Murió «Manolín»,» El Bombero Torero» , hijo, que llevaba la M como divisa
Se nos están yendo gentes cercanas a nuestro mundo taurino y duele la partida de un torero-cómico con mayúsculas pues Manolín que nos ha dejado era uno de los dos hijos de don Pablo el fundador del espectáculo «El Bombero Torero».
La raíz de nuestra afición a los toros deviene de asistir a esos delirantes espectáculos ( El Bombero, El Empastre, El Chino torero. Superlandia,) y en esos años felices de a infancia el recuerdo es imborrable por las piruetas de los cómicos que entre cosas toreaban muy bien.
Manuel Celis poseía una gran destreza atlética, lo que le permitía realizar numerosos ejercicios en el ruedo, como los saltos en plancha sobre los astados. Todo ello, con una indumentaria que imitaba el estilo de las universidades americanas de aquella época.
Fue en la década de los setenta cuando Manuel Celis recibió de manos de su hermano Eugenio el casco de Bombero Torero. A partir de ahí, tomó de manera definitiva las riendas del espectáculo de ‘El Bombero Torero’ y sus enanitos toreros hasta su retirada en la primera década del nuevo milenio.
Don Pablo se retiró justamente en La Santamaría y sus hijos y nietos prosiguieron la tarea de endulzar la vida de los niños de 8 a 80 años.
El emblemático espectáculo cómico taurino del El Bombero Torero” se despidió definitivamente de los ruedos un 15 de septiembre hace 4 años en Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Puso fin así a 91 años de historia taurina, en la que alcanzó un lugar realmente importante, tanto cuando estaba dirigido por Pablo Celis, como cuando le sucedieron sus hijos y sus nietos.
HA MUERTO MANOLIN
Manuel Celis Díez «El Bombero Torero» ha fallecido en la mañana de este jueves, 25 de marzo, a los 87 años de edad por causas naturales. Nacido en Madrid el 21 de julio de 1933, sintió desde muy joven la afición taurina y muy pronto quiso incorporarse al espectáculo El Bombero Torero que fundó su padre, Pablo Celis Cuevas. Tras la negativa de su progenitor, Manuel Celis entró a formar parte de un espectáculo de la competencia y sus buenas actuaciones llegaron a oídos de su padre quien, rendido ante la evidencia, decidió sumarlo a la nómina de artistas de su espectáculo.
DON PABLO…
El santanderino Pablo Celis Cuevas, en los carteles “El Bombero Torero”, ha sido un verdadero personaje del mundo taurino, lleno además de humanidad, de una importante relevancia en toda la primera mitad del siglo pasado, como luego hicieron sus hijos y continuadores.
Con unos antecedentes de más de un siglo, el toreo cómico se desarrolla durante todo el siglo XIX e incluso antes. En los inicios del siglo XX comenzó poco a poco a ganarse el favor del público taurino. Personajes como Tancredo López “Don Tancredo” o Rafael Dutrús “Llapisera”, o formaciones como la Banda de El Empastre, marcan toda una época. En esta tradición engarza la figura de “El Bombero Torero”. Que no fue una anécdota lo demuestra la historia.
Un espectáculo que pasaba cada año de las 100 actuaciones, que en su haber tenía numerosísimos “no hay billetes”, que en muchísimas ferias era el verdadero apagafuegos de los huecos que se habían producido en la taquilla, que permitió la formación de numerosos toreros que luego alcanzaron el entorchado de figura… Quien ha hecho todo eso, necesariamente se gana el respeto del mundo taurino, que es lo que ocurrió con Pablo Celis.
Tras 43 temporadas en activo, Pablo Celis se retiró en 1961 en Bogotá, abriendo después un supermercado en Valencia, su habitual lugar de residencia. El espectáculo continuó en manos de sus hijos Eugenio y Manuel y, a partir de 2002 fueron sus nietos Rafael y Carlos quienes siguieron la tradición. Otros dos hijos de Pablo, Rafael y Pablo, se dedicaron al toreo «serio»: el primero como picador y el segundo como banderillero.