La memoria material de «Paquirri» la recuperarán sus hijos Cayetano y Frank
Paquirri, padre, fue un torero enorme pero por esas cosas de la vida tras su trágica muerte después de la cornada en Pozoblanco, se ha mezclado lo personal con lo taurino, la herencia, sus recuerdos materiales que son historia viva del toreo y por eso Frank, su hijo mayor decía:
«Está todo en Cantora. (es la finca que pasó a manos de Isabel Pantoja la segunda esposa del malogrado torero de Barbate y allí están trajes, trofeos, espuerta, fundones, muletas, capotes que pertenecieron a Francisco Rivera. Mi padre quería que sus hijos tuviesen esas cosas», insiste Frank.
Antonio Lorca cuenta:
La trágica cita de Pozoblanco, el 26 de septiembre de 1984, lo convirtió en un mito; la reaparición artística de su viuda fue todo un acontecimiento solo superado por sus peripecias sentimentales y judiciales; para entonces, sus tres hijos ya habían asumido su protagonismo popular; y la muerte de Carmina, su primera mujer, proporcionó una sobredosis de morbo.
Una historia interminable, cuyo capítulo actual desgrana una controversia entre madre e hijo, habitual en cualquier familia, pero que en esta adquiere connotaciones de gran exclusiva.
Sobre la herencia de Paquirri se ha escrito mucho y se ha sabido poco. Sin duda, lo más certero lo publicó el periodista Juan Méndez en este periódico el 25 de septiembre de 1987.
Decía así: “La herencia del matador de toros Francisco Rivera Paquirri quedó ayer (dos días antes del tercer aniversario de su muerte) definitivamente resuelta, después de que las tres partes interesadas -su familia, su mujer Isabel Pantoja y su hijo, y su ex mujer Carmina Ordóñez y los dos hijos mayores del torero- firmaran el acuerdo para la repartición de los bienes del diestro, que alcanzan una cifra superior a los 1.000 millones de pesetas.
El patrimonio incluye varias explotaciones agrícolas, varios vehículos y embarcaciones, joyas y trajes de luces, además de otros bienes. El acuerdo definitivo otorga el 45% de los bienes de Paquirri, y la finca La Cantora, a su viuda, Isabel Pantoja, y a su hijo Francisco José. Otro 40% y la finca Los Rosales será para los hijos de su ex mujer Carmina Ordóñez: Francisco de Asís y Antonio Cayetano.
El 15% restante y la finca El Robledo será para su padre Antonio Rivera y sus tres hermanos: Antonio, José y Teresa Rivera”.
Lo sorprendente es que esta herencia, de la que poco más se ha conocido, aún colee. Por fortuna, el legado de Francisco Rivera supera a su patrimonio material. Paquirri, nacido el 23 de marzo de 1948 en la localidad gaditana de Zahara de los Atunes, fue torero desde su más tierna infancia y a su vocación dedicó plenamente su vida hasta alcanzar la consideración de torero muy relevante durante la década de los años setenta.
EL ABOGADO JOAQUIN MOECKEL CREE QUE ESOS OBJETOS PASARÁN A SUS HIJOS
“Reactivar procesalmente la ejecución de la sentencia por la que se obligaba a Isabel Pantoja a entregar esos objetos”. La razón es clara: lo anterior prescribe, pero una sentencia jamás prescribe.
Por tanto, según Moeckel, siempre y cuando esos objetos existan, (hay varios testigos que afirman haberlos vistos en fecha reciente) Francisco y Cayetano podrán recuperar algo que va mucho más allá de los enseres en si. Recuperan la memoria artística de la trayectoria de Paquirri.