Las luces por las fiestas de Quito, apenas una leve sombra por la ausencia de sus corridas

Las luces por las fiestas de Quito, apenas una leve sombra por la ausencia de sus corridas

– Fotografía del 18 de agosto de 2017 de una entrada de la Plaza de Toros Quito (Ecuador). De tradición taurina centenaria, Quito pierde cada año entre 87 y 125 millones de dólares en ingresos turísticos generados por la fiesta brava, casi apagada tras el referendo nacional que, en 2011, suprimió el tercio de espadas. Así lo asegura el concejal del Distrito Metropolitano, Marco Ponce, también presidente de la comisión taurina de la ciudad, donde existen dos plazas históricas, una de ellas, la Monumental, ya casi en desuso.

José Diaz en el Diario El Comercio apunta sobre el declive de las fiestas aniversarias de la capital ecuatoriana al perderse la feria taurina en Iñaquito.

Las luces del derroche por estas fiestas de Quito no suplen la tradición de un festejo mortecino al que pusieron la puntilla cuando acabaron con las corridas de toros completas en nuestra ciudad.

Durante 50 años las fiestas de la capital, los desfiles, las bandas en los barrios y la presencia de las grandes figuras taurinas de España y México ,con toros españoles y nacionales atraían a turistas de todo el mundo.

Llegaban de Perú, Colombia, México. Venían de Estados Unidos y de Francia.

Los canales de televisión competían de manera legítima por la sintonía con los mejores comentaristas nacionales e invitados españoles. Los slogans decían, por ejemplo: ‘Los mejores toros y toreros del mundo para la mejor Feria de América’.

Esa era el ‘Lindo Quito de mi vida’, el del ‘Toro barroso’ y el ‘Chulla Quiteño’. Fiesta, tradición, cultura y alegría.

El ingreso en restaurantes y venta de comidas, colas, cervezas y sombreros de paja toquilla, era importante y permitía a miles de familias juntar dinero para la Navidad.

Hoy todo se ha perdido ahogado entre la moda y nuevas corrientes que no respetan la libertad ni las tradiciones.

Hoy la fiesta de los toros emigró a Latacunga, Ambato y Riobamba y los quiteños perdimos un tesoro.  

Festival de Belmonte. Primera corrida de toros sin muerte, en la Plaza de Toros de Quito. Horizontal. Paseíllo

Y José Jácome se refiere a las perdidas económicas:

De tradición taurina centenaria, Quito pierde cada año entre 87 y 125 millones de dólares en ingresos turísticos generados por la fiesta taurina, casi apagada tras el referendo nacional que, en 2011, suprimió el tercio de espadas y, como consecuencia, el adiós a la feria taurina.

Lo asegura el concejal del Distrito Metropolitano, Marco Ponce, también presidente de la comisión taurina de la ciudad, con dos plazas históricas, una de ellas, la Monumental, ya casi en desuso.

«Hay diestros que no quieren venir a torear a la usanza portuguesa. Para ellos es muy importante el tercio de muerte, es como si a Messi le pidieran jugar sin goles…¡Se negaría!», afirma tajante en una entrevista con Efe.

Construida en 1960 con un aforo de 15.000 espectadores, la Monumental es la principal de las dos plazas de Quito, fue inaugurada por Luis Miguel Dominguín y hasta 2011 se jactaba de tener los mejores carteles de toda Sudamérica.

«El aforo se incrementó y con ello llegaron las grandes figuras», recuerda Héctor Racines, histórico comentarista taurino de Quito.

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