Nimes tributa homenaje a Conchita Cintrón que un día abarrotó La Santamaría de Bogotá
En los años 40″s del siglo pasado, en esa bucólica Bogotá de tranvía, cachacos, «pisco», «ala», Chocolate santafereño», ajiaco , de bambucos y pasillos, hotel Granada, vino una diosa rubia del toreo a iluminar la fría capital colombiana que estaba a punto de perder el río San Francisco, la romántica plaza Santander y la galantería de los » cachifos» que cedían el paso a las damas en la séptima.
Y llenó la plaza De Santamaría la idea quijotesca de don Ignacio Sanz de Santamaría, ese sí amante de los animales y quien fundó hace 100 años Mondoñedo y construyó la plaza De Santamaría de la calle 26, hoy bien cultural de la ciudad. Fue tal el impacto de la bella Conchita que se fundó un club de admiradores, «los conchitos» que encabezaban don Guillermo Cano y don Hernando Santos que tanta falta nos hacen en este hoy del áspero antitaurinismo para leer su diamantina prosa en favor de este antiguo rito mediterráneo. En los dos diarios que fueron la pasión de estos dos grandes periodistas ni una palabra sobre la fiesta.
NIMES SE ACUERDA DE NUESTRA DIOSA RUBIA
Nos cuenta Aplausos:
Este martes se ha presentado ante las autoridades y los aficionados el cartel ilustrador de la temporada taurina 2023 en Nimes. La obra, firmada por la artista local Nicole Bouquet, rinde un homenaje a la rejoneadora Conchita Cintrón, popularmente conocida como la “Diosa rubia”.
Nacida en Antofagasta, Chile, el 9 de agosto de 1922, desde muy pequeña vivió en Lima, Perú. Allí nació su pasión por la equitación y el toreo, fijándose en ella el rejoneador portugués Ruy da Cámara, quien la convirtió en una figura del toreo a caballo. La plaza de Nimes está ligada a la carrera de Conchita Cintrón, puesto que el 21 de septiembre de 1991 amadrinó la alternativa de la también rejoneadora María Sara.
CORRIA EL AÑO 44 Y EL TIEMPO ANUNCIABA A SUS LECTORES
En marzo de 1944, la historia del Arte de Cúchares y de Canero se partió en dos en Colombia. Una muchacha apenas en la mayoría de edad 21 años bautizada como la Diosa Rubia del Toreo paralizó los corazones de los más enjundiosos expertos en tauromaquia; de los aficionados más tradicionales; de matadores, novilleros, rehileteros, picadores, cuadrilleros, monosabios y hasta taquilleros. Cayeron rendidos a sus pies todos los que palpitan con la fiesta brava y los que no la entienden incluyendo a los críticos. Desde el amanecer del viernes 17 de marzo, una inmensa caravana de aficionados, estacionados en el aeródromo de Techo, se declararon en vigilia aguardando el avión de Panagra que traía a Conchita Cintrón. Ese mismo día, en un aviso robapágina, se anunció la corrida del domingo, advirtiendo: La boletería está agotada . Los socios del Jockey Club administradores del hipódromo de la 53 humillaron la cabeza en su homenaje, y solicitaron largar en función de matinal las carreras