Pamplona. Roca, 3 orejas y puerta grande. Morante, distensión de ligamento
Fotos de Julián Velasco
Abre Morante con Morito, 565 kilos, un negro mulato
Con un toro abanto, Morante se va con pocos detalles con la capa pero siempre bellísimos. Su gesto de desconsuelo es evidente.
Deja la montera en la barrera y no hay brindis. Clarísimo que no le gusta para nada el comportamiento de Morito.,.
Con la muleta abre con ayudados por alto un pase de la firma y un molinete a la antigua con un toro sin celo y con l cara por las nubes. El toro pasa pero no embiste. Dos por el derecho pero el toro es una birria, protesta y el pase de pecho luce en medio de la nada al no humillar el toro y todo es a media altura. Todo son intentos pues el toro no vale. Lamentablemente. No es usual que Morante intente lucir con un toro inviable para crear arte y la tanda por el derecho no tiene fondo pues hondura no atesora el toro. Y se de el lujo de darle dos pases de costado.
Y la suerte suprema. Estocada corta., el toro dobla.
565 kilos tiene Asturiano, un jabonero para Talavante.
UN REMATE PRECIOSO DE TALAVANTE
El toro tiene aspereza y la vara delantera busca «ahormarlo».
La faena tuvo dos momentos importante. La primera parte por el izquierdo, con ese temple del torero extremeño y otra por el derecho. La faena fue breve pero intensa pero marró con la espada.
Roca Rey con Fargonillo, 555 kilos, negro mulato.
Qué conexión del peruano con Pamplona. Se echa de rodillas y ya la plaza con él
Al quedarse en la cota distancia el toro le pega un fuete derrote. Momento de apuro.
El toro no tiene esa acometividad para seguir la muleta y va a menos.
Y UN ENORME PASE DE PECHO
Un muletazo de pitón a rabo que es jaleado y vienen los muletazos cambiados pro la espada que él lo atesora con sello propio. Y ya rajado el toro, el peruano se pega un arrimón que vuelve a hacer rugir los tendidos. Qué valor y qué conocimiento de los terrenos y de lo que quiere el público. Decían los antiguos: si no embiste el toro, embiste tú y es lo que hace el limeño. Es Roca en estado puro . Cuando se disponía a igualar al toro suena el aviso.
Roca ha sabido aquilatar lo que tenía el toro.
Estoconazo y sin puntillla.
Dos orejas
Encumbrado. 560 kilos, jabonero para Morante
Preciosas verónicas y la media » muy de la casa «.
La embestida del toro no es precisamente de enjundia pero el toreo de Morante es de filigrana y una tanda por el derecho iluminada por su quehacer brillante.
Otra serie por ese pitón con trazo largo. Gira los talones , embarca y crea esa sensación de pureza.
El toro tiende a distraerse pero Morante nos regala más detalles de toreria toreando a pie junto y en un derrote áspero le arrebata la muleta.
Y toda esa magia se esfuma con un pinchazo.
» ME ENCUENTRO MAS O MENOS PERO HOY ES UN DIA TAN ESPECIAL Y NO ME LO QUERÍA PERDER», le dijo Morante a mundotorotv. Ha habido detalles y el público ha sabido percibir. matizó el de La Puebla que pasa a la enfermería por la luxación.
ANTECEDENTES
La vacada fue constituida en 1930, en la finca “Jandilla” por Don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, con vacas y sementales del Marqués de Tamarón y del Conde de la Corte, ambas de procedencia Parladé y casta Vistahermosa. Desde su fundación hasta su muerte, en 1975, fue dirigida por don Juan Pedro Domecq y Díez. Hasta 1982 se lidió con el hierro de Veragua. En 1978 las nueve décimas partes de la vacada fueron transferidas del hierro de Veragua al actual y comenzó a lidiarse con el nombre de “Jandilla” en 1983. Desde 1975 a 1986 fue dirigida por su hijo don Fernando Domecq y Solís, y a partir de 1987, por el hermano de éste, don Borja Domecq y Solís, quien continúa en la actualidad. El hierro de la estrella fue creado en 1943 por las hermanas doña Serafina y doña Enriqueta Moreno de la Cova con reses procedentes de las ganaderías de sus padres, de origen Saltillo. En 1970 fue comprado por don Juan Pedro Domecq y Díez, quien eliminó la totalidad de las reses. .
ENCASTE
La vacadade Jandilla fue formada por los hermanos Domecq Solís (Fernando y Borja) con la simiente que heredaron de su padre Juan Pedro Domecq y Díez. Son reses por tanto de la rama parladeña del encaste Vistahermosa, vía el Marqués de Tamarón y Conde de la Corte, con algún reducto de la sangre de Veragua con la que contaba la ganadería cuando fue adquirida por Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio, además del influjo que aportó posteriormente el semental ‘Lancero’ de Núñez.
Son animales de alzada media, lomo recto y un cuello largo, que les permite descolgar y humillar más. Por lo general son finos y fibrosos, con longitud de pitón, bien cornidelanteros o bien acodados, pero sin presentar una excesiva amplitud de sienes.
La enrazada movilidad y la transmisión son las virtudes principales de esta divisa si bien la selección llevada a cabo por Borja Domecq ha arrojado toros que aúnan nobleza, fondo de bravura, y gran transmisión y durabilidad en el último tercio.
‘Tengo una distensión de ligamento y me cuesta mucho dominar los trastos’ , informó el torero en Mundotorotv.
TALAVANTE CIERRA CON GANADOR, 565 KILOS NEGRO MULATO, FINO, BAJITO.
Buenas embestidas, con fijeza que delata bravura, con entrega que Talavante aprovecha en el capote con verónicas de gusto y con la muleta, de rodillas y en redondo una serie ovacionada.
Tanda por el derecho ( tres ) un cambio de mano a la izquierda con temple y refinado aroma. Las tandas son breves porque el toro tiene sus fuerzas muy justitas y el toro declina pero Alejandro ha aprovechado lo que el toro le permitió y no dejó escapar esa oportunidad. Esos finales no son buenos para justipreciar la condición del toro pues se vino abajo. Quizás le pesó al toro la pelea en varas que fue buena como buena , hay que destacarlo, la nobleza.
Termina con manoletinas ajustadas.
Suerte suprema. Suerte contraria. Espada entera.
El palco que no le concede la oreja , debe aguantar un sonoro abucheo y da una vuelta al ruedo.
El sexto para Roca. Pesadillo. 515 kilos. Colorao de capa.
La fuerza, otra vez esta pandemia, justa.
El toro se va parando aunque el toro intenta esa prontitud que se agradece, no puede y se viene a menos.
Corre buen la mano izquierda , el torero » le ayuda» con esa necesaria suavidad. Y eso le facilita llevarlo largo.
Como ha ocurrido con todo el encierro, la corrida no ha tenido finales y eso es que le coloca los límites entre una buena tarde y otra que pasa de puntillas.
Se va a los bajos del tendido de sol y en una corta tanda, con dos buenos muletazos por el derecho agrada a esos aficionados. No puede haber profundidad porque el toro no lo permite. Se deja llegar el toro a los muslos, el arrimón y el muletazo invertido. Se oye al fondo el » Perú, Perú, Perú, Roca , Roca» como otrora gritaban » Padilla es cojonudo». Lo que escribimos atrás : Roca es pasional y despierta esas pasiones porque sabe conectar con el público.
Despacito, más de tres cuartos de espada….
Oreja
MUNDOTORO TRANSMITIÓ EL FESTEJO CON DAVID CASAS, DOMINGO DELGADO DE LA CAMARA Y EL MAESTRO RINCÓN
LA GANADERIA DE NUÑEZ DEL CUVILLO
ANTECEDENTES
Al dividirse la ganadería del señor Flores Albarrán, uno de los lotes correspondió a María Francisca Flores Sánchez. Esta parte fue adquirida en 1957 por los hermanos Osborne Domecq, quienes variaron el hierro, eliminaron las reses que habían comprado y formaron la ganadería con vacas y sementales de José Luis Osborne Vázquez. En 1982 vendieron la ganadería a Joaquín Núñez del Cuvillo, quien modificó el hierro y añadió reses de otras cinco ramas, todas ellas procedentes del Marqués de Tamarón (Mora Figueroa). En 1985, Núñez, en 1985 y 1990, Sayalero y Bandrés y Torrealta (ambas Marqués de Domecq), en 1989 Atanasio Fernández y en 1991 Juan Pedro Domecq, vía Domecq Solís.
ENCASTE
La sangre Osborne, denominada como tal desde mediados del pasado siglo, es una mezcla de las procedentes de Veragua Tamarón y Conde de la Corte. El toro de Osborne es, en síntesis, el primitivo toro de Juan Pedro Domecq por cuanto éste ganadero compró la ganadería vazqueña de Veragua, a la que añadió sangre parladeña del Conde de la Corte.
A partir de 1937, al fallecer el primer Juan Pedro, los herederos se deshicieron de casi todas las reses con origen Veragua. Pedro Domecq Díez vendió en 1946 su parte a Luis de la Calle. Aunque en esta ganadería ya había numerosos cruces con sangre Tampón – Conde de la Corte, aún había parte de la sangre Vázquez-Veragua que le daba características propias.
Dos años más tarde la adquirió Antonio Jiménez y, en 1952, José Luis Osborne Vázquez, con cuyas reses formaron su ganadería los hermanos Osborne Domecq, quienes en 1982 vendieron la ganadería a Joaquín Núñez del Cuvillo.
El toro de Osborne se asemeja al de Domecq actual en las hechuras bajas y no muy voluminosas. Se diferencia de ellos sobre todo en los pelajes, reminiscencia del encaste Veragua, muy variados y con predominio de sardos, salineros y, especialmente, ensabanados. También suelen mostrar en su morfología hondura y seriedad en sus cabezas.