Pero de lo que sí estoy seguro es que ese ceremonial se seguirá practicando en el campo. la luz de la luna como lo hizo Belmonte.

Los abuelos le transmitirán a los nietos el bello arte de la lidia de los toros.

Vendrá otra generación, y otras miradas comprensivas y cercanas a la libertad y a derechos fundamentales.

Pero el toreo seguirá vivo (prohibido, de pronto), pero crecerá entre hombres libres.

Y mientras haya un hombre o una mujer amando el toreo, este seguirá vivo en su corazón y en sus sueños.

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