No a la desolación. El toro tiene genio pero aun hay lidia. Y bonito mensaje de Castella
Son tiempos revueltos. Para qué negarlo. La tauromaquia pasa por el cedazo de los «bienpensantes», los que se conduelen por la muerte del toro sin saber de su grandeza en esa batalla en el ruedo , del cuidado en el campo, de su valor genético, de que tras haber entregado su vida va al circuito cárnico para alimento de los humanos. Y aunque resulte contradictorio para algunos, porque el toro muere, el toro vive.
Escogido el nuevo presidente de Colombia, la tauromaquia no lo tendrá fácil. Imposible, no. Siempre me acuerdo en estos momentos de dureza para este antiguo cereminal, del general Kutuzov que tras la batalla de Borodinó al final le gana la partida al gran Napoleón, quien derrotado abandona disfrazado el terreno para salvar su vida ; Nadie daba un céntimo por el héroe ruso hace 220 años. El riguroso invierno y las enormes distancias terminarían de transformar la aventura rusa de Napoleón en un completo desastre.
Dicho lo cual, nunca es tarde para enfrentar a nuestros opositores que llegan al poder mediante el voto popular.
La fuerza de la turomaquia es muy fuerte y si sabemos canalizar energías, estrategias y no acobardarnos en tablas ante el genio del adversario por lo menos podemos dar la batalla como los toros bravos. El oponente tiene genio, lanzan gañafones, se cuela, espera , no embiste sino que pega arreones. Pero Joselito ( Gallito, el de Gelves ) nos enseña que hay, formar de lidiar. Nunca dijo ni diré que es o será fácil.
Me niego a lanzarme al mar encrespado de la desesperanza.
Es la hora de la unión, de volcarnos » todos a una » en defender una historia, unas raíces, un sagrado ritual.
Ya veremos. El campo de batalla de las ideas está dispuesto.
Por eso agradece este portal y sé que recojo el sentir de muchos aficionados el gesto del francés Castella en ese mensaje que abre esta nota. Gracias, señor. Lo recibimos con la enseñanza de que no es la hora de la rendición.