Misa-homenaje a Bernardo Caicedo
Roto por la emoción, con la voz entrecortada y lagrimas que rodaron por sus mejillas el ganadero Juan Bernardo Caicedo rindió el sentido y emocionado tributo al padre Bernardo que cesó su existencia en Ibagué donde residía.
Un grupo de amigos asistió a la ceremonia en una iglesia al norte de Bogotá para rendirle el homenaje al viejo aficionado que deja a un hijo y dos nietos que aman al toreo, al toro y la crianza de la bravura y la casta no exenta de nobleza en medio de las mas grandes dificultades para el campo bravo.
El sacerdote que ofició por el rito católico pronunció unas bellas palabras y recordó que el paso de los seres por este mundo es efímero pues lo que es el gran misterio de la existencia es lo inevitable : la muerte que no es el fin pues el creyente sabe que le espera el reino de los cielos.
Se ha ido un hombre bueno y alegre que nos deja un gran legado y como expresó condolido su hijo, se me ha ( se nos ha , digo )ido un amigo que se anticipó en ese viaje a la eternidad.
Nuestra solidaridad en esta hora de pesadumbre para su familia y amigos cercanos