Ligia Henao de Betancourt, madre de nuestro compañero de tareas, Farley, ha partido al encuentro de la gloria eterna.

Ligia Henao de Betancourt, madre de nuestro compañero de tareas, Farley, ha partido al encuentro de la gloria eterna.

La madre de nuestro querido compañero de viaje en esta aventura de la información taurina, director de fotografía y vídeo, Farley Betancourt, ha partido al encuentro con el altísimo tras dejar un amoroso paso por la tierra.

La tristeza invade este portal.

Doña Ligia Henao de Betancourt miró la vida esperanzada.

Llenó de amor y ternura su hogar en una casa donde el trabajo, la disciplina y la pasión por Colombia son las señas de identidad.

Siempre abrigamos la esperanza de que esos seres de luz nos acompañen «toda la vida» pero las fatigas del cuerpo van minando no el alma pero sí el motor que nos permite estar en este mundo.

La muerte es la única certeza; no sabemos cuándo ni cómo pero ese tránsito es riguroso y debemos admitir humildemente su «presencia» mientras peregrinamos aquí esperando la llegada de la gloria eterna cuando seamos apenas polvo y cenizas.

Doña Ligia, modélica dama, jamás se quejó de las fatigas de esta nación, de las lógicas perturbaciones en este camino terrenal y procuró con su ejemplo que los suyos disfrutaran de un pasar digno, que fueran personas justas y educadas en su quehacer cotidiano que se constituye en don preciado.

La mañana de este domingo la despidieron en Bogotá en la funeraria «La Candelaria» de El Chicó.

Las exequias a las dos de la tarde en la iglesia Santa María Goretti, en La Castellana y el sepelio en Jardínes del Recuerdo, en la Autopista Norte con calle 205.

Farley sabe que escribir estas líneas es doloroso para quienes gozamos de su talante y de su amistad pues conocemos la profunda tristeza que lo invade.

A él, a sus hermanos Aleida, Jairo, Doris, Jorge; al padre, don Heliodoro, las condolencias y el ruego al creador que les dé paz y serenidad en estas horas.

El ejemplo que deja en ese hogar doña Ligia que sea el consuelo para seguir en este tránsito efímero en la tierra.

Doña Ligia no morirá mientras haya un ser que la recuerde. “Dios nos dio memoria para nunca olvidar a quien amamos”, reza un proverbio árabe.

1 Comment on "Ligia Henao de Betancourt, madre de nuestro compañero de tareas, Farley, ha partido al encuentro de la gloria eterna."

    Farley mi mas sentido pésame ,a ti a
    a toda tu familia mucha fortaleza en este momento tan difícil un fuerte abrazo

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