La imagen que abre esta condolida nota es de Carmencita Toledo entrevistando en el patio de cuadrillas al malogrado , estimado e inolvidable Iván Fandiño.

«Morir…tremenda cosa » , canta a sus 49 años el barítono Leonard Warren en » La Forza del destino «. Y se desploma sobre el escenario del Metropolitan Opera House de Nueva York.

Y como anécdota decir que Carmencita tenía una voz especial para cantar y en reuniones privadas nos daba » el cante» y nunca mejor expresado.

Morir, tremenda realidad.

Me entero de la muerte a los 72 años por un cáncer de Carmencita Toledo periodista taurina ecuatoriana con quien compartí varias ferias de Quito, en Riobamba, en Latacunga y la oí en » Torerías» con mi amigo y hermano Gonzalo Ruiz. Miembro del Círculo de Amigos de la Dinastía Bienvenida, también era colaboradora de Radio Nacional de España y últimamente en la Cadena Ser en el programa » Los Toros» que dirige Manolo Molés.

Carmencita era dulce como ese sonido quiteño de su voz. » Cómo ha pasado» , me decía al vernos en el callejón de una plaza de su querido pais.

Uno con la muerte tiene una relación extraña, cierta pero temerosa. Y me apena su partida pues son de esas personas antes que colegas con los cuales se siente uno cómodo.

Carmencita hace parte de esa pléyade de queridísimas colegas que ennoblece nuestro oficio de » garrapatear letras » como decía el maestro Alfonso Palacio Rudas : Andrea López, María Carolina Andrade, Flor Alba de Vega, Muriel Feiner, que además escribió » Mujer y tauromaquia » y no puedo dejar de mencionar a una gran periodista, poco conocida hoy, Emilia Pardo Umaña que escribió un bello libro de crónicas sobre los toros en Bogotá.

A Gonzalo Ruiz, a » Torerías » donde Carmencita era parte vital del programa que se emite desde Quito, a su familia, a los suyos, mi eterno reconocimiento a ella por lo que aportó a la mejor comprensión de la tauromaquia.