La rebelión de los humildes que piden paso. Pepe Moral , al abrocharse la feria ,Puerta Grande en Sevilla con 2 orejas y los Miuras como referente

Hoy, en la plaza de la Real Maestranza, no se torea: se sobrevive. La última tarde de la Feria de Abril llega con el hierro de Miura en los corrales, y tres hombres que saben bien lo que significa ponerse delante de una leyenda viva con pitones y unos cuantos años de historia. Si algo se sabe a estas alturas es que torear la corrida de Miura no es baladi
Pues bien, tras dos años con una sola corrida en su haber, Pepe Moral ha demostrado que como un corredor de fondo tiene los nervios templados, la firmeza, la hondura y la capacidad de aguante. Decía el maestro Antoñete que lo más difícil es superar » la banca» y que cuando un torero lo logra llega la recompensa como ha ocurrido en Sevilla esta tarde cuando a punto ha estado de ganarse por méritos la anhelada Puerta del Príncipe como lo hizo el sábado David de Miranda.
El torero de Los Palacios ha estado soberbio en tarde en la que Escribano ha mantenido su cuenta a favor con la afición sevillana y más discreto Esaú Fernandez.
La tarde ha sido para José Moral Fernández, sin peros, con todos los honores.
POR ESO, ABRIMOS TRAS EL PASEILLO CON EL REGISTRO GRÁFICO INVALUABLE DE DIEGO ALAIS QUE HA COMPRTIDO CON TENDIDO7 SU MERITORIA LABOR DESDE LA MAESTRANZA















Manuel Escribano, Pepe Moral y Esaú Fernández son los valientes que se enfundarán el terno del miedo para cerrar la Feria de Abril de Sevilla, mientras Madrid también abrirá sus puertas para la tercera de la de San Isidro.
Escribano regresa a su plaza talismán, esa en la que se convirtió en héroe tras protagonizar una tarde épica con la corrida de Victorino Martín. Hoy vuelve a jugarse el tipo, fiel a su estirpe de torero de verdad.
Miura: la leyenda
Hablar de Miura es hablar del miedo. Pero también del respeto. De la verdad del toro bravo en su forma más áspera y desafiante. La ganadería fundada en 1842 por Antonio Miura en Lora del Río no es solo una de las más antiguas de España; es un mito vivo del campo bravo, un hierro que ha construido su leyenda a base de miradas que taladran y embestidas con destino incierto.